Reos del penal de San Cristóbal consumen agua contaminada, piden intervención de CNDH

Penal de San Cristóbal, Chiapas. Foto: Chiapas PARALELO

El agua que proviene de una cisterna deteriorada, cuyas tuberías fisuradas en al algunos tramos, pasan por los ductos de drenaje donde van a parar los desechos de medio millar de internos y sus custodios.

El consumo de esta agua contaminación mantienen a las y los internos de los penales femenil y varonil de San Cristóbal de las Casas con continuas enfermedades diarréicas y de la piel.

Alejandro Sántiz, preso en el penal, ha recorrido junto con el director Pascual Martínez Cervantes, las líneas de distribución de agua, con el fin de detectar las zonas de contaminación, a fin de repararlas.

“La promesa del director es que lo va a solucionar, sin embargo este problema tienen mucho tiempo y llevamos varios meses desde que se ha incrementando el numero de reos enfermos”, explicó.

Detalló que el agua les es distribuida a los internos 4 o 5 veces al día. En ese momento los reos aprovechan para lavar su celda y sus enseres personales, pero también para guardar el agua que utilizan en su alimentación.

“Es una agua que cuando empieza a caer tienen un color terroso y vienen con mal olor, pero es el única agua con la que contamos”, explica el reo.

Refiere que dentro del penal venden agua de garrafón, sin embargo los recursos con los que cuentan la mayoría de las y los internos es insuficiente para comprarla y consumirla, lo que les deja en la indefensión y propensos a las enfermedades diarreicas y de la piel.

A nombre del medio millar de reos, Alejandro Santiz pidió a las comisiones Nacional y Estatal de Derechos Humanos (CNDH y CEDH) su intervención.

Argumenta que aun cuando se encuentren recluidos, el Estado mexicano y sus gobernantes deben garantizar el derecho a la salud de los reclusos.