Ombudsman en Chiapas, ineficiente en su labor

Juan Oscar Trinidad Palacios. Presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.

Juan Oscar Trinidad Palacios. Presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.

Por primera vez desde su fundación hace 20 años, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) está en manos de un político de la vieja guardia con una amplia trayectoria en el ámbito público, pero hasta antes de ocupar ese cargo, nada relacionado con la defensa y promoción de los derechos humanos. Es decir, con la más nula experiencia en la materia.

Al ex diputado local, ex legislador federal, ex dirigente del Comité Estatal del PRI y ex presidente del Tribunal del Trabajo Burocrático del estado, se le recuerda como el coordinador general de la campaña del efímero gobernador de 1994, Eduardo Robledo Rincón, quien demitió tras la exigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

A decir de la misiva oficial del Congreso del Estado, las organizaciones que postularon a Juan Oscar Trinidad Palacios fueron: “Fundación Doctor Manuel Velasco Suárez, Asociación Civil, de Tuxtla Gutiérrez; la organización no gubernamental Frente de Comerciantes Emiliano Zapata de Comitán de Domínguez; la organización Chiapas 122; la asociación civil parcelas dela gua; la Fundación para el desarrollo de Ocosingo; la Organización pueblos unidos Colosistas; la Universidad Autónoma de Chiapas, el Patronato del heroico cuerpo de bomberos de Tuxtla Gutiérrez; la organización no gubernamental Aranso; la organización no gubernamental Sólo por Ayudar en los Altos; la asociación civil Jóvenes a la vanguardia; el Colegio de Arquitectos e Ingenieros Chiapanecos Non Plus Ultra, Asociación Civil; la sociedad de organizaciones nacionales productivas y de servicios; la Unión de Industriales de la masa y la tortilla de la Frailesca; la organización de Movimientos agrarios; el XXIV Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles de Chiapas, la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas y la Sociedad Mexicana de Ingenieros”.

Ninguna de ellas relacionada con la promoción y defensa de los derechos humanos.

En un estado con un alto índice de denuncias públicas sobre violaciones a los derechos humanos, la CEDH ha visto descender el número de quejas que interponen los ciudadanos.

En los 10 meses que lleva en el cargo, la CEDH sólo ha emitido una recomendación, esta fue dirigida a la Procuraduría General del Estado de Chiapas, por el Caso de Ossiel Gómez Torres, una madre que reclama la patria potestad de su hija desde hace dos años. Recomendación que nunca fue aceptada.

La CEDH ha sido cuestionada por negarse a emitir otra recomendación más a la PGJE, a solicitud de un organismo internacional que conoce el caso de Miguel Ángel Rossette víctima de tortura por parte de esa dependencia del gobierno estatal.

En su informe dado a conocer por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, creado muchos años antes que la CEDH por el obispo emérito Samuel Ruiz García, el organismo no gubernamental lanza una dura crítica al ombudsman oficial.

En el informe “Los Derechos Humanos a Debate Entre el cinismo oficial y la Dignidad de los Pueblos”, el Frayba dirigido por Víctor Hugo López dedica varias líneas a escudriñar ese organismo oficial.

Señala que la defensa de los derechos humanos no son una prioridad para el gobierno del estado de Chiapas, pues la designación del presidente de la ahora Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), fue realizada por acuerdos políticos entre el gobernador de Chiapas Manuel Velasco Coello y el PRI.

Recordó que la Comisión Permanente del Congreso de Chiapas, aceptó el dictamen en que se propuso a Juan Oscar Trinidad Palacios como presidente de la CEDH, argumentando que “fue la única propuesta presentada”, esto, a pesar de que este personaje público no tiene ninguna experiencia en el tema, de manera incongruente con el espíritu de esa institución pública defensora de derechos humanos.

Juan Oscar Trinidad Palacios, fue diputado local y federal por el PRI, dirigente en Chiapas de ese partido, y antes de su designación era presidente del Tribunal del Servicio Burocrático.

“No se le conoce trabajo en la defensa de los derechos humanos. Con la designación del presidente de la CEDH, el mensaje es claro: continuar con la situación de impunidad y la falta de justicia a las víctimas de violación es a derechos humanos. La CEDH no buscará señalar al estado, ni a los funcionarios del gobierno de Chiapas, sino que seguirá siendo una institución que legítima, avala y justifica las violaciones a los derechos humanos, quien limpia la imagen del gobernador en turno”, dice el informe.

Y agrega: “ante la falta de autonomía y compromiso con la sociedad, por parte de la CEDH, y mientras siga siendo un puesto político unido al gobernante en turno, es de suma importancia que organizaciones de derechos humanos, civiles e independientes, continuemos en nuestra labor de documentar, monitorear, denunciar y señalar cuando el Estado no cumple con sus obligaciones en el respeto a los derechos fundamentales”.

 

 

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