Chiapas, preocupación nacional

La declaración del presidente Enrique Peña Nieto fue contundente: Chiapas es un tema de preocupación nacional.
En su mensaje dijo que la entidad prácticamente no ha crecido en los últimos 20 años, mientras que los estados del norte lo han hecho en un 40 por ciento en el producto interno bruto estatal (PIBE).
La mejor etapa de desarrollo económico para Chiapas fue entre 1970 y 1980 en que incluso crecimos por encima de la media nacional. Después, entramos en un largo bache que nos llevó a una recesión en los primeros dos trimestres del gobierno de Manuel Velasco Coello.
Cuando el 30 de julio pasado, el INEGI anunció que la entidad había registrado un crecimiento en el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) el gobierno Verde se dedicó a celebrar la noticia y a exagerarla.
Y no había motivos para celebrar nada, porque el crecimiento se había registrado en la producción de energía eléctrica, pero en el sector agropecuario la entidad había caído en un -7.2 por ciento y en los servicios apenas había avanzado en un 0.5 por ciento.
La declaración de Enrique Peña Nieto coloca a la entidad en la dimensión que corresponde: la más pobre del país y su situación ha empeorado al paso de los años, pese a las cantidades sin precedentes que se han canalizado para evitar el desastre.
Pero, ¿por qué Chiapas sigue en la pobreza? Porque el dinero destinado para la población más desfavorecida no ha llegado. Se ha quedado en los bolsillos de los políticos.
Si el apoyo, que planea entregarse a Chiapas, sigue el mismo mecanismo, el resultado será el de siempre: políticos enriquecidos y ciudadanos empobrecidos.