Decálogo del buen rector de la UNACH

Por Antonio Durán y José Martínez Torres

Con respecto a la polémica sobre las condiciones que debe reunir el próximo rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, es notable la declaración de un abanico de falacias. Si nuestro propósito de universitarios consiste en conformar una institución que se desenvuelva dentro de un ambiente sano, poco importa que el rector surja de dentro de la Universidad. Más nos incumbe demandar que el principal responsable de nuestro itinerario observe el siguiente decálogo:
1. Ponderar, ante todo, los valores académicos.
2. Gestionar recursos económicos y defender su adecuada distribución al interior de la Institución.
3. La infraestructura no hace la universidad: ésta debe ser tan importante como la calidad.
4. Respetar de manera irrenunciable los espacios verdes y la naturaleza.
5. Las actividades escolares y de investigación no deben asumirse como algo menos importante que las administrativas, ya que éstas son una función de apoyo.
6. Cambiar urgentemente el programa de la carrera docente, que acusa síntomas de perversidad y paranoia.
7. Establecer con justicia y equidad los salarios y las re-categorizaciones.
8. Una universidad no es importante por su apariencia, sino por su investigación, su docencia, su biblioteca, su extensión y su política editorial, en este orden.
9. Contrarrestar la obesidad administrativa que nos ha invadido y, por el contrario, fomentar la obtención de becas a estudiantes y de plazas a verdaderos académicos.
10. Impulsar el deporte.

Actualmente, la Universidad muestra un perfil de laberinto. El Minotauro puede hallarse entre nosotros tanto como irrumpir desde fuera.