La Sedem, que juega en contra de las mujeres y a favor de una familia

El silencio del gobierno en la alerta de violencia de género

Cartón de Enrique Alfaro/Chiapas PARALELO.

Cartón de Enrique Alfaro/Chiapas PARALELO.

Más de una semana se ha cumplido desde que el Sistema Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres declaró la alerta de violencia de género para siete municipios de Chiapas. Desde ese día ni un pronunciamiento ha habido de parte de ninguno de los poderes de gobierno, principalmente, del Ejecutivo del Estado a quien le compete responder a la declaratoria.

El silencio del gobierno de Manuel Velasco Coello evidencia, por si alguien aún lo dudaba, la violencia estructural que sufrimos las mujeres en Chiapas, el estado en donde existen las peores condiciones de vida para las mujeres en el país: sin acceso a la salud, educación y otros servicios básicos.

A diferencia de otros estados del país en donde se ha dado la declaratoria, en Chiapas no se dio la alerta por el número de feminicidios –que también son considerables- sino por la violencia estructural y sistemática que existe en contra de las mujeres que nos ponen en una cuestión de riesgo.

Las condiciones de pobreza, la falta de oportunidades y de acceso a los servicios básicos, la falta de políticas públicas claras y efectivas en materia de impartición de justicia y acceso a las mujeres a una vida libre de violencia fue lo que hizo que el Sistema aprobará la declaratoria.

La SEDEM, que juega en contra de las mujeres y a favor de una familia

Una de las recomendaciones de la declaratoria es fortalecer la Secretaría de Desarrollo del Empoderamiento de las Mujeres (SEDEM). La dependencia, que desde que inició este gobierno, se ha mantenido en manos de una familia: León Villard.

La ahora diputada federal, Sasil de León Villard; Nancy López Ruíz, esposa de Yumaltik León Villard; Itzel de León Villard han estado al frente de esta dependencia, que en teoría es de las que más recursos económicos recibe, pero en la práctica eso no se traduce en políticas públicas.

A la Sedem se le han destinado más fondos  en los dos últimos años, pero eso se debe a que por medio de ella se bajan los recursos, que son utilizados para el programa de apoyo a madres solteras jefas de familia, que lejos de ser una política de empoderamiento para las mujeres se ha convertido en una forma de coacción con fines partidistas.

Durante la administración de Manuel Velasco fueron disminuidos los servicios de las unidades y centros  de atención a las mujeres en situación de violencia; las trabajadoras de estos centros han denunciado violencia laboral y hasta ahora no hay un solo programa que tenga seguimiento, que sea una política pública clara y efectiva a favor de las mujeres.

La falta de compromiso del gobernador Manuel Velasco con el real empoderamiento de las mujeres se ve, precisamente, en el sostener a la familia León Villard en la Sedem. La dependencia se convirtió para el gobernador en un espacio más para pagar un favor político.

Las personas que han dirigido la Sedem no tienen ni la formación, ni el compromiso con el tema para que fueron elegidas.

Sasil de León, en el 2014 cuando era titular de la Sedem,  dijo que 156 muertes violentas de mujeres –que eran las que se tenían registradas en ese entonces-no ponía en riesgo la paz social en Chiapas por lo que no había necesidad de una declaratoria de violencia de género en Chiapas.

Si la lectura que da el gobernador a la declaratoria en el apartado del fortalecimiento a la Sedem se traduce en el empoderamiento de una familia, la dependencia seguirá jugando en contra de las mujeres.

 

 

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