Carne de pollo sin necesidad de matar al pollo

Buscar alimento es la actividad crucial de todo ser vivo, el éxito que tenemos como especie humana hace que por momentos nos olvidemos de todos los recursos que tienen que entrar en acción para que sólo estiremos la mano en el «super» y llevar a nuestro estómago los nutrientes necesarios para nuestra existencia.

La forma de producir los alimentos: La agricultura y ganadería han sido las verdaderas revoluciones de nuestra especie para poder ganar al reto diario de dar alimento a más de 7 mil millones de humanos que habitan el planeta.

Cabezas de ganado en el rancho Cattle de Brasil. Foto por Daniel Beltrá

Según la empresa de alimentación brasileña JBS S.A. que cuenta con el frigorífico más grande de Latinoamérica  deben matar y procesar la cantidad de 85 mil cabezas de ganado bovino, 70 mil cerdos y 12 millones de aves diarias para poder satisfacer la demanda de los 150 países a los cuáles proveen.

 

¿Se imagina la cantidad de bosques, agua y combustible que se requieren para mantener esta producción?, no es casualidad que muchas personas decidan volverse vegetarianos, además de los motivos medio ambientales también estas personas toman en cuenta la calidad de vida que tienen estos seres vivos en esta producción masiva de proteínas para alimentar a los humanos (y sus mascotas).

Opciones

La agricultura ha buscado incrementar la producción a través del conocimiento en los campos de la biología y química, el mal uso por algunas empresas de estos beneficios ha hecho que los consumidores pierdan la confianza y se pregunten si lo que consumen es saludable, y aunque fuera saludable continúa el problema moral del maltrato al animal durante su crianza.

Sin embargo ¿Qué ocurriría si sólo utilizáramos el ADN de las células del pollo y sólo se «cultivara» la carne del pollo? sin sus huesos, sin sus plumas, sin el pollo.

Huele a pollo, sabe a pollo… es pollo.

La empresa Memphis Meat es lo que está realizando, está produciendo carne de pollo sin matar un sólo pollo, para ello utiliza tecnología aplicada de los campos de la biología y la química para que de forma «natural» las células se empiecen a multiplicar y producir carne de pollo.

Quizá por primera vez en mucho tiempo los vegetarianos van a poder probar carne sin sentir que faltan a sus ideales. Greenpeace quizá se quede sin argumentos para sus campañas de demolición de empresas. Quizá podamos sentarnos a la mesa y degustar un rico consomé de pollo sin recordar a los pollitos que criamos en la escuela primaria.

Para conocer más recomiendo descargue o lea en línea el Atlas de la Carne.

 

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