Cañón del Sumidero, un coloso en movimiento 

Cañón del Sumidero

*Expertos puntualizan que año con año el Cañón se mueve entre 1 a 5 centímetros.

Tras el desprendimiento de piedra caliza registrado por una turista y viralizado en redes sociales este primer día del año, el Cañón del Sumidero; de nueva cuenta, recuerda al mundo que ser una maravilla natural viva y que lo será por miles de años.

Autoridades de los tres niveles de gobierno se reunieron por la mañana de este jueves para realizar un diagnóstico del fenómeno denominado como “caído”, suscitado a 23 kilómetros del embarcadero Cahuaré, en Chiapa de Corzo.

Jose Luis Parra Betancourt, geólogo de la Secretaria de Protección Civil del Estado, mencionó que lo sucedido es un fenómeno común, sin embargo, la magnitud de tierra que se movió y el registro en cámara lo hicieron sorprendente.

Dictamen

La Secretaria de Protección Civil coordinó dicho recorrido junto a presencia de la Capitanía del Puerto, Secretarias de Defensa Nacional y la Marina, Comisión Federal de Electricidad, Comisiones Nacionales del Agua y de Áreas Naturales Protegidas y Protección Civil de Chiapa de Corzo.

Las autoridades comentaron que los fenómenos geológicos son manifestaciones naturales recurrentes, que tienen su origen en la dinámica interna y externa de las tres capas concéntricas de la tierra que se conocen como el núcleo, manto y corteza, las cuales se registran en distintas formas de liberación de energía.

Parra Betancourt, fue la persona que más se acercó al núcleo del desprendimiento desde su punto experiencia, comentó que el lugar donde se dio el caído tiene una vertical muy pronunciada y se provocó debido a dos cuestiones.

“El caído de la roca caliza choca con una acumulación de material estancado y debilitado por raíces, aves, animales que se mantienen en la zona de amortiguamiento y que hicieron que la caliza se desintegrara. En conjunto, hicieron que el escurrimiento fuera de gran tamaño” explicó.

El geólogo aclaró que este fenómeno es de lo más normal, sin embargo, afirmó que no se cuenta con un dictamen de las zonas de riesgos por escurrimentos o derrumbes al interior del Cañón del Sumidero.

Historia

Para entender dicho fenómeno, hay que recordar que las paredes del Cañón del Sumidero, se comenzaron a formar hace unos 136 millones de años a base de sedimentos y minerales de calcio (calizas), el cual es formado por la acción de algunos animales marinos como los corales, esto supone que, en la antigüedad, ésta región de Chiapas estaba sumergida por un mar poco profundo.

El Cañón como tal comenzó a formarse hace 70 millones de años gracias a la acción de movimientos tectónicos llamados Horts-Graben; los cuales, por sus características de movimiento de masa de tierras, son llamados pilar tectónico y fosa tectónica respectivamente.

Hace 15 millones de años las aguas marinas se retiraron de esta región gracias a movimientos geológicos que formaron las montañas importantes de Chiapas, entre ellas, las montañas del Cañón del Sumidero, las cuales comenzaron a sufrir la disolución y erosión a causa de la misma agua, ahí nació el Cañón y comenzó su formación la cual continua en la actualidad.

Deslaves

Cañón del Sumidero

Los deslaves y escurrimiento dentro de la zona se notaron días después del del terremoto del 7 de septiembre de 2017 de magnitud 8.2, en la cual autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) confirmaron más de 30 deslaves, de lo cuales, actualmente se mantienen 4 importantes en los que se mantiene monitoreo y se han establecido prevenciones ante posibles accidentes.

Irma de Jesús Serrano, encargada de investigación y monitoreo del Parque Nacional, mencionaba que esta formación natural se mueve de 1 a 5 centímetros cada año.

Por su parte, Javier Diaz, encargado del Programa de Conservación de Humedales del Parque, indicaba que por la geografía entrar al Cañón su ingreso representa un riesgo implícito, sin embargo, el terremoto del 7 de septiembre de hace dos años, fue un reto, ya que se realizaron recomendaciones a las cooperativas para las distancias de observación, para prevenir desprendimientos de roca.

Díaz señalaba que desde un primer momento se mantuvo comunicación con las cooperativas, para modificar dichas distancias sobre los deslaves, que al mismo tiempo, se convirtieron en playas de asoleamiento que para el cocodrilo es atractivo y lo que es atractivo para el prestador de servicios turísticos; hecho similar a lo que paso hace unos días.

El encargado mencionaba que en estos 4 lugares se mantiene una distancia de observación de entre 30 hasta 50 metros, además de tener recomendaciones a las embarcaciones para evitar naveguen fuera de la velocidad de avante.

Los encargados describieron que en estos sitios se cayeron grandes cantidades de roca, sin embargo, existen algunas en las que ya se encuentran resanas por la misma vegetación interna.

Este hecho fue reiterado por la Secretaria de Medio Ambiente e Historia Natural, María del Rosario Bonifaz Alfonzo, quien en las últimas horas comentó que el Cañón del Sumidero es un sistema de fallas activas por lo que, de la misma forma en que hubo derrumbes posteriores al sismo de 2017, se siguen registrando reacomodos como parte del sistema de movimientos naturales y recurrentes de las placas de la tierra.

Asimismo, puntualizó que se han tomado las medidas necesarias de revisión para evitar futuros percances que pudieran poner en riesgo a las y los visitantes, como parte de los protocolos de seguridad.

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