Por desfile militar, policías de la CDMX encapsulan marcha trans

Por desfile militar, policías de la CDMX encapsulan marcha trans

Dos manifestaciones contra la transfobia hubo en la Ciudad de México en el Día de la Remebranza Trans. La primera fue cercada varias horas por la policía capitalina debido al desfile del 20 de Noviembre; por la tarde hubo una velada frente al Hemiciclo a Juárez

Texto y fotos: María Fernanda Ruiz en Pie de Página

CIUDAD DE MÉXICO.-Como cada año las comunidades trans realizaron protestas por el Día de la Remembranza Trans, momento en el que recuerdan a todas las víctimas de odio, transfeminicidios o discriminación, para no olvidar sus vidas, visibilizar las violencias que viven y exigir que éstas paren.

Este año en la CDMX se realizaron dos protestas. Por la mañana La Tianguis Disidente, espacio autogestivo contra la transfobia y la violencia económica que viven las disidencias sexuales, marchó desde el metro Revolución. Por la tarde el Centro de Apoyo a las Identidades Trans realizó una velada en la que abrieron micrófono a las personas asistentes.

Durante ambos encuentros el tema de las infancias estuvo presente. A la manifestación de la mañana al menos diez jóvenes trans se encontraban marchando por primera vez. Alex fue uno de ellos. Tiene 14 años y recientemente descubrió que es trans y su pronombre es él. A la marcha acudió con su mamá.

 

“Mucho rechazo, inseguridad, violencia. No se informan, quieren atacar algo que no conocen realmente. Eso es lo que más coraje le da a una”, cuenta Marisela, mamá de Alex, sobre la experiencia que viven en las escuelas.

A ella le gustaría que en estos espacios dieran las herramientas necesarias para identificar sus identidades en lugar de juzgarles.

A pesar de que en la marcha había personas jóvenes, y se avisó que sería una manifestación pacífica, ésta fue encapsulada a los pocos minutos de salir del punto de encuentro. El cerco duró casi tres horas bajo el sol, hubo golpes y en un momento los policías activaron un extintor, a pesar de que nunca hubo fuego.

En los primeros intentos por romper el cerco policíaco, algunas mamás se pronunciaron en contra de las acciones de la policía. Entre empujones gritaban:

«¡Es una manifestación pacífica! ¡¿Por qué los privan de su derecho a manifestarse?! ¡Ya bastante tienen con ser agredidos todo el tiempo por ser trans!, ¡No se vale!»

Representantes de derechos humanos de la Ciudad de México dijeron a manifestantes que no podían dejar avanzar la marcha por temor a un encuentro con el Ejército, que se encontraba desfilando por la conmemoración del 20 de noviembre.

«En el momento en el que vi tantos policías me abrumó mucho. Me ponía muy mal que había menores ahí, se sentían vulnerables y desprotegides. No merecen haber pasado por esto. Sentí mucho coraje, fue una impotencia muy grande, éramos menos de cien personas adentro. Literalmente había tres puercos por marica», cuenta Yoethiram, quien asistió por primera vez a una marcha.

Estar encapsulade fue una experiencia horrible pero adentro, por ser la Tianguis, creo que se vivió un ambiente muy familiar, en el sentido de de abrazarnos, acuerparnos. Nos dejaron claro que no se iban a ir hasta que terminara el desfile ese, entonces en cuanto empezamos a bailar, sentir, ser revolucionaries incluso encapsulades, me dio una fuerza muy cañona y ganas de seguir gritando ‘aquí está la resistencia trans’», dice.

No estamos todes

Alrededor de las dos de la tarde un representante de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México llegó al lugar y logró un acuerdo para dejar que la manifestación se movilizara por Revolución para llegar a la Glorieta de Insurgentes.

Ya libres, las, los y les manifestantes gritaron consignas y nombraron algunas de las víctimas de odio de los últimos años como Elizabeth Montaño y la trabajadora sexual Paola Buenrostro. A los nombres les seguían un grito a coro de «¡No estamos todes!»

 

Durante la tarde, en la velada organizada por el Centro de Apoyo a las Identidades Trans varios asistentes se posicionaron contra la represión vivida por la mañana.

Nathan Ambriz compartió:

Hay tantos sentimientos en mí, de ver estas imágenes, de cómo vas, es tu primera marcha y te gasean, te encapsulan… Me da rabia, me da coraje y no entiendo cómo una adolescencia trans necesita pasar por todo esto. Necesita poner el cuerpo en las calles y necesita decirle a la gente que existe, que es sujeta de derechos. No es posible que el día hoy haya sucedido esto cuando una Jefa de Gobierno hace poco inauguró una Unidad Especializada en Salud para Personas Trans y el día de hoy, que buscamos recordar a nuestras personas asesinadas, les hagan esto a infancias y adolescentes trans. No vamos a permitirlo más» dijo Ambriz.

Durante la velada el Centro de Apoyo a Identidades Trans leyeron una lista de víctimas de odio entre 2020 a 2021 como una acción de memoria. Encendieron velas y compartieron mensajes, reflexiones y sentires.

Rocío Suárez, directora general del Centro de Apoyo a las Identidades Trans, invitó a generar nuevas referencias:

Necesitamos fijarnos la meta de pensar en la vida, de salirnos de este círculo de victimismo, de nota roja, del olvido. Construir herramientas para la vida, que nos ayuden en los momentos de crisis, en los que una persona trans necesita auxilio a tener acceso a la salud, a herramientas para la vida, generar un proceso a contribuir a que ya no se hable de las personas trans solamente en cuestión de violencia o discriminación»

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