Diversa, consciente y activa; juventud de Chiapas lucha por el mañana

Foto – Roberto Ortiz (17)

Por Andrés Domínguez, Yessica Morales y Adriana Santos

En el marco del Día Internacional de la Juventud, en Chiapas las nuevas generaciones se encuentran más participativos y participativas, conscientes sobre las problemáticas como la violencia de género, medio ambiente o la vida pública, en la que al día de hoy, la juventud chiapaneca ya alza la mano.

Considerada la séptima entidad con más población, en Chiapas viven aproximadamente 5 millones 217 mil 908 personas; 2 millones 681 mil 187 mujeres y 2 millones 536 mil 721 hombres. Lo que resulta en una mayoría femenina con 51.4 por ciento de la población respecto al 48.6 masculina, según detalla el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) en su Encuesta Intercensal de 2015.

Inegi informa que existe una población predominantemente joven, ya que entre las edades de 0-29 años se encuentran el 44.4 por ciento del total de personas. Desde este parámetro, persiste una constante disminución de las personas respecto avanza su edad.

En otro rubro, los jóvenes representan el sector de mayor cúmulo de votos dentro de la lista nominal local pasada, dentro del rango 20 a 24 años se encuentran 524 mil 113 ciudadanos y ciudadanas; de 25 a 29 años 492 mil 138 electores. Cabe aclarar, que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) llama jóvenes a aquellos y aquellas que se encuentran dentro del rango de edad de 17 a 29 años.

En Chiapas, en el último proceso electoral, los jóvenes concentran un millón 177 mil 465 votos; una tercera parte de la lista nominal, a la par, 2 millones 371 mil 826 de votantes tienen entre 30 a 65 años en adelante.

Lucha Social

Agustín Pérez Pérez, Licenciado en Derecho Intercultural, originario de Yaxalumil, municipio de Chenalhó. Cortesía: Agustín Pérez.

Agustín Pérez Pérez, de 28 años, es originario de Yaxalumil, municipio de Chenalhó; estudió la primaria en su comunidad, es hablante de la lengua tsotsil, tiene 8 hermanos, su madre se dedicaba a la artesanía y como ama de casa, su padre es agricultor, sus 4 hermanas no saben ni leer ni escribir, tiene dos hermanos que terminaron la primaria.

Su madre les decía que tenían que estudiar, pero no todos hicieron caso, sin embargo, él quería seguir adelante, al ser de escasos recursos, su mamá sufría mucho para conseguir dinero y un poco de alimento. Cuando terminó la primaria tuvo que irse a Chenalhó a estudiar la secundaria.

Para estudiar la preparatoria, tuvo que ir a Chalam en el municipio de Mitontic, durante todo ese tiempo, caminó 4 horas para ir de su comunidad a la escuela. Inició un poco en cuestiones de sociales, involucrándose en la comunidad, apoyaba a los agentes rurales municipales en la medición de terrenos y documentación, con son actas de acuerdo y de recibo de pago.

Al concluir sus estudios en la preparatoria, no sabía que hacer respecto a la universidad, su padre le dio herencia de terreno equivalente a unos 25 de lotes, por lo que decidió vender una parte, para poder solventar los pagos de la universidad y obtener una beca para sus estudios. Viajó a San Cristóbal de Las Casas, para inscribirse en la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación.

Cuando Pérez regresó a su casa, se encontró a sus vecinos con machetes, peleando por un terrero, decidió intervenir, en ese momento se dio cuenta que debía estudiar Derecho Intercultural de la Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH), así que regresó a la universidad, para cambiar la carrera, sin embargo, le dijeron que esa licenciatura se encontraba en la ubicada en el municipio de Oxchuc.

Por ello, fue hasta Oxchuc, estudiar en ese municipio fue muy difícil, tenía que buscar la manera de solventar sus gastos, a veces no comía y se mantenía de solo tomar agua, pero eso no le importo porque sus ganas de estudiar eran más fuertes, cuando podía sólo guardaba el dinero de su pasaje, sino camina por 6 horas hasta llegar a Yaxalumil. Uno de sus cuñados, fue quien lo apoyo de manera económica, era quien le prestaba dinero cuando se quedaba sin nada.

Pérez es el único en su comunidad en estudiar una licenciatura, aunque por un momento estuvo a punto de dejarla, debido a que su mamá se enfermó, pero ella le dijo que debía seguir. Su madre, llegaba al hospital cada 15 días o cada mes, sufría insuficiencia cardiaca y diabetes.

“Hace 4 años se murió mi madre, ya no quería estudiar, ya no quería seguir, se acabó todo para mí, era la única que me apoyaba con su corazón y sus palabras, aunque no podía darme todo, fue la única que me impulso para seguir con mis estudios”, compartió.

Por lo anterior, una de sus hermanas, le dijo que tenía que seguir con sus estudios, regresó a la escuela, pero al principio no llegaba a todas las clases, pero tuve que seguir. Desde el 5º semestres, empezó a trabajar en la defensa de los derechos de las mujeres, de su comunidad y del municipio.

Además, se unió con algunos maestros de la universidad, quienes lo apoyaron y le enseñaron, atendía a los clientes, en asesoramiento, documentación y acompañamiento al consejo de paz y conciliación, en los casos más complicados y difíciles, se los pasaba a sus maestros.

El licenciado, mencionó que, en lo que respecta a las mujeres, en el municipio no son reconocidos sus derechos humanos, ya que se rigen por los usos y costumbres. Para él, esta práctica no está bien, dándole un motivo más para las luchas sociales.

Yaxalumil pertenece al municipio de Chenalhó, que significa en tzotzil “agua de la caverna”. Cortesía: Corazón de Chiapas.

Pérez contó que, en una ocasión se organizaron unos cuantos caciques líderes de la comunidad, empezaron a hacerle daño, querían expulsarlo de la comunidad, con el argumento de ser quien hacía el desorden en Yaxalumil, dentro de la comunidad hay un reglamento, donde los estudiantes y a los discapacitados, les dan un cargo, entró a la asamblea general, para darles a conocer que violaban los derechos humanos.

“Me agarraron, me amarraron en el árbol, algunos me golpearon, me golpearon dos veces”, expuso.

Posterior a lo que le había ocurrido, viajó a San Cristóbal de Las Casas, para meter una queja en ante la Comisión de Derechos Humanos, estos llamaron a los agentes con el delegado del gobierno de Chenalhó, así se calmaron un poco las cosas. Sin embargo, le hicieron llegar un documento donde le hacía saber que cortarían la luz y el agua a su padre, toda la comunidad se había puesto en su contra.

Pérez dijo que, le estaban dando cargo como representante de la empresa de Distribución de Componentes para la Manufactura S. A. de C. V. (DICOM S. A.), por ser estudiante, pero no lo aceptó. El cambio que realizó en las normas y reglamento en la comunidad es que, ya no se debe tomar como comité o autoridad, a los estudiantes, hasta que finalicen sus estudios, tampoco darles estos cargos a menores de edad, de estudiar, cuando se realice este proceso debe existir un diálogo entre las autoridades.

Otro cambio de los cambios fue que, las mujeres deben ser aceptadas en la asamblea cuando sus esposos no estén, antes tenían que pagar, pero de ninguna manera podían asistir en la asamblea, fueron cambios difíciles, a patadas y a que lo exhibieran.

En la actualidad, no ha tenido algún otro problema similar, además ya les hizo saber a todos que siempre buscará defenderse, con el uso de la razón, aunque ellos lo golpeen.

Dentro de los casos donde ayuda a las mujeres están los de pensión alimenticia, pues no les son otorgados, al igual que la guarda y custodia de la patria potestad. Las mujeres muchas veces son sacadas de sus hogares, con el pretexto de cometer infidelidad o por no obedecer a sus maridos, y son separadas de sus hijos.

Cabildo de Chenalhó, órgano máximo de autoridad en el municipio, al que le corresponde la definición de las políticas de la Administración Pública, referente a leyes y reglamentos aplicables al municipio. Cortesía: Agustín Pérez.

Un caso personal fue el de su hermana, quien contrajo matrimonio con un señor, tuvieron problemas, intervino en la resolución del problema, pero el señor se había puesto de acuerdo con el agente del gobierno municipal y el juez de paz y conciliación, dando pie a que las autoridades no les hicieran caso, tampoco el juez municipal.

Con base a lo anterior, añadió que, por comentarios de la gente, se enteraron de que el señor le había pagado alrededor de 2 mil pesos al juez y al agente le había dado una reja de refresco, aunque no está seguro de que esto sea verídico. Él y su hermana tomaron la decisión de ir hasta el ministerio público, para la indagatoria.

El señor no sabía que más hacer así que interpuso a sus abogados, aunque les pago mucho dinero, no pudo hacer nada. En la comunidad, los hombres son los que tienen privilegios y son tomados en cuenta, más aún si es un líder de la comunidad, en el caso de su excuñado, era un líder de la comunidad, hablaba y participaba en la asamblea general, muy reconocido, en total fueron 3 denuncias la que hicieron, una por violencia familiar, pensión alimentaria y de guardia y custodia de los niños.

La fiscal de San Cristóbal dijo que, se tenía quedar la pensión alimenticia, pero el juez no quiso resolver esa parte, sólo la guarda y custodia de los niños, ganaron la lucha de tierras, derivado de esto, las mujeres de la comunidad se dieron cuenta que tienen derechos.

El licenciado afirmó que, ha hecho hasta lo imposible para que las mujeres no sufran, ya sea por sus hijos o su casa. Según sus ancestros, el hombre es a quien se le tiene que dar todo, recibe la mayor parte de los terrenos, porque ellos serán quienes mantengan a sus mujeres e hijos.

“Nunca me gusto esa idea de los ancestros, la tierra nada más para los varones… el problema cuando se casan las mujeres o se juntan el mínimo detalle que lo encuentre son expulsadas de su casa de sus tierras de todo”, mencionó.

En la actualidad, ya hay unas familias que comparten las tierras por igual, han sido 5 familias, quienes han dividido sus tierras por partes iguale, eso le hace ver que, la gente ya está entiendo sobre este tema.

Por otro lado, también ha brindado apoyo, a la comunidad LGBT+, inició con dificultades, pero él dijo que cuando se tienen ganas de ayudar se pueden hacer muchas cosas, el hambre y la sed, no se vuelven un obstáculo, incluso cuando no ha contado con el recurso económico para salir de su comunidad, le pedía prestado a sus vecinos, porque no recibe mucho dinero por apoyar a las mujeres, a veces le daban comida o le pagaban el pasaje.

“Son mujeres que se quedaban sin nada, no podía yo decirles te cobro tal cantidad, creo que mi mayor conflicto fue por el dinero”, comentó.

En el municipio de San Juan Cancuc, estuvo trabajando, el tema de la diversidad sexual, la razón es porque todos sin excepción somos seres humanos, además ha sufrido discriminación por ser indígena, por no hablar bien el español, por su vestimenta o de donde es originario, esto ha llevado a que lo tratan diferente y eso no le gusta eso.

Dentro de la comunidad LGBT+, al sector que más ha apoyado es a las mujeres trans, quienes aparte de ser discriminadas, son rechazadas en algunos trabajos en la comunidad. Se encontró con un amigo, Eliseo Trinidad, quien lo oriento sobre el tema de la diversidad sexual.

Al principio, los directivos del plantel se burlaban sobre el trabajo que realizaba al dar pláticas sobre el derecho de las mujeres trans. No falto, quien quiso tocarlo, pues al tratar un tema como este, consideraban que el pertenecía a la comunidad, tuvo que hablar con todos para exponerles que solo realizaba un trabajando profesional.

Estuvo con la autoridad de ahí, habló con los regidores, el juez municipal, con el secretario de acuerdo, obtuvo un permiso para estar trabajando, inició con talleres y platicas. Conoció una chica, miembro de una asociación, hablo con ellos, realizó charlas con los jóvenes del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos y de la secundaria.

Pérez conoció a dos mujeres trans, con quien hizo amistad, mediante entrevistas, obtuvo información, porque existen casos de suicidio por ser mujer trans, entonces ellas no querían decir nada, menos con las autoridades, ya que se ocultan.

Las mujeres trans no son reconocidas dentro de la comunidad, son tachados por sus familiares y la sociedad, a veces son expulsas, son golpeadas por sus hermanos y por otras personas. Algunas son aceptadas por sus padres, se quedan en casa haciendo labores domésticas, pero la mayor parte son expulsadas.

Para ellas, el derecho de las tierras, se les he retirado porque se convierten en “mujer”, muchas, deciden irse a San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Cancún y México.

“Conocí una chica que apenas se fue en Cancún, porque ya no aguantaba los rechazos de su familia, sino se iba, lo iban a matar a patadas, salió de su casa se fue a Cancún a buscar trabajo”, mencionó.

Participación en una Conferencia en la Ciudad de México, sobre la diversidad sexual. Cortesía: Agustín Pérez.

Además, antes de la pandemia, atendió un caso sobre violencia familiar, la señora junto a sus hijos sufría de esta violencia. Durante la realización de su servicio social, estuvo en el juzgado de paz y conciliación, después se fue a la Ciudad de México, porque ve que en el estado no hay muchas oportunidades de trabajo y no contaba con su título.

En México, encontró unos abogados, trabajó con ellos como secretario, durante 6 meses como secretario de allí con ellos. Conoció a un amigo, un maestro de la Facultad de Derecho, lo invitó a una conferencia ahí mismo, luego fue a Querétaro a dar otra conferencia, pasado 6 de marzo realizó su examen profesional.

Dentro de las experiencias en las conferencias, dijo que aprendió como hablar frente a muchas personas, algo que se le dificultaba, le pareció divertido, conoció la ciudad y muchas personas, muchas de los asistentes quedaron a gusto, con la plática de la vivencia de los pueblos, de las comunidades indígenas y como sufren.

Participación en una Conferencia en Querétaro, denominado Juventudes Indígenas, por la diversidad y la tolerancia. Cortesía: Agustín Pérez

En Querétaro habló sobre su trabajo con las mujeres trans, compartió que, muchos de los jóvenes quedaron sorprendidos, creen que sólo en la ciudad se presentan casos de mujeres trans o de la diversidad sexual.

En un futuro, quiere estar como autoridad, en específico como ministerio público o traductor interprete jurídico, porque hay muchas personas que necesitan de este último en los juzgados, hay muchas personas que van en busca de trabajo a otros lugares y no tienen traductores.

El licenciado, dijo que en las leyes se estable que quienes son procesados deben tener un traductor, un intérprete, pero en realidad no los hay. San Cristóbal cuenta con alrededor de 3 personas, para realizar este papel, en otros estados se encuentran sus paisanos, hablantes del tsotsil y tseltal, cuando tienen problemas legales nadie los apoya, ese es uno de sus objetivos.

“Más adelante quisiera poder apoyar más sobre la cuestión normativa dentro de Chenalhó, quisiera que se cambiaran algunas cosas, que se cambiará totalmente, que se tome muy en cuenta la cuestión de derechos humanos, eso es lo que quiero, si se pueda me daría gusto que todo salga bien, que esto suceda, pues es lo que quiero, esa es mi meta, seguir apoyando a la gente”, finalizó.

 

A su corta edad, incluso la han contactado de diversas academias para impartir talleres en línea. Cortesía: Sabrina Cuz/Facebook.

Sororidad

*Sabrina Cruz es una bailarina chiapaneca que ha conquistado diversos escenarios a lado del grupo de baile que ella misma dirige, a pesar de su corta edad, ha logrado contactarse con coreógrafos de talla nacional e internacional.


K-popera de corazón y feminista por convicción, Sabrina Cruz Campuzano es una joven chiapaneca originaria de Tuxtla Gutiérrez que, a sus 23 años, se ha posicionado como una referente del baile en la ciudad. Desde muy corta edad, a los 8 años, ella comenzó a notar su gusto por el baile, por lo que en sus inicios ingresó a una academia de ballet, sin embargo, debido a un padecimiento tuvo que abandonar sus clases.

Con el paso del tiempo, ingresó a otro grupo de baile, en el cual en algunas ocasiones eran contratados para amenizar algunos eventos u organizar coreografías para quinceaños, mismas que eran basadas en videos de internet, ya que no contaba con el conocimiento adecuado y por ende, no contaban con coreografías propias.

“Yo conocí el k-pop por ahí del 2011 y empiezo a bailar con amigos, pero hasta eso momento todo era muy informal. Es hasta 2016 que yo empiezo a dar clases por mi cuenta y lo hago en la escuela, a través de unos talleres” señala.

Sabrina estudia comunicación en la Universidad Autónoma de Chiapas, como parte de la currícula, las y los estudiantes deben llevar una serie de talleres que contribuyan a su desarrollo personal por lo que vio en ello la oportunidad ideal para comenzar a practicar de manera profesional y hacer que más jóvenes se interesaran por la danza.

Durante dos años, Sabrina impartió las clases para la comunidad estudiantil, lo que la motivó a que, posteriormente, comenzara a trabajar en diversos estudios como bailarina independiente, siendo la coreografía de varias juventudes chiapanecas que acudían a ella para desarrollar sus habilidades artísticas y ver en el baile una forma de expresión.

A raíz de ello, con al apoyo de su madre, quien ella comente, ha sido un pilar importante y su mayor apoyo durante su trayectoria artística, hoy en día a logrado consolidar su formación y establecer un espacio propio que le permite seguir ejerciendo su profesión de bailarina y continuar dando las clases a su alumnado; Satya, en donde también se imparten clases de yoga.

“Satya significa veracidad, es un espacio seguro donde mi madre da clases de Yoga y yo de baile. Mi idea es que las personas se sientan cómodas al llegar y no se sientas juzgadas, que todos y todas estamos ahí para aprender y compartir, no para juzgar” añade.

A pesar de ser una mujer joven indica que su carácter la ha ayudado a alcanzar sus metas a pesar de que muchas veces, las madres o padres de familia de sus alumnas y alumnos han tenido la actitud de cuestionarse al saber que ella es quien les imparte las clases, lo que ella ha tomado con calma, incluso les ha invitado a quedarse a las clases para que puedan verificar su profesionalismo a la hora de bailar.

Su trabajo ha llegado a ojos de los coreógrafos de los grupos de k-pop más importantes del momento, mismos que lo han elogiado. Cortesía: Sabrina Cuz/Facebook.

El año pasado, tuvo la oportunidad de acudir a un concurso organizado por Workshop Korea México, en donde, si bien no pudieron alcanzar los primeros lugares, los comentarios que tuvieron los jueces, quienes son coreógrafos de talla internacional, fueron bastante favorables entorno a su trabajo.

Además, ha logrado obtener los primeros lugares en otros certámenes estatales como el Camelot, Dragon Fest y Asian San Cristóbal, además de haber tenido diversas menciones en otros eventos culturales en los que ha participado con su extenso grupo de baile, que por lo general, son jóvenes chiapanecos de 11 años en adelante.

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“A mí me gustaría decirles a las y los jóvenes que nunca piensen que es tarde para aprender o emprender en las cosas, yo comencé a formarme en el baile, como tal con bases y fundamentos apenas hace dos años y medio, así que nunca es tarde para nada” finaliza Sabrina.

En cuanto a la participación de las mujeres, añade que es importante que ellas se apoyen en las demás compañeras o incluso en las personas de mayor edad, para generar una red de respaldo que les garantice que sus opiniones, sueños e inquietudes sean escuchados y respetados, puesto que, al ser mujer, muchas veces hay mayor presión y desacreditación del trabajo de las mujeres.

 

Representación Juvenil

Jonathan Molina Morales, a sus 23 años llegó a ser diputado local en el Congreso del Estado en 2018, lo que en la historia, podría considerarse como el legislador más joven en la historia, comentó que tener una representación juvenil es una responsabilidad en las actividades y retos que tiene el estado y que transitan en el órgano legislativo.

“Vengo de la cultura del esfuerzo, la invitación es seguir a organizándonos, participando en la actividad política y en las situaciones que se acontecen. Hoy tengo 25 años y comprendo que es respetable las posturas de las personas de mayores edades, pero como jóvenes debemos impulsar el emprendimiento, las nuevas visiones de trabajo y revolucionar” explicó.

A dos años de ser elegido como diputado, Molina Morales es el actual presidente de la Comisión de Artesanías del Congreso del Estado y vicepresidente de la Comisión de Juventud y Deporte.

“Cuando iniciamos la legislatura, nos prometimos que, para poder trascender, teníamos que trabajar desde abajo, con las bases, de ahí vengo desde los comités seccionales. La gente se da una idea que para esta edad mi llegada es por padrinazgo político, pero he demostrado con mi trabajo que no es así” añadió.

Molina Morales añadió que tras eventos en los que los jóvenes han despuntado tanto a nivel local como nacional, ya existen mayores oportunidades para los jóvenes en el sector público.

“Lo que nos toca es dejar antecedente, dejar el camino abierto para los que vienen, ya que aún hay personas que nos cuestionan por la falta de experiencia, pero la juventud y la experiencia no están peleadas, no hay desmeritar a nadie” dijo.

 

aulina Narváez Ochoa, con 23 años es ingeniera en tecnología ambiental e integrante del movimiento Friday For Future,

Jóvenes conscientes

A su vez, Paulina Narváez Ochoa, con 23 años es ingeniera en tecnología ambiental e integrante del movimiento Friday For Future, comentó que su generación es más libre e innovadora y en especial consciente de temas sociales que en generaciones atrasadas se han dejado de lado como el matrimonio igualitario, feminismo y el cambio climático.

“Es una generación de cambio, que intenta cambiar el mundo para bien. En especial hay mucho machismo por cambiar pese a que existen leyes que son igualitarias para todos. No considero que esta generación sea más arriesgada o valiente, sino que ha tomado en cuenta los problemas sociales de su alrededor y que para trascender hay que impactar mucho más en el mañana” dijo.

Narváez Ochoa, se ha destacado como una activista ambiental en la que, por medio de redes sociales y protestas en la calle, añadió que los jóvenes de hoy en día están involucrándose más en su sociedad, con temas como la violencia de género o el cambio climático.

“Están saliendo a las calles a protestar por el planeta, el machismo y la falta de un matrimonio igualitario. Cada generación ha tenido vicios con algo, sin embargo, esta generación creció con menos cerrazón, lo que le ha dado a pensar que la libertad de poder divertirse, sin llegar a los extremos” añadió.

En el caso especial, la ingeniera mencionó que los adultos ya escuchan a los jóvenes y aprenden de ellos y ellas, por lo que se necesita continuar con las luchas desde diferentes frentes para tener una sociedad mejor y justa para todos y todas.

aulina Narváez Ochoa, con 23 años es ingeniera en tecnología ambiental e integrante del movimiento Friday For Future,

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