“Traición” del gobierno mexicano contra el EZLN cumple 26 años

Fundación del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

*No fue el EZLN el que rompió el diálogo y reinicio la guerra. Fue el gobierno.


Pedro Faro Navarro, director del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba) recordó que el 9 de febrero, se cumplieron 26 años de lo que denominaron la “traición del gobierno federal y de Ernesto Zedillo” en ese entonces presidente de México con la activación del Plan de Contrainsurgencia Chiapas 94, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y a la nación que exigía paz.

Faro Navarro dijo que, dicha acción se dio en el contexto del conflicto armado interno y la reactivación del diálogo, donde el gobierno mexicano mostró su rostro más fiel, la represión hacia los pueblos.

Añadió que el expresidente Zedillo, en febrero del 1995, anunció la liberación de órdenes de aprehensión y las incursiones militares que dieron como consecuencia la ocupación de las fuerzas armadas en Chiapas, acentuando que se mantiene hasta ahora.

El director de la CDH mencionó que la incursión del Ejército mexicano a la Selva Chiapaneca tenía la finalidad de detener a la dirigencia del EZLN, lo cual provocó el desplazamiento forzado de miles de personas que huyeron hacia las montañas.

Sin embargo, otras y otros padecieron privaciones arbitrarias de la libertad, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, torturas, cateos ilegales, violaciones al derecho de libre tránsito por la instalación de retenes militares que causaba terror en la región, hostigamiento militar y paramilitar permanente.

El Gobierno Federal ésta actuando con mentiras, (…) 4 helicópteros bombardearon la zona en los alrededores de Morelia y La Garrucha, así también como ametrallamientos de la zona bajo control zapatista, miles de soldados federales, se penetraron al interior de la selva, por Monte Libano, Agua Azul, Santa Lucia, La Garrucha Champas, San Agustín, Guadalupe Tepeyac y otros (…) Nosotros los zapatistas, tropas y civiles, hasta el momento hemos hecho todo lo posible por replegarnos, hechos denunciados por el EZLN el 11 de febrero de 1995.

Agregaron que, no tuvieron más opción que defenderse y defender a sus pueblos, pues miles de civiles se habían desplazado de sus lugares, señalaron que el gobierno de Zedillo los estaba matando, así como golpeando y violando a mujeres.

No fue el EZLN el que robó y despojó a los campesinos. Foto: Archivo Frayba 1995

Faro Navarro expuso que, esta política genocida del Estado mexicano es recordada por la propagación de los grupos paramilitares en el territorio, sosteniendo la impunidad que se reactiva en la actualidad con los grupos sucesores del paramilitarismo en la zona Altos.

Acentuó que en los municipios de Aldama y Chalchihuitán existe una situación crítica de violaciones a los derechos humanos, provocando desplazamiento forzado y violencia generalizada que no para.

La violencia se intensifica con la reactivación de grupos armados que operan en la zona Selva, que pretenden despojar los territorios del EZLN donde están asentados los pueblos y comunidades zapatistas en la región de Moisés Gandhi, municipio oficial de Ocosingo, hechos perpetrados por la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao), mencionó Faro Navarro.

Así como las agresiones a territorios ubicados en la comunidad zapatista de Nuevo San Gregorio, en el municipio oficial de Huixtán, señaló que son ataques que se articulan en el seguimiento de una estrategia que viene de los poderes y de los gobiernos municipales, estatal y federal que impulsan la contrainsurgencia que no cesa.

Por último, mencionó que la traición como estrategia de exterminio viene desde el poder de Estado que plantea la colonización en el despojo territorial de pueblos, como ejemplo: el Plan Integral Morelos, el Corredor Interoceánico, el Tren Maya y sus polos de desarrollo que atentan contra la vida.

Las luchas por los horizontes de vida se van impulsando desde los pueblos y comunidades, en los movimientos en defensa de la humanidad y de la Madre Tierra, tal y como se ha expresado en las firmas que se sumaron en el documento convocado por el EZLN: Una declaración… por la Vida, ahí hay una esperanza de acción mundial que impulsa la continuidad de un cambio de sistema que repercute en una sociedad necesaria para el tiempo de los pueblos, finalizó el director del CDH.

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