Narcoestado está acabando con todos los tipos de participación de mujeres

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*El Encuentro de Mujeres Organizadas realizado en Aguacatenango, Chiapas honró a las mujeres zapatistas y no zapatistas que construyen esperanza para la autonomía y libre determinación de las mujeres.


Por Redacción Alma Martínez

El 23 y 24 de septiembre de 2021 se llevó a cabo en Aguacatenango, Venustiano Carranza,  el Encuentro de Mujeres Organizadas: “Intercambio de saberes y experiencias para la vida digna”, en el que mujeres de cuatro países de Latinoamérica hablaron sobre su participación política en la toma de decisiones, defensa de la Madre Tierra, Soberanía alimentaria y Sanación colectiva.

En el Encuentro participaron mujeres indígenas originarias de la organización Bartolinas Sisas, del municipio de San Pedro, Bolivia; mujeres de Argentina y Chile, mujeres de la sierra de Zongolica, Veracruz; mujeres de la Costa de Chiapas, la región Zoque, Selva, Norte y Altos; e integrantes del Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas (CDMCH).

Durante el primer día, a modo de presentación realizaron la actividad “¿Quiénes somos?” en la que cada mujer mencionó el trabajo que ha realizado para construir espacios y territorios más dignos, libres y justos para ellas. La actividad las llevó a reconocer sus avances en la construcción de una economía solidaria, circular y de sustentabilidad, a través de la que generan alimentación y salud desde espacios dignos y libres de agrotóxicos.

Las mujeres explicaron que para construir una economía que ingrese a la red de vida de sus territorios y no vaya a la industria capitalista, hacen trueques de todo lo que cosechan y producen, asimismo evitan depender del esposo, hermano, padre, Estado e incluso partidos políticos. Por otro lado, señalaron que han logrado conformar colectivos que hacen trabajo desde y para ellas, y a través de ellos han podido conocer sus derechos sexuales y reproductivos. Entiendo que entre mujeres se necesitan creer redes de sanación, fortaleza y dignidad para sí mismas y para sus procesos de organización colectiva, familia, comunidad y pueblo.

Por último, coincidieron en que ejercer una participación política les ha sido un desafío, algunas han vivido persecución política, cárcel y desprecio. Añadieron, que los hombres no entienden su compromiso en la lucha por la vida digna y libre que se merecen y las han violentado para que no participen dentro y fuera de la comunidad.

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El día 24, las participantes se organizaron para compartir sus preocupaciones, desafíos y angustias respecto a la violencia contra la mujer, expusieron que desde sus contextos han enfrentado diversas dificultades para ejercer sus derechos pues no son escuchadas por sus familias ni en las asambleas porque el privilegio está reservado para los hombres, además sus trabajos están condicionados y desvalorizados por su cuerpo.

Agregaron que el narcoestado está acabando con todos los tipos de participación de mujeres, pues se ha invisibilizado y normalizado la violencia hacia ellas, asimismo, la medicina hegemónica las violenta al querer controlar sus cuerpos.

Las mujeres indiciaron que son constantemente violentadas, desde las criticas que reciben por participar en reuniones y el desprecio por no saber leer y escribir; hasta el miedo y la lucha que han enfrentado ante la llegada de soldados a sus comunidades porque muchos de ellas las agreden. Por otro lado, señalaron que es importante que como mujeres adultas dejen huella para que caminen las jóvenes y niñas en la búsqueda de la libertad y en la lucha por los derechos, así se comprometieron a motivarlas, respetar sus ideas e intercambiar saberes.

En tanto, las jóvenes reiteraron su compromiso e interés por organizarse y participar en los cambios positivos de sus comunidades y reconocieron que sus mamás las animan a participar para que no repitan la historia de violencia en la que ellas han vivido.

Concluyeron en que mientras el patriarcado se empeña en el culto a la muerte, ellas son tejedoras y defensoras de la vida. Por tanto, las mujeres deben organizarse para participar en espacios públicos, animarse unas a otras, contagiarse, informarse, perder el miedo y resistir.

Ahora estamos viviendo situaciones de balaceras, secuestros, matanzas; hay destrucción de la Madre Tierra con agrotóxicos y minería, con megaproyectos. La militarización, drogadicción, alcoholismo está invadiendo el corazón, principalmente de los hombres, para después promover mafias y grupos armados, siendo el narcoestado lo que atraviesa nuestros cuerpos y territorios, expresaron las mujeres.

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