Comunidad tsotsil y tseltal viven con orgullo en Estados Unidos

*Tsotsiles y tseltales asentados Estados Unidos ha encontrado sus propias formas de ver el mundo, conformando comunidades que les permiten mantener sus tradiciones mientras aprender una nueva. 

Por Redacción Alma Martínez

Tsotsiles y tseltales asentados en Estados Unidos participaron en el conversatorio “Expectativa vs Realidad: mexicanos hablantes de lenguas indígenas en el extranjero”, realizado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) en coordinación con el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME). Cielo Gómez, Rosalba Gómez y Blanca Estela, mujeres e indígenas, compartieron su testimonio respecto a la preservación de sus tradiciones y experiencia en un nuevo territorio. 

Cielo Gómez es originaria de Tenejapa llegó a Tampa, Florida en 2005. Hoy trabaja en el Consultado de México en aquella ciudad. En su estancia, perfeccionó su lengua materna y aprendió tsotsil, ya que en México se sentía objeto de burlas por hablarla.

Casa Chiapas

Gómez encontró en la Casa Chiapas de Tampa un sitio para reconocerse, sentir orgullo y fortalecer su cultura. La Casa Chiapas mantiene una Ventanilla de Atención a Pueblos Originarios e Indígenas de México en el Exterior (VAIPOIME), como una acción impulsora de las lenguas indígenas.

Rosalba Gómez originaria de Bachajón, Chilón llegó a California en 2015. La chiapaneca habla poco tseltal ante la ausencia de otros hablantes. En el conversatorio, narró su alegría por haber escuchado a una persona hablar tseltal, la detuvo para conversar.

Estas en este lugar en donde todo el tiempo se escucha inglés y de pronto escuchas tseltal, es muy bonito, creo que es importante que independientemente de donde estemos siempre logremos comunicarnos y encontrarnos, se siente bonito escuchar tu idioma en un lugar tan lejano a tu lugar de origen, expresó.

La originaria de Chilón mencionó la necesidad de formar comunidades, crear alianzas e impulsar acciones con el fin de visibilizar la lengua indígena y apropiarse de más espacios.

En otro testimonio, Blanca Estela lleva varios años en Springfield, Tennesse tras haber emigrado de su natal Tenejapa. Expresó ser la única integrante en hablar lengua materna de su familia, sus hijos prefieren hablar en español o inglés.

Estela lloró al volver hablar su lengua materna por encontrar a un chiapaneco de Chilón, él era la única persona con quien podía hablar pero, le perdió la pista.

Yo me presumo como chiapaneca, no me olvido de mi lengua indígena porque es nuestra riqueza. A veces me han discriminado pero no los americanos, sino los hispanos, en cambio los americanos me piensan como parte del EZLN, porque es lo que tienen presente de Chiapas, expuso Estela.

Mujeres indígenas migrantes en Tampa, Florida. Foto: Casa Chiapas.

José Alfredo López aclaró la generalización de la migración mexicana, al pensar que toda la comunidad mexicana habla español, por ello, pocas veces se piensa en población indígena migrante.

Florida y Georgia concentran una cantidad considerable de migrantes indígenas según López, en su calidad de doctor en estudios regionales por la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). El estudioso precisó el incremento de comunidades indígenas migrantes cada vez más visibles.

La lengua materna te abre un espacio de contacto con la persona y la cultura, ahora hay lenguas que están siendo más visibles. Además, el hecho de buscar mejores condiciones de vida no implica despojarse de la lengua y la cultura, se tiene que hacer comunidad a partir de lo que los une y crear puentes que permitan escarbar en sus raíces, expresó López.

El investigador llamó a la resistencia para las comunidades indígenas asentadas en Estados Unidos, para sentir un orgullo por ser indígenas y extender el conocimiento a las nuevas generaciones.

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