Imparable la extorsión a migrantes

Domingo de oración en el albergue de Chahuites, Oaxaca. Foto: Rubén Figueroa.

Domingo de oración en el albergue de Chahuites, Oaxaca. Foto: Rubén Figueroa.

 

Por agentes de la policía, del INM y militares

“¡Les voy a hablar al chile hijos de su puta madre! Son 600 tablas (pesos) si no, pues ahorita les pongo un kilo de coca y se los carga la verga”, les dijo un hombre que identifican como chofer de la policía municipal de Arriaga.

Ese fue el primer desengaño que sufrió Edwin, un joven migrante originario de El Salvador, luego que logró obtener una visa humanitaria que, en teoría, le permitiría transitar por México sin tener que sufrir el acoso y la extorsión por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), Ejército Mexicano y policías de los tres órdenes de gobierno.

Edwin había pensado que la pesadilla había terminado tras el asalto y vejaciones que sufrió apenas entrando a México, por la frontera con Guatemala. A raíz de estos hechos se animó a presentar una denuncia penal formal contra los agresores, y tramitó una visa humanitaria, misma que el INM no le pudo negar, ante la evidente violación a sus derechos humanos.

El migrante se fue a recuperar de los estragos del asalto al albergue de Arriaga. De ahí salió la noche del miércoles, en un autobús de pasajeros, ya con su visa humanitaria en la mano, y la certeza de que su viaje sería a partir de entonces, en mejores condiciones de seguridad.

Pero saliendo de la ciudad de Arriaga, apenas en el entronque de la carretera federal, Edwin tuvo su primera decepción. El autobús en el que viajaba fue interceptado por un grupo de personas, entre quienes identificó a un chofer de la policía municipal de Arriaga.

Fue esta persona quien les exigió 600 pesos a cambio de no “sembrarles” droga. Tuvieron que aceptar él, y otro grupo de migrantes con los que iba.

Apenas en agosto pasado, la directora del “Albergue para Migrantes Jtatik Samuel Ruiz” en Palenque, Nelly Rios Ruiz, denunció 10 casos concretos de extorsiones se han registrado en contra de migrantes por parte del Ejército Mexicano, en esa región el norte del estado colindante con el vecino estado de Tabasco.

Ese mismo mes, el sacerdote Alejandro Solalinde, fundador del albergue Hermanos en el Camino de Ixtepec Oaxaca, denunció la existencia de una red de corrupción al interior de las estaciones migratorias en Chiapas que involucra al delegado estatal Jordán Alegría Orantes, en extorsiones a migrantes cubanos y a sus familiares que se encuentran en Estados Unidos. Los casos también fueron debidamente documentados.

El caso de las extorsiones por parte de policías municipales, estatales y federales también va en aumento.

Edwin lo sufrió apenas ayer jueves 10 de septiembre. En entrevista, narra que luego de entregar los 600 pesos al chofer de la policía municipal de Arriaga, subió de nuevo al autobús, pero kilómetros más adelante fue detenido en un retén de la Policía Federal.

“Me pidieron identificarme, les saque mi visa y casi me la hacen leña. Me la rompieron y dijeron que era falsa. Yo le dije al policía antes que me la sigas jodiendo llama a migración y que ellos verifiquen.´ Pero me contestaron: Hijo de tu puta madre, no vas a venir a decirme como hacer mi trabajo”.

El policía le quitó a Edwin su celular, pero finalmente le dejó continuar su viaje. Ahora él se encuentra ya en San Luis Potosí, con la certeza de que en México, “todos nos quieren joder”.

Esta misma mañana, Deyra Elizabeth, mujer migrante originaria de Honduras a quien la Procuraduría de Justicia de Chiapas injustamente encarceló cuatro años, y acusó del delito de trata de personas, denunció que cuando iba pasando por el retén que militares tienen en el municipio de Tonalá, los uniformados les quitaron a ella y sus compañeras su visa de residente que lograron el INM les diera tras reconocer su injusto encarcelamiento.

“Dicen que están vencidas (las visas). Cómo es posible que nos hagan esta mierda. ¿No saben que es un delito que nos están haciendo? Nosotros tenemos permiso”, dijo en el mensaje que alcanzó a enviar.

Carlos Bartolo Solís, director de la Casa del Migrante “El Hogar de la Misericordia” de Arriaga, Chiapas, asegura que a diario recibe denuncias de migrantes que son extorsionados por policías, agentes del INM y militares.

“Es una gran mentira del gobierno cuando dice que Programa Frontera Sur –que se implementó desde agosto de 2014- es para proteger a los migrantes y hacer un paso seguro. Lo que están haciendo es endurecer la política de contención de la migración. Ahora no quieren dejar pasar a nadie, ni siquiera a quienes tienen permiso para transitar en el país”, señala.

Refiere que son pocas las denuncias que logra hacerse oír, como la de Edwin o Deyra. “La mayoría de las y los migrantes se aguantan los abusos y las extorsiones en silencio. Pagan con dinero, con su cuerpo, su dignidad y hasta su vida el querer cruzar por México”.

Refiere que con el Plan Frontera Sur, que conlleva la contención de migrantes, los únicos que salen ganando son Estados Unidos, y los gobiernos y autoridades corruptas.

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  1. Imparable la extorsión a migrantes | En el Camino - 12 septiembre, 2015

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