Se olvidan de su trabajo los consejeros del CEDH y el IAIP

El objetivo tanto del Consejo Estatal de Derechos Humanos (CEDH) como del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) es vigilar que las garantías individuales de las personas sean respetadas. El del IAIP, en un tema en concreto: el acceso a la información pública.

Los consejeros tanto del CEDH como del IAIP se han olvidado de su trabajo, se limitan a gritarse “sus verdades” en las redes sociales o en cualquier medio que les quiera hacer eco, pero no con el afán de transparentar sus acciones o denunciar irregularidades, sino con el propósito de ridiculizarse,  de dejar algo bien en claro, por si a alguien le quedara duda, de que no están hechos para ostentar esos puestos, y que les importa más exhibir sus problemas personales que garantizar los derechos de las personas a quienes se deben.

La conformación de ambos organismos se hizo durante el gobierno de Juan Sabines Guerrero. No hay un solo integrante del IAIP que no esté ligado al ex gobernador del estado. Ese sólo hecho debería de bastar para inhabilitarlos, pero la Ley fue reformada a modo para que ni eso, ni el hecho de que cuando tomaron protesta, algunos de ellos, no tuvieran título profesional,  ni experiencia en el tema de acceso a la información valieran para que fueran nombrados consejeros.

La página de Infomex, en la que se hacen solicitudes de información a los sujetos obligados en línea, se cae a cada rato. Los sujetos obligados no cumplen con publicar la información de oficio, niegan datos y los integrantes del órgano garante nada de esto pareciera importarles. ¿Qué saben ellos de acceso a la información? Si cuando ocuparon cargos públicos se caracterizaron por ocultar datos o ayudar a otros a esconderlos.

En el CEDH pasa algo semejante. Los consejeros están más preocupados por permanecer en lo que será la Comisión Estatal de Derechos Humanos que defender las garantías individuales de las personas.

Desde que fueron nombrados consejeros se han preocupado más por formar grupos de “poder”  y confabular uno contra el otro, que realmente, darle seguimiento a los casos de violaciones a los derechos humanos. Hasta las personas que tenían una trayectoria en la defensa de los derechos humanos perdieron su credibilidad y trabajo al perderse en estos pleitos sinsentido para la ciudadanía.

El presidente de la comisión de derechos humanos del Congreso del Estado, José Albores, en una declaración desafortunada, dijo que los problemas internos entre los consejeros del CEDH se debían a “demasiada democracia”. ¿Quién puede pensar que la democracia le puede hacer mal a una institución? Sólo aquel que no cree en este principio.

Lo que le hizo mal al CEDH y el IAIP es colocar ahí a personas sin compromiso, que son ignorantes del tema, exhibicionistas, y lo que es más lamentable sin la intención de aprender y hacer algo por desquitar su sueldo.

 

 

 

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