Entre faldas y sotanas

Sotanas

Por Adolfo Gutiérrez

La oportunidad de que en Chiapas la desigualdad y discriminación sea menor se ha visto mermada en los últimos días. En el Congreso del Estado se presentó la iniciativa de ley para que parejas del mismo sexo puedan contraer matrimonio, sin embargo poco o ningún interés ha generado hacia los diputados y las fracciones parlamentarias para señalar su postura ante tal ley.

Los que si han levantado la voz a favor, es por una parte los grupos sociales con afinidad al movimiento gay y en su contra la Iglesia católica señalando de anti natural este tipo de convenios legales.

El Obispo de la diócesis de San Cristóbal Felipe Arizmendi, una de las más avanzadas en cuanto a la defensa de los derechos humanos, puso el dedo en la llaga señalando que quienes señalan estos matrimonios como igualitarios no conocen la naturaleza del matrimonio, en su ser y en su función física y síquica, «hombre no fecunda a hombre, ni mujer a mujer, se necesita de los dos sexos, y que sin ambos sexos no hay vida, no hay familia».

Señalando que los derechos a los que aluden los grupos defensores lo pueden hacer a través de regalos o donaciones.
Por su parte los grupos defensores de los matrimonios igualitarios añaden una serie de derechos a los que podrían acceder al aprobarse la ley.

Y es que al no tener certeza jurídica como pareja se ven perjudicados al negarse sus derechos en el momento de heredar, tutelar al conyugue enfermo o cobrar pensiones o seguros de vida. En el caso de la adopción y tutela de los hijos existen también situaciones conflictivas y de flagrante desigualdad.

Dentro de esta desigualdad esta que los bienes que hicieron durante el tiempo que permanecen unidos no hay un reparto igualitario en el momento de separarse como sí lo habría en un matrimonio heterosexual.

Y en caso de de uno de los dos dejara de existir es la familia la que reclama los bienes dejando en la indefensión a la contraparte.

Otro caso es que si existen hijos ya sea adoptados o de la pareja que fallece, la otra parte no la puede reclamar como suyos, así hallan vivido muchos años juntos y los menores reconozcan la paternidad o maternidad del individuo.

Más allá de un un problema de tipo moral, las relaciones y las formas de pareja y convivencia han cambiado, en un mundo tan plural no se puede dejar de lado a todos los involucrados.

Los únicos que siguen durmiendo el sueño de los justos son los diputados locales quienes ni se acongojan, ni se mortifican, esperando el dedo señalador que les diga la postura que deben de asumir.

En Chiapas la religión ocupa un lugar importante tanto política como social en el estado, toda las manifestaciones religiosas más conocidas se encuentran acá, incluso algunas que históricamente no tendrían mayor relevancia como la musulmana o la cienciología,

Religiones como la católica o la cristiana definen elecciones en muchos municipios por lo que difícilmente tanto el Congreso del Estado como el gobierno del estado quieran abrir un frente más en este Chiapas tan fragmentado.

Un comentario en “Entre faldas y sotanas”

  1. Francisco Rivero Chanona
    16 marzo, 2014 at 13:44 #

    Me parece que al llamado «matrimonio» ante la ley de personas del mismo sexo, tiene que ver con una especie de contrato o sociedad a fin de limitar la indefensión en cuanto a bienes construidos entre dos personas del mismo sexo, o en la situación de heredar, etc.

    La iglesia sólo debería opinar cuando se ponga en la mesa la posibilidad de casarse «ante la ley de Dios»
    Eso creo .

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