De lluvias torrenciales, clausuras y educación de calidad

Arbey Vera

Foto: Arbey Vera/ Chiapas PARALELO.

Foto: Arbey Vera/ Chiapas PARALELO.

Paso corto, ya. La vocecita de apenas cinco años se alista para recibir la insignia nacional. Redoblan los tambores, la banda de guerra debidamente uniformada sigue las instrucciones de la maestra que mueve las manos al compás del glorioso himno nacional, al mismo tiempo hace señales de cejas al distraído niño  que se quedó  embelesado con las caricias de los ojos de la madre amorosa que lo ve.

El presídium es de colores. Maestras y personal directivo se hacen acompañar de la presidenta de los padres y madres de familia. Es un día significativo. Los cabellos colochos se hicieron lacios, los lacios se hicieron colochos, salieron las mejores prendas. El mensaje es contundente; hoy es un día distinto, de nostalgias y alegrías. Se van muchos niños y niñas y deben recordar a sus maestras bellas, sonrientes.

Cuánto han crecido aquellos niños que llegaron temerosos, aferrándose al papá o la mamá, hoy con atrevimiento realizan la marcha de honor, bailan, cantan, tocan tambores, entregan la bandera, dirigen palabras de despedidas y se dejan fotografiar por esos desesperados padres que buscan el mejor ángulo.

Pausa en el evento…

La directora utiliza el micrófono y pide a los padres de familia desalojen la pequeña área de la plaza cívica  para continuar el acto. Hoy, para el personal docente, es más difícil mantener en orden a los padres y madres que aprovechan cualquier descuido para invadir.

En nombre de México, de la Secretaría de Educación pública y del Jardín de niños y niñas se lleva a efecto el acto de clausura del ciclo escolar 2014 -2015. Las aguas torrenciales motivo para adelantar las clausuras aun no llegan, a menos que sean esas que se escuchan grotescamente circular en aparatos de sonidos y espectaculares anunciando la elección de Estado. ¿Será esa la lluvia que anunció el secretario de educación de Chiapas?

Las fotografías, abrazos, besos continúan. Las despedidas suelen ser dolorosas. Quizá por eso una madre le dice a su niño recién egresado; si hijo, la otra semana vas a venir a ver a tu maestra. Ambas se cierran el ojo y se despiden con un abrazo.

Quienes han laborado en alguna institución escolar sabrán que el ciclo escolar es un camino difícil, que las relaciones en las escuelas son complicadas, hay ejercicios de poder, negociaciones, conflictos, fortalezas, debilidades, desgastes físicos, emocionales, económicos, pero hay una prioridad; la educación de los alumnos. Por eso las clausuras son tan simbólicas, tan emotivas.

A esa complejidad que es la escuela se le pide, se le exige, una tarea difícil (casi siempre solo a los docentes), desarrollen en los alumnos y alumnas los campos formativos de lenguaje y comunicación, pensamiento matemático, exploración y comprensión del mundo natural y social, desarrollo personal y para la convivencia.  Cree competencias para el aprendizaje permanente, para el manejo de situaciones, para el manejo de la información, para la convivencia y para la vida en sociedad. ¡Ah¡ también, forme ciudadanos, críticos, reflexivos, democráticos y todo en términos de calidad. (Plan de estudios de la educación básica)

Cuántas cosan han dejado de responsabilidades a la escuela, le han hecho responsable de la sociedad que somos y seremos. Seguramente, si tomamos como referente a la sociedad actual mexicana, la escuela estaría reprobada.

Ante este ciclo escolar que concluye, ante los acontecimientos de la llamada reforma educativa, ante los distintos discursos, habría que preguntarse;

¿Es la escuela la responsable absoluta de todo lo que se le exige? ¿Son los maestros los principales responsables de cumplir con esa tarea? ¿Qué se debería evaluar de los docentes? ¿Cuál es la responsabilidad del maestro y la maestra en este mundo de tareas que le han asignado a la escuela?¿Qué es la calidad educativa? ya que ni la propia Silvia Schmelkers, presidenta del Instituto Nacional de Evaluación Eduacativa pudo definir con precisión en su última comparecencia en el Senado ¿Calidad referente a qué o quiénes? ¿Quiénes acompañan a los maestros y maestras en la tarea de la escuela y qué responsabilidades corresponden a cada uno y cómo y quiénes los evaluarán?

Se podría seguir con una serie de preguntas, sin embargo, la idea central es señalar que no podemos dejar únicamente a la escuela la tarea de formar ciudadanos competentes, críticos, reflexivos, democráticos porque esa es una tarea de todos y todas. Si de verdad nos interesa mejorar como sociedad habría que convocarnos a un debate nacional sobre qué y cómo evaluarnos como país.  Citando a un maestro, “no estoy en contra de que evalúen pero no acepto me digan soy culpable de los males de esta sociedad, ahí todos somos culpables y a todos nos deben evaluar.”

Maestras y maestros concluyen un ciclo escolar, se debe reconocer el trabajo que han realizado; el amor, el consejo, la emoción, las habilidades, conocimientos, actitudes, aptitudes que han dejado a sus alumnos y hacerles sentir que si bien se les exige un compromiso con su tarea de educar se les agradece por los niños y jóvenes de esta patria.

 

 

 

 

 

 

 

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