El conflicto en Oxchuc y la debilidad institucional

Manifestaciones en Oxchuc. Foto: Cortesía

Manifestaciones en Oxchuc. Foto: Cortesía

Su irrupción política fue impactante. María Gloría Sánchez Gómez se convertía en la primera mujer alcaldesa de Oxchuc. Un municipio indígena enclavado en los Altos de Chiapas y por lo tanto regido por los usos y costumbres.

Era el 2004, y su triunfo electoral encontró resonancia en la prensa nacional porque era la primera mujer que ocupaba la presidencia municipal en un municipio tseltal.

Llamada como la “Marta Sahagún de Oxchuc” Sánchez Gómez tuvo como lengua materna el tseltal y se convirtió en un reto para ella aprender castellano e ir a la escuela. Estudió Contaduría Pública y posteriormente terminó un posgrado en administración.

Aunque sus allegados le reconocen una innata inteligencia natural, su condición de mujer en un municipio regido por los usos y costumbres la hizo estar detrás de su esposo; Norberto Santíz López quien en ese momento era el presidente municipal en funciones de Oxchuc y en consecuencia ella era quien presidía el entonces Instituto de Desarrollo Humano Municipal (DIF).

Por ese motivo, la oposición la tildaba de réplica municipal de la entonces primera dama nacional y calificaba el referéndum municipal como una reelección automática. En ese entonces, la pareja militaba en el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Pero antes de ser alcaldesa en 1998, Sánchez Gómez había ocupado por tres meses la titularidad de la estratégica Secretaría para la Atención de los Pueblos Indígenas de Chiapas, siendo gobernador del Estado Roberto Albores Guillén y ocupando su esposo una diputación federal.

Como alcaldesa su gestión termina en el 2007, y es en el año del 2012 que su esposo vuelve a ocupar la presidencia municipal también por el PRI.

Pero es el pasado ejercicio electoral que Sánchez Gómez se presenta de nuevo a las elecciones, pero ahora lo hace bajo las siglas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM).

De nueva cuenta las inconformidades de la población de Oxchuc no se hicieron esperar, y es que también de nueva cuenta, su esposo dejaba la presidencia municipal para tomar después ella las riendas municipales.

El hecho es que en Oxchuc son tres meses ya de conflicto pos electoral que no cesa y que ha adquirido grados alarmantes de descomposición del tejido social y de riesgo de que el conflicto escale a escenarios trágicos.

Los inconformes con el cacicazgo se han manifestado de la manera tradicional en Chiapas; tapando intermitentemente carreteras, pero al recrudecerse el conflicto han quemado y saqueado la casa del matrimonio -quienes ha transcendido que para evitar las sanciones de los órganos electorales tramitaron su divorcio, pero diversos testigos afirman que habitan el mismo hogar- y en consecuencia Sánchez Gómez despacha desde la ciudad de San Cristóbal de las Casas.

El conflicto escaló hasta el incendio de 15 casas particulares, entre ellas tres propiedades atribuidas a Sánchez Gómez, también se le prendió fuego a dos autobuses de pasajeros y siete vehículos de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.

Lo peor era que se hablaba de 80 policías lesionados en los zafarranchos en donde se pretendía retomar el control de la cabecera municipal, tomada por el grupo de inconformes.

Rehenes moneda de cambio

Ya lo vimos con el movimiento magisterial y la protesta del pueblo Chamula.

Pero lo increíble -por no ser la primera vez que sucede- es que videos que circulan en las redes sociales chiapanecas muestran como evidencia que un grupo que representaba a los inconformes contra Sánchez Gómez fueron detenidos mientras eran llamados a negociar el conflicto con autoridades estatales.

Por eso el conflicto en Oxchuc ha desnudado la forma de hacer política en Chiapas o más concretamente la forma como la cúpula que gobierna el estado intenta desactivar conflictos sociales.

La debilidad institucional ante la insurrección popular obliga al gobierno estatal a realizar lo que cualquier gobierno democrático en el mundo rechaza: intercambiar prisioneros con quienes considera delincuentes, en este caso perturbadores de la paz social.

¿Por qué aparece esta debilidad institucional?

Seguramente la cúpula piensa que no debe mostrar fisuras en el proyecto político futuro -incluso porque a pesar de que la intensidad de la protesta es mayúscula en Oxchuc, las mismas condiciones se repiten en varios municipios más del estado- porque ello serviría de ejemplo para la rebelión en otras localidades.

También porque no logran ponerse de acuerdo sobre el camino a tomar para retomar la gobernabilidad del municipio: ya sea castigando a los que suponen instigan a la rebelión local o tal vez otorgándole licencia a Sánchez Gómez.

En el fondo lo que puede suceder es que el estado sufre -específicamente Oxchuc y otros municipios más- los efectos de las inconformidades del “carro completo a toda costa” orquestado por el anterior encargado de la política interna estatal y ahora responsable de la conducción de la actual legislatura estatal.

Precisamente en un afán de protagonismo, el ahora líder de la cámara de diputados hace declaraciones que solo le corresponden al poder ejecutivo del estado porque es este poder el que tiene que encabezar las negociaciones con los inconformes.

Pero que exista en Chiapas dependencias y poderes independientes es un sueño que no se cumple en esta administración, y tener funcionarios o representantes populares que no anden en campaña permanente y sin inmiscuirse en cualquier asunto que no es de su competencia, también es una quimera.

Están en todo, menos resolviendo los problemas esenciales de Chiapas.

Maestros de la promoción personal han provocado que no parezca que existan instituciones públicas en Chiapas y por lo tanto el riesgo de ingobernabilidad por debilidad institucional es latente.

De ello la cúpula, el grupo compacto en el poder es el verdadero culpable, buscarlo en otro lado es como cuando el perro se persigue su propia cola.

Si persiguen ese camino, en el 2018 los hartazgos que hoy son focalizados, seguramente se volverán generalizados.

La pregunta también es ¿tendrán la humildad suficiente para reconocer que sus acciones, omisiones y caprichos son los que tienen sumido al estado en una severa crisis de debilidad institucional?.

Lo más seguro es que no porque van de error en error y entonces los ciudadanos nos deberemos de preparar para sufrir otros tres años de debilidad institucional que hay que ser precisos en eso:

Apareció porque el grupo compacto que domina la administración pública está en campaña permanente.

Otra pregunta sería si ¿De verdad le ayudan con esta autopromoción al ejecutivo estatal en sus aspiraciones de realizar una carrera política de más largo aliento?

Flaco favor le hacen cuando lo que necesita el titular del ejecutivo es mantener la gobernabilidad en un Chiapas en donde la falta de recursos es evidente.

La respuesta social organizada

Al momento, al parecer las detenciones de los inconformes de Oxchuc detonaron un acuerdo con el gobierno estatal.

Se instaló una mesa de dialogo. Probablemente sea un buen paso para iniciar la reconstrucción de la paz social en Oxchuc.

Pero la realidad es que la rebelión fue causada por la instalación del cacicazgo del matrimonio entre Norberto Santíz López y María Gloria Sánchez Gómez y de su remoción de la presidencia municipal nada se habla.

¿Qué asunto puede resolverse si no se soluciona la causa que lo origina?

Si no termina el cacicazgo en Oxchuc, el pueblo por más acuerdos que tome, tarde o temprano terminará radicalizando su demanda. Al tiempo.

En esos mismos días de insurrección oxchuquera, habitantes del mismo Oxchuc, pero también de Altamirano, Chanal e Ixtapa se unieron en un frente ciudadano para la lucha contra los cacicazgos políticos.

La idea, señalaron, es realizar de manera coordinada jornadas de lucha. Ante los cacicazgos, la respuesta social es la organización para la lucha cívica y esta no se detendrá si se continúa socavando.

La única respuesta gubernamental es la resistencia ante las inconformidades, mandar a la policía e intercambiarlos después de secuestrar a los líderes sociales y después invitarlos a repartirse el pastel presupuestal que cada vez se agota más.

No solo se trata de “reestablecer la tranquilad”, también se trata de resolver asuntos de fondos. Cosa que no puede hacerse si todos están más cómodos haciendo campaña política permanente que resolviendo nuestros problemas principales.

No hay nada de humildad y reconocimiento de errores en la clase política chiapaneca. Ahí está su tumba.

Son invisibles cuando se les necesita y visibles donde no hacen falta.

2 Comentarios en “El conflicto en Oxchuc y la debilidad institucional”

  1. Luis Martinez
    14 enero, 2016 at 9:51 #

    Atinado análisis, pues gravísimo seria imputarle alguna culpa o mérito al encargado despacho del segundo piso. Su anunciadisima remoción en poco aliviaría los conflictos que ocasionó su antecesor.

    Grave también es el dilema: ceder ante la inconformidad abre la puerta a conflics latentes e muchos otros municipios…. No ceder puede encinar el conflicto a niveles donde un ligero descuido se traduzca en catástrofe, de esas que manchan y estigmatizan a todo un régimen en la historia

  2. Beatriz Gomez
    13 enero, 2016 at 13:10 #

    excelente articulo de Gabriela Coutiño, por fin alguien dice las cosas como son ya basta de tantas injusticias en nuestro estado sobre todo en los pueblos indígenas en donde el gobierno siempre esta tratando de imponer a nuestros gobernantes municipales, y donde el rico se hace mas rico a costa de los pobres que se hacen mas pobres es hora de unir fuerzas por nuestra gente que reclama justicia, por que ya no es tiempo de seguir callados y con los ojos vendados. NI UN PASO ATRAS

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