La reproducción política de una familia Pichucalqueña. El caso de Manuel y Andrés Carballo

Andrés Carballo

Andrés Carballo

 

Desde la década de 1980, la familia Carballo Bastard y Carballo Bustamante en Pichucalco arrastran un historial vinculado a la corrupción política que les ha permitido vivir en la impunidad por sus vínculos con los negocios y puestos en los partidos políticos, escudados en cargos de elección popular. El caso sirve de ejemplo para analizar la forma en que los políticos mexicanos que gobiernan al país se reproducen social y políticamente para ejercer el poder. Veamos a detalle.

Desde de 1980, diversas investigaciones dan cuenta del modo en que el patriarca Manuel Carballo Bastard – padre de Andrés – creó su base política en Pichucalco a base de la corrupción. En 1982, Manuel Carballo ocultó y desvió los apoyos internacionales destinados a los damnificados de la erupción del volcán Chichonal. Por ello,  muchos afectados de Pichucalco nunca recibieron los apoyos para reconstruir sus viviendas y sobre todo para hacer frente al problema de alimentación y salud que padecía la población por la crisis ambiental ocasionada por la erupción. En términos humanitarios el hecho podría representar un acto de genocidio. Por el contrario, Carballo Bastard se quejaba de la escasez  de apoyo financiero del Banco Nacional de Crédito Rural, según el reporte compilado por Latin American Report no. 2548 ofrecida para Foreign Broadcast Information Service, en junio de 1982.

Un año después, Manuel Carballo fue apresado y recluido por un par de años en el penal de Cerro Hueco en Tuxtla Gutiérrez por órdenes del gobernador en turno Absalón Castellanos Domínguez. El libro testimonial del profesor Raúl Hurtado Martínez, “La verdadera historia sobre el Volcán Chichonal” revela a detalles de esta operación de la familia Carballo durante esta época de crisis para los pichucalqueños. La reproducción familiar no cesó con el encarcelamiento de Manuel Carballo.

En 1995, un joven Andrés Carballo Bustamante – de 29 años – irrumpe en la política local como dirigente del movimiento territorial del PRI en Pichucalco bajo la protección de su padre Manuel, que para ese entonces había alcanzado su libertad de prisión. Andrés Carballo busca por todos los medios ser nominado candidato a la Presidencia Municipal de Pichucalco.

Los grupos políticos liderados por Javier Martínez Zorrilla Rabelo (actual Secretario de Trabajo de Manuel Velasco Coello) un ex diputado local desaforado por corrupción y en ese entonces cercano al gobernador Julio César Ruiz Ferro impiden el  ascenso de Carballo como candidato.  No obstante, Andrés Carballo abandona el PRI y obtiene la nominación por el Partido del Trabajo (PT), con quien gana las elecciones del 15 de octubre de 1995.

Tras el triunfo electoral en Pichucalco, la familia Carballo, más allá de los lazos políticos inicia negocios con los dirigentes del PT en Chiapas, sobre todo con el dirigente Neín Farrera, un partido que presumía tener origen en la izquierda mexicana. A contracorriente del PT, hábilmente Andrés Carballo Bustamante se inclina nuevamente hacia el PRI de tal suerte que desde el ayuntamiento municipal petista respalda todas las acciones públicas del Gobernador Julio César Ruiz Ferro, un gobernador priista de Chiapas vinculado a la matanza de Acteal de 1997, pero sobre todo, promueve el voto a favor de Javier Martínez Zorrilla Rabelo, que para ese entonces se postulaba como candidato a diputado federal.

El evidente respaldo de Carballo al gobierno estatal, a Javier Zorrilla Martínez Rabelo y el fallido negocio entre Neín Farrera y Manuel Carballo motiva que el PT expulse de ese partido a Andrés Carballo en mayo de 1997 “por no contribuir ideológicamente al Partido”. Este es un extracto del documento de expulsión emitido por el PT en 1997:

“Por nuestra parte nos deslindamos de èl y de su administración en la que estamos enterado se practica nepotismo, pues no solo recibe apoyo de su progenitor con quien tuvimos tristes experiencias comerciales, sino que tiene en puestos claves a familiares cercanos. También sabemos que lejos de aplicar la democracia, colegiando las decisiones de cabildo, peca de autoritarismo imponiendo a su criterio. Una de sus víctima es nada menos que Antonio Mendoza Hernández, personas muy conocida y apreciada, a quien desaforó sin ningún soporto legal, pues el congreso no sabe nada del asunto con el agravante de estar incurriendo en delito. Sí ha falsificado firmas o suplantado funciones.”

A la par de todo lo anterior, desde el ayuntamiento de Pichucalco, Andrés Carballo Bustamante realiza un negocio familiar con recursos públicos en el fraccionamiento El Mirador de Pichucalco, un predio de 10 hectáreas propiedad de su padre Manuel Carballo Bastard. En su calidad de Presidente Municipal, Andrés Carballo promueve que el gobierno del estado adquiera el predio, por lo que organiza y moviliza a 650 familias del PRI a quienes ofrece otorgarles un lote de 6 por 15 metros a “bajo costo” con la promesa de que el ayuntamiento ofrecería los servicios de agua entubada, drenaje y electrificación para 1997. Pese al evidente conflicto de intereses, Carballo Bustamante dijo en una reunión a las familias pobres el 6 de diciembre de 1996:

“Les dije que por un momento se olvidaran que soy Presidente Municipal, aquí estamos como gestores, pero ya en mi carácter de Presidente Municipal mi obligación es atender todas las peticiones y solicitudes que nos lleguen”.

Este hecho desnuda las redes de complicidades y corrupción tejidas entre funcionarios públicos de ese entonces, pero también explica las formas locales de control político sobre las familias pobres de Pichucalco como una estrategia para corporativizar el voto electoral mediante la creación de bases territoriales en zonas empobrecidas que funcionaban como áreas de votos duros y áreas de movilización social.

Para reposicionarse en el negocio y mantener el control político de la región, la familia Carballo crea un periódico de circulación regional al que llaman La Voz del Norte, medio que servirá de instrumento de presión para acaparar el presupuesto público de difusión de los ayuntamientos y someter a los presidentes municipales de la zona norte de Chiapas.

Tras la renuncia de Ruiz Ferro al gobierno de Chiapas, Andrés Carballo busca cobijarse con la corriente del madracismo tabasqueño, es decir, con el entonces Presidente del PRI Nacional, Roberto Madrazo quien ese año busca ser nominado candidato presidencial para el 2000. Como equipo no logran la nominación pero los compromisos políticos permanecen, de tal suerte que Carballo Bustamante es designado diputado federal de Chiapas en la LVII legislatura de 2000 a 2003. En los años siguientes, Andrés Carballo es designado con cargos partidistas dentro del PRI, todos de carácter estatal, incluido el de Presidente interino del PRI de Chiapas y nuevamente Diputado Federal en la LX Legislatura de 2006 a 2009.

Pese a contar únicamente con estudios de secundaria (educación básica) y su nula experiencia en el tema, Andrés Carballo fue designado por Manuel Velasco Coello como titular del Instituto Estatal del Agua en Chiapas (INESA), cargo desde donde enfrenta acusaciones de acoso sexual y laboral contra trabajadoras. Un tema nada nuevo entre los políticos pero que cobra mayor visibilidad a raíz de los movimientos feministas y grupos de activistas que promueven el empoderamiento de mujeres acosadas por funcionarios públicos.

Esta reconstrucción histórica de un político chiapaneco permite entender que la corrupción política en México proviene en algunos casos de la reproducción familiar, respaldadas por la red de vínculos políticos que se van tejiendo a lo largo de tiempo dentro de los partidos políticos, espacio que sirve para definir el ascenso de la clase gobernante en nuestro país, pero también el halo protector. Por otro lado, los políticos generalmente tienen bases territoriales de respaldo en escalas micro locales donde realizan negocios de bajo impacto o política social que les sirve para negociar su capital político pero que en el fondo precarizan la vida de la población local, sobre todo, porque se crean barrios en la periferia, alejados de los servicios públicos.

Para ver : ficha curricular de Andrés Carballo Bustamante

 

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