La Historia y los festejos en la 4T: Un chiapaneco para México

¿Libertad de prensa? Los claroscuros de la 4T
Andrés Manuel López Obrador

El 13 de agosto de 1521, defendida heroicamente por Cuauhtémoc, cayó la plaza de Tlatelolco en manos de Cortés. No fue ni un triunfo ni una derrota, fue el doloroso nacimiento del

pueblo mexicano que somos ahora.”

PIEDRA GRABADA EN TLATELOLCO, LUGAR DE LA CONQUISTA

Por Jordan Orantes Rovira

Para el Presidente de la República la historia tiene una importancia simbólica fundamental en el proyecto de nación que ha construido durante años, encierra una visión histórica de lucha y reivindicación de las clases sociales oprimidas, de los marginados y segregados del endeble desarrollo en México. Manifestado en uno de sus primeros lemas: “Por el bien de todos. Primero los pobres”, frase con la que irrumpe de manera contundente en la política nacional con miras a la elección presidencial en 2006. El presidente hace del quehacer político una consecuencia de su visión de la historia, desde sus inicios, su discurso reveló una dicotomía sustancial: En su proyecto de transformación el principal protagonista es el pueblo de México, como agente de cambio, y como grupo antagónico un pequeño grupo político/económico que pugna por la conservación del régimen de privilegios y corrupción imperante. Hizo latente su inspiración juarista, revolucionaria y cardenista: Un liberal garantista, promotor de derechos sociales para las clases desprotegidas a través de un estado benefactor fuerte.

Anticipaba que el proyecto de nación se convertiría en programa de gobierno únicamente por la vía democrática y pacífica, con el despertar ciudadano y el voto del pueblo mexicano. “Solo el pueblo puede salvar al pueblo” citaba constantemente a Flores Magón. Para el presidente el curso de la historia lo mueven los de abajo, las grandes transformaciones han surgido por el impulso de las clases sociales oprimidas, está en la naturaleza del pueblo luchar por mejorar sus condiciones de vida. Los líderes que surgen en cada  proceso   de   transformación   encarnan   la   representación   de   la   voluntad    del pueblo, de su búsqueda de justicia, paz y prosperidad. Los ideales del líder o dirigente emanan de las necesidades del pueblo, de sus carencias presentes y aspiraciones futuras.

El Presidente ha llevado a un nuevo nivel la representación democrática de la voluntad popular con el ejercicio de las consultas, podrán esgrimirse múltiples críticas en su contra por su carácter perfectible, pero son la semilla del nacimiento de la democracia directa en la toma decisiones del gobierno, es el pueblo decidiendo en beneficio del pueblo desde  el contexto social, cultural e histórico de cada segmento de la sociedad en México. Asistimos a una trasformación histórica, las señales de cambio de régimen son claras y el presidente pretende que se reconozca la trascendencia del momento que se está inaugurando en la historia de México, la Cuarta Transformación de la vida pública del país, de ahí la importancia simbólica de reconstruir y revitalizar nuestra memoria histórica mediante la conmemoración, el debate y el análisis.

El Presidente tuvo a bien designar a Zoé Robledo, Subsecretario de Gobierno, como encargado de la Comisión para la Organización de las Fiestas Cívicas, uno de los mejores perfiles de la 4T, politólogo de formación, conciliador y concertador de acuerdos, con reconocimiento público del mismo Presidente. Será el encargado de iniciar la construcción del espíritu histórico del nuevo régimen, de rescatar la historia de México de la limitada visión neoliberal e impulsarla como elemento sustancial de nuestra identidad nacional, enseñarla como fuente permanente de inspiración para el cambio y la transformación del país.

Es posible que la intención del Presidente de confiar la organización de los festejos cívicos a Zoé Robledo tiene como objetivo que la conmemoración histórica sea al mismo tiempo una política de paz y reconciliación, existen indicios de eso, como la decisión de que los desfiles tradicionales no sean únicamente militares: se integrará a la sociedad civil a las actividades oficiales. Además de que la organización y desarrollo de los festejos será a través de una convocatoria plural y multidisciplinaria, de historiadores, antropólogos, investigadores, maestros y la sociedad en general.

El debate histórico pretende ser extensivo, busca salir del núcleo exclusivamente académico/universitario a las áreas de discusión popular, debe estar presente en los espacios donde la política neoliberal la eliminó. El Presidente ha mencionado que el 20 de Noviembre será una conmemoración destacada, pero el año clave es 2021, altamente simbólico para la 4T: El 13 de agosto se cumplen 500 años de la caída de Tenochtitlán a manos de Hernán Cortés y el 27 de septiembre se logran 200 años de la consumación de la Independencia de México, con respecto a la primera fecha el presidente ha dejado claro que no puede existir conmemoración sin la disculpa por parte del gobierno español por la crueldad, atrocidades y saqueo durante la conquista, (postura válida y legítima) con la intención de establecer una nueva postura histórica como Jefe de Estado: llamar a las cosas por su nombre a los hechos de la conquista.

La polémica, el debate y el análisis son preferibles que el olvido, la indiferencia y el desconocimiento de nuestra historia porque estamos tratando con un cambio de régimen donde se pretende formar una nueva conciencia histórica en México, trascender generaciones en la construcción de mejores ciudadanos, una tarea de gran magnitud, afortunadamente visualizada por un hombre de Estado y con encargo de su organización y dirección a un político altamente profesional.

 

 

 

 

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