Cuadrilátero

Protesta en Palacio Nacional
Foto: Ernesto Rosaslanda

Los tiempos políticos parecen pasar rápido, se van directo a la esperada arena electoral, la cual para algunos partidos políticos, su pretensión es llevar a la superficie de la credibilidad el submarino hundido en un pasado que, como la pandemia, tiene el efecto de colocar en el ambiente lo que eufemísticamente han llamado “la nueva normalidad”, la que nada tendría que ver con la que estaba antes de marzo de 2020. Para otros, en cambio, será no regresar al estado de cosas antes de julio de 2018.

En esa arena electoral los viejos medios hacen su función. Un caso, así lo quisieron hacer los medios de control masivo, que notoriamente cobró importancia y se convirtió en, según ellos, “la nota”, ha sido el del candidato a gobernador por MORENA en Guerrero, Félix Salgado. Un insistente e intencional machaqueo diario en las principales voces beneficiadas en el anterior régimen político, aprovechando una vieja demanda de abuso femenil se convirtió todos los días en una especie de línea editorial,  observando y oyendolas supuestas acusaciones sin que el supuesto acusado diera su propia versión. Al menos yo no lo observé. Pero en el otro caso, el de Andrés Roemer, acusado también por acoso femenil, no ha tenido la misma insistencia. La obviedad por ocultar a uno de los suyos ha sido asimismo la línea trazada por varios comentaristas, quienes han ignorado el asunto. Y que decir de las protestas. Prácticamente ninguna. Sólo en las redes y en algunas fuentes -como La Jornada y colectivos feministas- sí se visibilizaron notas del otrora animador de liderazgos y representante de la UNESCO; pero en TV azteca, lugar laboral de éste, no. En cambio, el tiempo para el político guerrerense tuvo una amplia cobertura, mostrando con ello una asociación de Morena, como elección y preferencias negativa de cara a las elecciones en ese estado y con altas de posibilidades de ganarlas.

No se duda de que si de ser hallado éste culpable de lo que se le acusa, abuso contra mujeres, debería someterse a la ley. Lo mismo para el trabajador de la segunda empresa televisiva más importante del país, acusado también de lo mismo. En eso estamos d acuerdo; pero no se vale usar un medio o los medios para no tocar el tema del empleado de  TV Azteca. La diferencia es que unos sí tiene el apoyo de un monopolio y el otro no, o tal vez lo tenga de la gente.El daño -como el del auditor en su informe-, está hecho.

El asunto del gobernador de Tamaulipas también se hapolitizado. Distinto a los otros dos, sí ha recibido espacio. Pero más que el de Roemer. Y es que desde los videos difundidos contra el hermano incómodo de presidente, habíamos entramos a una paz activa, rota ahora de nuevo. Videos que por cierto no tuvieron un fin aclaratorio. Que en el actual momento no habría duda de que volvieran desde ambas esquinas.

Ya veremos. Por lo pronto, ni la presunción de inocenciaduró mucho para el expresidente francés Sarkozy, detenido después de un proceso legal, que ejemplifica que llevar a juicio a expresidentes no es ni mucho menos, un “alucine”, como lo declaró un intelectual orgánico en primera plana del diario El País. Es una realidad. Ni en Francia ni en Estados Unidos, ni en Perú, los presidentes son intocables. Pero aquí aún se sigue pensando en que un hombre sea el símbolo premoderno de un estado de cosas históricamente perteneciente a otro México. Si mucha crítica hubo por intentar enjuiciar a los expresidentes -los beneficiarios de siempre-, es porque los favores aún tienen vida, como en los viejos medios de control social.

No tenemos mucho que presumir como país si en el exterior aún nos mostramos como un viejo régimen que se resiste a desaparecer, que todavía lucha ferozmente con todo, porque en sus entrañas aún permanecen sus prácticas, las cuales están siendo puestas en evidencia. Esto sí que los alucina y los malviaja.

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