Jorge Massías, alas de libertad y soledad

Foto: www.conaculta.gob.mx

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Las  canciones  de Massías  son alas para las ansias de libertad y de soledad.

Las buenas canciones están y van a flor de labios. Se cantan y recuerdan mejor que el libro favorito. Se recrean más que la  película o el cuadro predilecto.

Las buenas canciones surgen del alma. De la experiencia diaria, que es la vida, surgen esas canciones que recogen los pedazos para  reconstruir el frágil sentimiento lloroso que somos, decía Jorge Massías.

Massías, el cantautor de rostro pétreo, como fue  su vida inicial de compositor, contaba  que las canciones son cartas para la supervivencia diaria. Nidos de aves mensajeras donde reposan las alegrías  y las penas.

Massías,  nacido en Villaflores, Chiapas,  y muerto recién, en la ciudad de México, supo muy bien de la  dualidad del goce y  el sufrimiento por la vida que duele más profundo cuando más se cala en ella.

Escribir  y musicalizar canciones  fue el modo suyo para percibir y  sentir la complicidad de la vida. Esa vida que da y quita, que coloca en la condición semejante a la del  animal arrinconado que lame su adormecedora herida.

 

Las canciones vienen del centro del alma,  las manda Dios porque el artista, el creativo, simplemente tiene una percepción diferente de la vida y de las cosas que suceden a su alrededor  y dentro de sí. Es la esencia del alma  la que habla en una canción.

Aquella edad y Nube viajera, entre otras canciones, lo retrataron de cuerpo entero.

Letras y melodías impregnadas  con la nostalgia de la inocencia que nunca volverá; llanto tras  la cortina  del adiós por el buen amor de mujer perdido que  ya no será.

Nube Viajera,  que tanto dolía  a Massías, al fragor de los tragos, como con el estrépito del mariachi, gustaba en su cumpleaños al extinto creador  Gabriel García Márquez.

 

Estas canciones son bagajes que llevo  cargando y no me pesan; creo que voy encima de ellas, me llevan al mundo, a la vida; son parte importantísima de mi vida , porque es mi propia esencia, mi espíritu fue el que habló ahí, mi alma.

La canción de Massías. Los anhelos de libertad y soledad musicalizados.

Massías, apellido moldeado en la suave dureza de la existencia, derivado, quizá , de la palabra masía que refiere a la antigua casa de labores agrícolas, construida a cal y canto en las soledades del territorio.

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