Bajo sus tradiciones sepultan a 12 rarámuri fallecidos tras accidente carretero; buscan a los culpables

Bajo sus tradiciones sepultan a 12 rarámuri fallecidos tras accidente carretero; buscan a los culpables
Foto: Raíchali
*Esta nota fue realizada por Raíchali, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Integrantes del pueblo rarámuri exigen resultados en la investigación del accidente ocurrido en la carretera de Guachochi a Yoquivo, en la Sierra de Chihuahua, en el que perdieron la vida doce personas, entre ellas una mujer embarazada. El conductor y el vehículo que provocó el percance fueron rescatados por un grupo delictivo en tres camionetas y un tractocamión.
Por Patricia Mayorga/Raíchali
Chihuahua – A la comunidad indígena de Somárachi, ubicada en el municipio de Guachochi, en los límites con Morelos y Batopilas, le va a durar muchísimo tiempo sanar su corazón, después de perder a 12 integrantes, entre ellas una mujer embarazada y el siríame (gobernador indígena), Porfirio Cruz Apareachi, en un trágico accidente en el que perdieron la vida el 22 de abril pasado.

Ese 22 de abril, alrededor de las 18:00 horas, un grupo de rarámuri de tres rancherías, entre éstas Cusivaráchi y Somárachi principalmente circulaban a la altura del kilómetro 27 de Guachochi a la comunidad de Yoquivo, municipio de Batopilas, ya que habían realizado varios trámites, pero una camioneta los chocó.
Posteriormente llegaron otras 3 camionetas con personas armadas para llevarse la evidencia del vehículo que presuntamente tuvo la culpa y que provocó el accidente.
Una de las personas que resultó ilesa, tomó un poco de distancia del accidente porque estaba en shock y desde ahí observó lo que aconteció minutos después del percance.
Gente cercana a la comunidad refirió que hay testimonios que declararon lo siguiente ante el Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado:
“Dos personas no recibieron golpes grandes. Uno de ellos estaba en shock porque ahí mismo perdió a sus familiares. Tomó un poco de distancia y subió a un lugarcito alto para mirar, desde ahí vio que a la altura de donde fue el accidente venía una camioneta de frente hacia ellos con una velocidad muy fuerte y ellos no lograron frenar rápido. En cuanto ven la camioneta que se les fue encima, quiso esquivar el chofer con la camioneta llena de personas y en eso se da el impacto casi de frente. Les pegaron en la esquina de la cabina.
“Entonces no se pudo librar del choque, pasó rosando toda la camioneta y en ese golpe tan fuerte fue que aventó a las personas. Pero esta otra camioneta no se volteó, aún así recibió el impacto fuerte (…) el que viene de frente se impacta con la camioneta y se da la voltereta al otro lado del carril el que llevaba gente”.
La persona entrevistada y que ayudó a la comunidad después del accidente (e reserva su identidad por seguridad) relata a Raíchali que la persona que resultó ilesa agregó en su declaración que vio caer por la puerta de la otra camioneta a un hombre armado y no alcanzó a ver si había más gente adentro del vehículo.
“En ese ratito, después de un momento llegan otras tres camionetonas del mismo estilo y empiezan a gritar que rápido levantaran la camioneta. En ese momento llaman un tipo de máquina pesada, ahí cerquita hay un aserradero, llaman a una máquina montacarga para levantar la camioneta. Tres personas delincuentes se acercan y le advierten que no denuncien, luego levantan la camioneta y se van todos rumbo a otra ranchería”, relata la persona entrevistada.
“Esta es la más doloras que ha vivido la comunidad. Los ya fallecidos van a realizar su fiesta de ida, para que lleguen a donde están nuestros ancestros. Entonces, ellos van a recibir el mismo ritual que son privados. Los nutema que harán, ayudan a sanar poco a poco, pero yo sé que les va a durar muchísimo tiempo para sanar su corazón”, detalló María Luisa Bustillos, mujer rarámuri encargada de Asuntos Internos del Ayuntamiento de Guachochi.
María Luisa recuerda que les reportaron el accidente de Guachochi esa misma tarde-noche. “Iba gente trabajadoras, iban adultos y niños”, relata.

Alguien más avisó del accidente a las autoridades en Guachochi. Primero llegó una ambulancia y posteriormente la policía estatal y municipal. Luego de hacer lo necesario, trasladaron a cuatro personas heridas al hospital y a las víctimas mortales al Servicio Médico Forense (Semefo) de Guachochi.
María Luisa Bustillos dio a conocer que al día siguiente, el miércoles 23 de abril, fueron por ella para que apoyara en la traducción del rarámuri al español, para realizar los trámites correspondientes. El hombre que sobrevivió identificó los cuerpos, entre ellos se encontraba su esposa y un hijo, por lo que era necesario apoyarlo en todo el proceso de identificación.
Una vez que les ayudaron con los trámites y los ataúdes, el ayuntamiento de Guachochi y la Secretaría de Pueblos y Comunidades Indígenas, los apoyó en los traslados hasta la comunidad de Apachoachi, a donde hay más fácil acceso. Apachoachi está ubicada a unas dos horas de Guachochi.
De Apachoachi a Somárachi, las personas de la comunidad cargaron los ataúdes por una hora aproximadamente, para llevar a sus seres queridos.
La titular de la dirección de Asuntos Indígenas enfatizó que la gente armada se llevó el vehículo y a la persona o las personas que estaban en éste, para tratar de evadir la responsabilidad que tienen. Es prioridad que se investigue a fondo este caso, advirtió Bustillos.
Al respecto, la misma semana del accidente, el fiscal general del estado, César Jáuregui Moreno, aseguró que tienen identificados a los presuntos responsables del accidente. “Ténganlo por seguro que los vamos a capturar”, aseguró.
“Entendemos que fue un accidente, pero también hay una responsabilidad cuando se provoca una tragedia de esta magnitud”, agregó.
Las autoridades llevaron víveres, maíz y frijol durante esta semana a las comunidades afectadas, para hacer más llevadera la situación.
Asimismo, están pendientes de la recuperación de cuatro lesionados, uno de ellos ya fue dado de alta. Tres de los heridos fueron trasladados a Chihuahua y uno más a Parral.
Entre las víctimas se encuentra un bebé de tres meses y un niño de cuatro años, así como una mujer que se encontraba embarazada.
Las personas fallecidas son:
- M.C.R., de 3 meses de edad
- P.C.L., de 4 años
- Porfirio Cruz Apachoachi, gobernador 30 años
- María Candelaria Cruz Apacheachi, de 35 años
- Celedonio Cruz, de 28 años
- Dionisio Cruz Apacheachi, de 29 años
- Francisco Cruz Apacheachi, de 70 años
- María Guadalupe Cruz Somárachi, de 60 años
- Camilo Somárachi Cuchibérachi, de 38 años
- Moreno Cuchihuevachic, de 25 años
- Ever Cruz Somarachi., de 39 años
- María Refugia Cruz Somárachi, de 28 años
“Fue muy triste, la comunidad está muy triste. Unos perdieron a tres personas en una sola familia, otros a sus hijos. Ahorita está todavía muy conmocionada la comunidad”, agregó María Luisa Bustillos.
Las personas de la comunidad pidieron a los funcionarios del ayuntamiento y del gobierno de estado, que les permitieran realizar la sepultura en privado, de acuerdo con sus tradiciones.
En la cosmovisión del pueblo rarámuri, cuando una persona muere se trata de un acontecimiento de un estado natural y por lo tanto realizan una fiesta o ritual para acompañarles en su camino. En el caso de los hombres, realizan una fiesta por tres años posteriores para que continúen su camino. A esas fiestas les llaman nutema y de acuerdo con sus creencias, los hombres tienen tres almas, por eso es una fiesta por cada una. En el caso de las mujeres, tienen cuatro almas.

“Ellos no tienen panteón, ellos acostumbran llevar los cuerpos a cuevas. Se respetó y tampoco quisieron misa en Guachochi con los cuerpos. Se les preguntó y se respetó la decisión de ellos. Al sacerdote de Guachochi (el vicario de la parroquia de Guachocho, Antonio García) se le explicó que sólo iban a recibir la bendición con agua. Se tradujo al rarámuri lo que el sacerdote hizo. El agua era de los aguajes que tienen ellos, recibieron su bendición de los aguajes que tienen ahí y se les dejaron los cuerpos. Dijeron que ellos empezaban a guardar los cuerpos”, explicó Bustillos.
Las comunidades indígenas de la región difundieron en redes sociales un video para despedir a las víctimas del 22 de abril pasado, con el título “La Sierra Tarahumara está de luto, en memoria de los 13 rarámuri fallecidos”. Ellos cuentan al bebé que estaba en el vientre de su madre.
El video es acompañado del poema náhuatl:
Mañana; mañana que yo me muera, no quiero que estés triste;
aquí… aquí yo volveré convertido en colibrí mujer…
cuando mires hacia el sol sonríe con alegría;
ahí… ahí estaré con nuestro padre; buena luz yo te enviaré.
“Hoy todos somos Somarachi.”

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