Rosa Chillante, el primer archivo de foto feminista en México

*Este trabajo fue publicado originalmente en Lado B que forma parte de Territorial Alianza de Medios. Aquí puedes consultar su publicación.
Rosa Chillante es un proyecto que Greta Rico, fotógrafa documental y periodista, y Carol Espíndola, fotógrafa, pedagoga y mamá, ambas educadoras feministas, iniciaron en el 2024 como un laboratorio de fotografía feminista. Y este año, de manera paralela, lanzaron la iniciativa para conformar el primer archivo de fotografía feminista en México.
El laboratorio, que ya va en su segunda edición, es un espacio horizontal de talleres y mentorías, para formar a mujeres artistas, principalmente fotógrafas, mediante metodologías feministas y de educación popular, que quieran trabajar sus proyectos con ese enfoque.
Y fue precisamente durante el diseño de la currícula del laboratorio, cuando cayeron en cuenta de que si bien hay muchas fotógrafas con enfoque feminista, algunas con trayectorias de décadas, e incluso habiendo esfuerzos muy importantes por compilar y amplificar el trabajo de mujeres artistas que trabajan con metodologías y enfoque feministas, como La Archiva, de Mónica Mayer, no había nada propiamente en fotografía.
Por cierto, el nombre del proyecto es en referencia precisamente al libro de Mayer, una de las precursoras del arte feminista en México, a manera de homenaje a su obra y legado.
“Sí tuvimos muchas conversaciones sobre cómo sigue habiendo una brecha muy grande y un vacío muy importante dentro de las colecciones de fotografía en México, de fotografía que no sólo sea hecha por mujeres, sino que además tenga un statement político feminista”, refirió Greta Rico, quien recientemente ganó el Primer Premio en la categoría Identidad y Género del POY Latam, el certamen de fotografía documental más importante de Iberoamérica.
En el arte hecho por mujeres, ni siquiera el que es exclusivamente feminista, sigue existiendo una desigualdad y subrepresentación, como revela la investigación de la historiadora, crítica de arte y curadora Karen Cordero Reiman, pues por cada 100 obras en los acervos de los principales museos de México, en el mejor de los casos, sólo 25 son de mujeres.
“También creo que estamos en un momento en donde existe una falsa percepción de que ya hay un montón de espacios para las mujeres y bueno, para no irnos tan lejos, un ejemplo claro de que estamos todavía años luz de que eso suceda son las desafortunadas declaraciones del director del Fondo de Cultura Económica hace unos días”, dijo Rico, en referencia al argumento misógino de Paco Ignacio Taibo II con el que justificó la falta de equidad en una colección de poemarios.
Un archivo inédito
Este año, Rosa Chillante lanzó la convocatoria para conformar el primer archivo de fotografía feminista en México, con el objetivo principal de disminuir las brechas de género dentro de las colecciones de arte, y además contribuir a la investigación y a la divulgación de la fotografía feminista en el país.
La convocatoria tuvo una respuesta mayor a la que esperaban, y la selección de piezas estuvo a cargo de la artista feminista Mónica Mayer y la historiadora Mayra Mendoza, quienes eligieron las primeras obras que integrarán el archivo Rosa Chillante. Lo siguiente será imprimir dos imágenes de cada pieza, una se quedará a resguardo del proyecto en Tlaxcala, donde radica Carol Espíndola, autora de Sobredosis de fotografía (2019), y otra será donada a la Fototeca Nacional, donde se expondrá en marzo del próximo año, además estará disponible un archivo digital para su consulta.

El archivo incluye fotoperiodismo, foto artística, foto collage, foto construida y foto documental, que forman parte de proyectos muy diferentes, de mujeres de edades y experiencias diversas, algunas con gran trayectoria, como Gloria Frausto, autora de De cuerpo presente, y la fotorreportera Frida Hartz, la primera jefa de Fotografía del periódico La Jornada.
Las organizadoras creen que por su naturaleza feminista, no han logrado acceder a fondos para este proyecto que por el momento es autogestivo, por lo que la convocatoria para agregar obras al archivo se abrirá cada dos años, sin embargo confían en que este esfuerzo beneficie a la fotografía y el arte feminista.
Una muestra de ello es que la iniciativa llamó la atención de una investigadora de la fotografía, Eunice Miranda, quien presentó el proyecto en un congreso sobre feminismo en Italia. Ahora Miranda junto con otra investigadora presente en ese evento, Michela Frontino, quieren que el archivo sea parte de una exposición colectiva de foto feminista que se realizará en aquel país.
“Queremos darle las gracias a todas las morras que participaron. La verdad es que para Carol y para mí fue muy, emocionante. La verdad sí fuimos muy escépticas, pero cuando vimos que las aplicaciones seguían llegando, seguían llegando, nos emocionó muchísimo, pero sobre todo nos reafirmó que las fotógrafas en México estamos muy ávidas de espacios en donde se reconozca nuestro talento, nuestro trabajo, pero sobre todo donde no se desdeñe el tipo de mirada con la que estamos creando”, concluyó Greta.
* Foto de portada: Carol Espíndola y Greta Rico/Cortesía







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