El Papa Francisco legitimó a la Iglesia Autóctona y la Pastoral de la Madre Tierra en Chiapas

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Religiosos y feligreses de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas consideran que, tras su visita a Chiapas, en febrero de 2016, el Papa fortaleció procesos que desde décadas anteriores había iniciado el obispo Samuel Ruiz García, como la Iglesia Autóctona y la Pastoral de la Madre Tierra, la organización y participación activa de mujeres, y la sinodalidad o toma de decisiones horizontales al interior de la Iglesia.

Durante su única visita a México, el Papa Francisco llegó al estado de Chiapas, donde celebró una misa masiva con la participación activa de indígenas que hablaron en sus lenguas, tuvo reuniones privadas con Diáconos y religiosas de los pueblos originarios, y visitó la tumba del obispo Samuel Ruiz García.

En la homilía efectuada en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, el Papa la inició con una frase en tsotsil; luego habló sobre las luchas de los pueblos indígenas por su liberación, asemejándose con las batallas del pueblo de Israel, citó el Popol Vuh (libro sagrado de los mayas) y habló de la crisis medioambiental, poniendo el énfasis en que los pueblos originarios tienen una estrecha relación con la naturaleza, a la que consideran la Madre Tierra, la casa común y no solo una fuente de recursos.

Todos esos procesos los había iniciado el obispo Samuel Ruiz García, quien durante su periodo a cargo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, de 1959 a 1999, siguiendo los mandatos del Concilio Vaticano II, trabajó para que fueran reconocidos los derechos de los pueblos indígenas y su particular espiritualidad; esto, a pesar de una franca oposición de la jerarquía de la Iglesia Católica de México e incluso por el Vaticano.

Los mensajes que el Papa Francisco dejó en Chiapas, “fueron la legitimación de que lo que ya se trabajaba en Chiapas era lo correcto”, dijo la Canciller de la Diócesis, María Reyes.

“El caminar de la Diócesis iba por un camino adecuado, de acuerdo a los planes de Dios, [la visita y mensaje del Papa] nos vino a dar esa fuerza para seguir adelante este camino que ya se venía haciendo, pero que con la fuerza y la palabra del Papa se confirma”, valoró por su parte, el sacerdote José Luis Besares, integrante de la Vicaría de Justicia y Paz.

Por ejemplo, en enero de 2014 se crea en La Diócesis de San Cristóbal, la Pastoral Diocesana de la Madre Tierra, que toma como eje el cuidado de la tierra y el territorio como mandato divino. La filosofía de esa pastoral que es a la vez parte de la espiritualidad indígena, encontró eco en la encíclica Laudato si’, que el Papa publicó en junio de 2015, donde impulsa el cuidado de la “casa común”, conformada por la naturaleza, los seres humanos y su relación con Dios.

“Su encíclica la retomamos mucho (…) reafirmó, confirmó y nos impulsó más; aunque ya teníamos la decisión en la práctica los pueblos, los hermanos empezaron a moverse cada vez más en el cuidado de la casa común”, explicó la Canciller.

La integración de la espiritualidad indígena al incluir en los rituales católicos formas de adoración de los pueblos originarios, la formación de sacerdotes y de diáconos seglares en las comunidades, en lo que se llamó la Iglesia Autóctona, había tenido oposición desde el Vaticano.

Durante la misa que dio el papa durante su visita a Chiapas, participó de estos rituales y la participación de indígenas diáconos y sacerdotes; esto y “el acercarse y hacer su oración en la tumba del Tatic Samuel, fue un signo muy importante, nos da a entender que nos daba fuerza (…) suavizó los caminos (…) Digamos que en el período del Papa Francisco se logra ya para la Diócesis incorporar estos ritos litúrgicos de manera oficial”, sostuvo el Vicario Besares.

María Reyes sostiene que el Papa también fortaleció el aporte de las mujeres en la Diócesis, por ejemplo en los espacios para que pudieran ser nombradas “incensadoras”, ser ellas las que prenden los incensarios y los mantienen encendidos en las ceremonias católicas “en los pueblos equivale (donde ya se practicaba) no nada más a hacer como un ritual, sino realmente hacer la purificación, la limpieza de nuestra energía”.

Finalmente, menciona la religiosa, el Papa también impulsó el “sinodalismo”, que fue otra aportación del obispo Samuel Ruiz, al convocar a asambleas donde participan las y los integrantes de la Diócesis, hombre y mujeres, religiosos y seglares, quienes acuerdan de manera conjunta reglamentos para la toma de decisiones, reglamentos que se constituyen como leyes.

Papa envió mensaje a la Diócesis tras homicidio de sacerdote Marcelo Pérez

Por su parte, el actual obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Rodrigo Aguilar, recordó que en la homilía que dio el Papa en Chiapas durante su visita, uno de los oradores fue el sacerdote tsotsil Marcelo Pérez, asesinado el pasado 20 de octubre.

En la oración Marcelo Pérez dijo: Está aquí, ha venido nuestro hermano mayor, quién es servidor tuyo. Hay sufrimiento en la tierra, hay muchas personas que han muerto, hay muchas personas que han derramado su sangre; muchos sufrimientos se han cometido sobre tus hijos e hijas, ero aquí reunidos, Señor, te pedimos que nos ayudes. Gracias por tus palabras y tus profecías que el Papa Francisco ha traído ante nosotros, gracias que ha venido a tranquilizar nuestros corazones”.

Una semana después del asesinato del Padre Marcelo, el Papa recordó su legado y envió un mensaje, “a la amada Iglesia de San Cristóbal de las Casas, en el estado mexicano de Chiapas, que llora por el sacerdote Marcelo Pérez Pérez, asesinado el pasado domingo. Un fervoroso servidor del Evangelio y del pueblo fiel de Dios, que su sacrificio, como el de otros sacerdotes asesinados por fidelidad al ministerio sean semillas de paz y vida cristiana”, expresó.

Por su parte, Isela Guadalupe Díaz Lara, seglar que forma parte del equipo que prepara la liturgia en la parroquia de Guadalupe, de la que era párroco el sacerdote Marcelo Pérez, dijo “algo que me queda muy presente y creo que nos queda a todos los que pertenecemos a la parroquia de Guadalupe, es el gesto que tuvo (el Papa) de tomarse ese tiempo y de recordar a nuestro sacerdote (Marcelo Pérez) cuando partió de este mundo de la manera en la que fue. Recordarlo desde la Santa Sede en el Vaticano, quiere decir que también nos tenía presente siempre al pueblo de San Cristóbal, a la Diócesis de San Cristóbal, a Chiapas y a México entero”.

Jóvenes católicos activos en la Iglesia de Guadalupe fueron los encargados del repique de campanas por la muerte del Papa Francisco, dijeron que el mensaje que envió ante la muerte de su párroco, les hizo también sentir su cercanía con el Pontífice.

En la homilía de este día, el obispo Rodrigo Aguilar pidió que quien sea designado sucesor del Papa Francisco continúe su obra, “hay mucho que aprender de él”, dijo.