Investigadores de la UNICACH analizan impacto de parásitos en la acuacultura

Buscando parásitos y bacterias en cerebro de peces.
Foto: Miguel Ángel Peralta Meixueiro
De manera paralela al desarrollo hidroeléctrico impulsado con las presas Malpaso y Chicoasén, la acuicultura en Chiapas ha tenido un crecimiento significativo gracias al uso de jaulas flotantes para la cría de peces.
Miguel Ángel Peralta Meixueiro, profesor e investigador del Instituto de Ciencias Biológicas de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), explicó que en la presa Malpaso existen cientos de estas estructuras debido a la calidad del agua. La especie más cultivada es la tilapia, también llamada mojarra, un pez exótico que hoy representa el 91 por ciento de la producción nacional, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentable (IMIPAS).
No obstante, Peralta subraya que el crecimiento de la acuacultura también plantea retos ambientales. La liberación de tilapias en cuerpos de agua como el río Grijalva o la Laguna Grande de Catazajá ha desplazado especies nativas, como la Vieja hartwegi, que por siglos han habitado en estos ecosistemas.

Hidroeléctrica Chicoasén, del complejo hidroeléctrico Del Río Grijalva. Foto: Cortesía
Desafíos y riesgos sanitarios
El investigador señaló que las tilapias no son difíciles de cultivar siempre que exista buena calidad de agua. Sin embargo, en los últimos años se han registrado episodios de mortandad de peces en la presa Malpaso, vinculados a bacterias y parásitos.
En la presa Chicoasén, otra de las más importantes del estado, las muertes masivas se asocian a un fenómeno llamado surgencia: el ascenso de aguas profundas con compuestos tóxicos que llegan a la superficie durante la temporada de lluvias y fuertes vientos.
A ello se suma el incremento de las temperaturas, lo que favorece la proliferación de microorganismos y enfermedades. Los peces afectados presentan enrojecimiento de aletas, descamación y ojos saltones, lo que los vuelve no aptos para consumo humano ni comercialización.
Todavía no es un peligro, pero tampoco se debe esperar a que se convierta en un riesgo latente, advirtió Peralta.

En corazón y tracto digestivo.
Foto: Miguel Ángel Peralta Meixueiro
Investigación y prevención
Peralta, junto con la doctora Amelia Isabel Paredes Trujillo y estudiantes de la UNICACH, trabaja en la identificación de bacterias y parásitos que afectan a los peces. El estudio de estos organismos ha sido un reto: existen miles y requieren técnicas especializadas, desde claves taxonómicas hasta secuenciación genética.
El biólogo recomendó a la población cocer los peces mediante métodos confiables, como asados o caldos, y no únicamente con limón, ya que este no elimina parásitos ni sus huevecillos.
En los últimos 50 años se han publicado más de 300 artículos científicos sobre parásitos, muchos de ellos aplicados a especies de importancia económica como la ganadería y la acuacultura. Estas investigaciones cuentan con el respaldo de instituciones como la UNAM, el IPN y el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR).
El agua como recurso vital
Para el investigador, el problema de Chiapas no es la cantidad de agua sino su calidad. Aunque el estado cuenta con numerosos ríos y lagunas, muchos están contaminados por descargas de aguas residuales, como ocurre con el río Sabinal en Tuxtla Gutiérrez.
Si bien existen plantas de tratamiento en la capital, no logran cubrir la demanda y en varios municipios no hay infraestructura para el saneamiento. Por ello, el especialista subrayó que el cuidado del agua es una tarea colectiva que involucra tanto al Estado como a la ciudadanía.
UNICACH celebra 40 años de Biología
En este contexto, la UNICACH invita a la Semana de la Biología, que se realizará del 29 de septiembre al 3 de octubre de 2025, con motivo del 40 aniversario de la carrera. El programa incluye conferencias con especialistas, talleres y actividades abiertas al público.

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