Sandra Urania Moreno Andrade: Una vida dedicada a la ciencia, la docencia y la gestión ambiental

Sandra Urania Moreno Andrade

 

Consolidación profesional en la UNICACH

 

Desde sus excursiones infantiles a la naturaleza chiapaneca hasta su liderazgo en investigaciones de impacto ambiental y riesgos geológicos, Sandra Urania Moreno Andrade ha construido una carrera ejemplar. La Universidad Autónoma de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) ha sido su inspiración y espacio en que ha consolidado su experiencia.

Originaria de Tuxtla Gutiérrez e hija del médico militar Horacio Moreno Díaz —quien se definía como «amante de la naturaleza de Chiapas»—, Sandra Urania creció con un fuerte vínculo con los paisajes del estado, acompañando a su padre en recorridos de fin de semana que sembraron en ella una profunda curiosidad científica.

Estudió Biología en la Universidad Veracruzana, donde nació su fascinación por el mundo de los hongos. Su trayectoria profesional comenzó en Jalapa, Veracruz, donde trabajó en la producción de sustancias farmacéuticas. Posteriormente, impulsada por su hermano, continuó su formación con una maestría en Administración Integral del Medio Ambiente en el Colegio de la Frontera Norte, en Tijuana.

Aunque recibió ofertas laborales de instituciones como el Tecnológico de Monterrey y dependencias en Ciudad Juárez, decidió regresar a Chiapas, donde asumió la jefatura del Departamento de Áreas Naturales Protegidas del Instituto de Historia Natural (IHN). Más tarde, se integró como consultora en PLADEYRA S.C., donde aplicó conocimientos en ordenamiento territorial.

Su ingreso a la UNICACH ocurrió en 2001 como docente en la entonces Escuela de Biología. Poco después, fue invitada por la rectora María Elena Tobar a encabezar la Dirección de Investigación y Posgrado, y más adelante, en 2005, asumió la Dirección de la Facultad de Ciencias Biológicas, donde permaneció seis años.

Durante su gestión, impulsó proyectos clave como la apertura de la subsede en Acapetahua y la creación de una maestría en Enseñanza de las Ciencias Naturales, pensada para docentes de nivel medio superior. Esta experiencia reforzó su pasión por la enseñanza, la cual desarrolló paralelamente a su labor como investigadora.

Su doctorado, enfocado en el ordenamiento ambiental en la Sierra Madre de Chiapas y el impacto de cultivos como el café, la posicionó para gestionar proyectos de gran relevancia. Uno de los más importantes fue el manifiesto de impacto ambiental de la presa hidroeléctrica Chicoasén II, un proyecto multidisciplinario que involucró a más de 60 personas y que recibió reconocimiento por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) por la rigurosidad del trabajo de campo.

Después de dejar la dirección en 2010, se enfocó nuevamente en la docencia e investigación, colaborando con instancias como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), en temas relacionados con escurrimientos, uso de suelo, minería y gobernanza ambiental en Chiapas.

Sandra Urania Moreno Andrade

En 2022, asumió la dirección del Instituto de Investigación y Gestión de Riesgos y Cambio Climático de la UNICACH, donde fortaleció el Centro de Monitoreo Volcanológico y Sismológico, así como el sistema de alerta temprana en el estado.

Tras su larga experiencia en la Universidad Autónoma de Ciencias y Artes de Chiapas, la científica considera a esta institución como un reservorio de profesionales que se forman en disciplinas que pueden dialogar ente si: Biología, Energías Renovables, Ingeniería Ambiental, Ciencias de la Tierra y Desarrollo Humano.

“Hemos tenido experiencias de aprendizaje multidisciplinario que llevan a comprender mejor fenómenos complejos como la migración de personas por razones climáticas, entender la decisión de por qué seguir viviendo en un lugar en el que va a haber inundaciones frecuentes”, recuerda.

— ¿Cree que el conocimiento científico es lo suficientemente aprovechado por el gobierno?

— No es suficiente, yo sí creo que por eso debemos insistir. Los estados en los que ha habido mejor vinculación entre la academia y el gobierno son los que han sido líderes, por ejemplo en el manejo del banco de datos para cuestiones de informática. Si se conoce la realidad con datos científicos y siendo más objetivos, pues también se pueden atender de manera eficaz los problemas de que se ocupa el Estado. En ese sentido no es suficiente en Chiapas, pero creo que a mayor sensibilidad de que estén mejor ilustrados quienes están en cargos públicos, atenderán mejor las prioridades que puede apuntalar la ciencia y la academia.

Actualmente, tras 35 años de servicio profesional, 25 de ellos en la UNICACH, Sandra Urania Moreno cierra esta última etapa, opta por nuevos ámbitos institucionales y abre un nuevo capítulo en la enseñanza. Continúa como docente y directora de tesis en la Escuela Nacional de Protección Civil, donde es profesora en programas de maestría y doctorado. También forma parte del Fondo de Conservación El Triunfo, contribuyendo desde la sociedad civil al desarrollo sostenible de la región.

Sandra Urania Moreno Andrade se enorgullece de su compromiso ético con la ciencia y la educación; saber que la consideren aguerrida le hace sonreír. Su trayectoria es la de una vocación dirigida a transformar instituciones, territorios y comunidades desde la fascinación por la naturaleza.

 

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