El nuevo amanecer de los pueblos originarios

El nuevo amanecer de los pueblos originarios
Ceiba que disemina
mi raza entre los vientos,
sombra en la que se amaron
mis abuelos.
Bajo tus ramas deja
Que mi canto se acueste.
Padre de tantas voces,
Protégeme.
Rosario Castellanos
Con la llegada de Cristóbal Colón a tierras americanas el lejano 12 de octubre de 1492 y, años después, de Hernán Cortés, se conquistaron los territorios de Abya Yala, término que significa tierra en plena madurezsímbolo de identidades y respeto por la tierra que habitaron las civilizaciones precolombinas portadoras de saberes y espiritualidades; era, dice Walter Mignolo, un planeta en donde había muchos mundos, es decir policéntrico.
Con la impronta de la conquista, se dio inicio a un largo periodo de sometimiento, sujeción, explotación y discriminación a los pueblos originarios, para configurar un mundo unipolar de más de 500 años.
Estamos viviendo una crisis civilizatoria del modelo de producción, consumo y organización social que emergió en el siglo XVI. Esta tiene correspondencia con la crisis epistemológica advertida por Edgar Morin, en las dos carencias cognitivas que nublan la mirada del sujeto: los saberes separados, compartimentados, y el occidentalocentralismo.
Para abrir camino a la descolonización del saber, requerimos reformar el pensamiento y cuestionar la noción occidental que se instaló como la historia única, la historia de los vencedores.
¿Qué ruta construir?
Algunas claves las encontramos en la lectura del libro del hermano Natalio Hernández, El nuevo amanecer de los Mayas, el cual nos conduce por una travesía memoriosa sobre algunos hechos socio-históricos de la formación social, las civilizaciones– y sus descendientes– que habitaron y habitan estos territorios que conforman el estado de Chiapas. A través de tres escritos: Chiapas espejo de la diversidad, La literatura indígena en tiempos de guerra en Chiapas y El nuevo amanecer de los mayas, recupera la memoria y describe hechos de resistencia de los pueblos originarios, que aportan elementos para entender y comprender la importancia de la pluriculturalidad e interculturalidad de los pueblos descendientes de la civilización mayense y mixe-zoque, entre otras.
Hombre curioso y lector asiduo de la historia; sensible a lo humano, con su palabra nombra las cosas del mundo y la vida y las expresa en poesía. Me evoca a Heidegger quien escribió: el batir de las alas me conmueve cada vez que doy un paso esencial en el pensamiento y me aventuro en lo intransitado. Sin batir las alas el pensamiento no es posible. Quien piensa despega hacia lo intransitado, hacia lo que aún no ha nacido o hacia lo venidero; en definitiva hacia lo nuevo. Mientras pienso, transito por los paisajes conocidos y por conocer.
En los escritos de Natalio se advierte que se detiene a pensar, a re/pensar el lugar de su pensamiento: la multiculturalidad e interculturalidad, el encuentro y diálogo de saberes. En sus textos se interpretan los viejos y nuevos acontecimientos del mundo que nos constituye. El lugar desde donde se ubica y piensa Natalio Hernández es desde su pertenencia a un grupo indígena que habla una lengua materna: el náhuatl, que significa cosas que suenan bien. Se recoloca en su sentipensar y desde otro paradigma ajeno al hegemónico occidental, recupera los saberes Otros de los pueblos originarios, para ecologizarlos, contextualizarlos con sentido y resignificarlos. Al igual que Heidegger, cuando Natalio piensa lo que escribe, cual Colibri inquieto tengo la impresión de que despega con alas imaginarias.
El escritor y poeta que es el hermano Natalio, sabe que el pensamiento, en difentes momentos del pasado y presente, ha transitado por la metafísica y ha quedado encerrado en sí mismo (dogmas), y tambien ha sido colonizado. Su paso como maestro en la Universidad Nacional Autónoma de México, le permitió asomarse a otras estructuras para conocer, mediante principios organizadores, la complejidad de la realidad y percibir sus interrelaciones, ecologizar el pensamiento para poder ecologizar los saberes.
Cuando los problemas se hacen más planetarios, más impensados se hacen. Una inteligencia incapaz de considerar el territorio, el contexto y la complejidad planetaria ciega el conocimiento como lo expresa Edgar Morin en los Siete saberes necesarios para la educación del futuro.
De la lectura del libro El nuevo amanecer de los Mayas, destaco la idea fuerza de la Ceiba, el árbol sagrado de esta civilización, que Natalio Hernández recupera de Jan de Vos del libro Kibeltik (Nuestra raíz voz y corazón de nuestros pueblos) que recorre el camino del pleno día, el atardecer y anochecer, a los cuales Natalio agrega el nuevo amanecer que en Chiapas inició en 1974 con el congreso indígena y se expresó 20 años después con el grito ¡Ya basta! del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
La sistematización que se hace en este libro de hechos y acontecimientos acaecidos en Chiapas, el autor los ordena en tres momentos: Chiapas: espejo de la diversidad, la literatura indígena en tiempos de guerra en Chiapas y el nuevo amanecer de los mayas. Antecedidos por de un preámbulo y un prólogo que destacan los aportes contenidos en el texto en mención. Sin duda, una lectura obligada para entender nuestro pasado y presente.
Chiapa de Corzo, 21 de junio de 2025

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