Fotografiando el barrio, desde adentro
Josué Cantorán Viramontes No está a más de diez cuadras del zócalo y de las oficinas centrales del ayuntamiento, la zona más turística de Puebla, acaso a unos doce minutos en una caminata tranquila, pero el barrio de San Antonio ya se considera zona de riesgo. Ahí se camina con cuidado, de preferencia en compañía de alguien, pues es un foco rojo de pandillerismo juvenil y, lo que es peor, carga un estigma social que lo señala como un barrio impenetrable. Así de impenetrable, San Antonio, el barrio que desde el siglo XIX albergó pulquerías y prostíbulos, el que fue […]