
Campaña
Enfurecidos, furibundos, la oposición pareciera mostrar en su narrativa un temor hacia algo como resultado de la votación para remover a un caduco y elitista Poder judicial. Un miedo a un cambio, reforma en este caso, de un poder que no se elige; es impuesto por una persona: el Ejecutivo -como hizo el expresidente Zedillo-. ¿Acaso hay en ese poder viejas historias de intereses vinculados con esa élite judicial acumuladas durante muchos años?