
Hermanas mixtecas, la resistencia inquebrantable
“Una de las chicas rarámuri expuso su pintura, lloró y la gente lo vio. Estaba llorando por culpa de todos los que estábamos ahí (…) En su cuadro hizo dos realidades: la de la Sierra y la de aquí de Juárez (…) Se alcanza a ver en el cuadro una lágrima. Ella decía que veía en lo que se convirtió la Sierra, ya no son rarámuri los que viven ahí porque los expulsaron, ya son mestizos que han construido casas donde ella recuerda que sembraban”