Futuro de enfermedades para trabajadoras del hogar

Anaiz Zamora Márquez

Foto: César Martínez.

Foto: César Martínez.

Por la no ratificación del Convenio 189 de la OIT, miles de mujeres siguen sin acceso a servicios de salud y sus condiciones se agravan ante el envejecimiento poblacional.

Sin seguridad social y sin acceso a servicios de salud, cientos de miles de trabajadoras del hogar afrontan un agravamiento en sus condiciones de vida, las cuales empeorarán con el envejecimiento de la población.

Enfermas por las condiciones de explotación laboral que padecen en los hogares mexicanos, muchas de ellas posiblemente no verán el momento en el que el Estado se digne a ratificar el Convenio 189 y la Recomendación 201 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que ordenan a los gobiernos garantizar los derechos laborales de estas trabajadoras.

Por 37 años, “Cati” durmió en pequeños cuartos de casas ajenas. Su rutina empezaba antes de las 6 de la mañana, pues tenía la obligación de despertar a las y los integrantes de la familia, prepararles el desayuno y llevar a los menores de edad a la escuela.

Aunque trabajó en seis casas distintas, las condiciones no variaban de una a otra: tenía jornadas de más de 12 horas diarias en las que limpiaba, cocinaba, lavaba y planchaba la ropa de personas que decían “considerarla un miembro más de la familia”.

No obstante, sus “seres queridos” nunca le proporcionaron un seguro de salud para que “Cati” pudiera prevenir y atender la diabetes que le generó el exceso de trabajo.

Como casi la totalidad de los 2 millones 315 mil de trabajadores del hogar (96 por ciento mujeres) que hay en México, “Cati” trabajó sin un contrato que le garantizara seguridad social, aguinaldo, fondo de pensiones, vacaciones, descansos fijos o servicios médicos para ella y su familia.

De acuerdo con cifras del Inegi de 2011, el 79 por ciento de este personal femenino percibe un ingreso de apenas dos salarios mínimos (120 pesos al día); sólo 6 por ciento cuenta con seguridad social; 6.8 recibe aguinaldo; 5.2 tiene vacaciones; 2.1 por ciento tiene acceso a servicio médico privado, y sólo 1.2 por ciento cuenta con un crédito de vivienda.

La OIT refiere que en el país estas trabajadoras apenas ganan 51.7 por ciento de lo que percibe el resto de personas asalariadas ocupadas en otras actividades económicas.
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