Expulsan católicos a indígenas evangélicos de una comunidad de Las Margaritas

Evangélicos desplazados. Foto: Juan Orel

Evangélicos desplazados. Foto: Juan Orel

Alrededor de nueve familias indígenas de la etnia tojolobal conformadas por nueve hombres, 10 mujeres y 14 niños, fueron expulsados de la comunidad Leyva Velázquez en el municipio de Las Margaritas y cinco de sus casas fueron quemadas, por profesar una fe diferente a la católica.

La madrugada de este martes, los hombres, mujeres y niños llegaron al auditorio municipal de Las Margaritas donde fueron alojados provisionalmente por las autoridades locales, luego de que las autoridades ejidales y los líderes religiosos de esa comunidad decidieran echarlos de ella el lunes pasado tras celebrar una asamblea en la que participó toda la población de ese ejido.

El vocero de la Coordinación de Organizaciones Cristianas, Luis Herrera dijo hoy que desde mediados del año 2015, varios evangélicos de la Iglesia Renovación en Cristo «La Dulce Prescencia de Dios», comenzaron a ser hostigados por los lideres en el Ejido Leyva Velazquez Mpio de Las Margaritas.

Señaló que el problema surgió en el ejido vecino de La Florida en donde un miembro de esa Iglesia se vio involucrado en un asesinato mismo que fue detenido y actualmente sentenciado por la autoridad competente.

Esto originó que los líderes del Ejido Leyva Velazquez, pidieran a los evangélicos de esa denominación a que renunciaran a su Iglesia; al no aceptar, les amenazaron que los expulsarían del ejido.

Ayer lunes 4 de enero, se reunieron los ejidatarios, muchos de ellos armados, para destruir las viviendas de los evangélicos y expulsarlos. Los evangélicos huyeron hacia una montaña por temor a ser agredidos físicamente.

Los nueve hombres, mujeres y niños empezaron a buscar caminos en el monte hasta que pudieron salir y tras largas horas de caminata por fin llegaron con hambre, sed y frío a la cabecera municipal donde pidieron ayuda a la Delegación de Gobierno y el Ayuntamiento.

Fueron llevados provisionalmente en el Auditorio Municipal, donde pernoctan esta mañana a la espera de que intervengan las autoridades y dialoguen con los católicos que los expulsaron de su comunidad.

Por lo pronto, llegó la delegada de gobierno, Antonieta Ruiz Suárez con una Brigada de la Jurisdicción Sanitaria con dos médicos y tres enfermeras para brindarles atención médica. Así como desayunos a todos los desplazados.

La delegada dio la orden de sacarlos de ese auditorio y llevarlos a la Casa del Deportista, para su mejor comodidad y darles refugio temporal en lo que sele busca solución a este problema.

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