Algunos maestros ya no regresaron a sus aulas, el SARS-CoV-2 acabó con sus vidas

Cortesía profesor Aquilino Hernández / Archivo / Pie de Página

Más de 200 maestros han fallecido a causa del virus. Han recibido atención deficiente en el ISSSTE, o en hospitales generales, en donde la atención no es gratuita. Tienen que pagar por medicamentos. Al secretario general de la CETEG que falleció esta mañana no querían recibirlo en el Hospital del Quemado, hasta que la Comisión Política de la CETEG gestionó con autoridades sanitarias un espacio, sólo así lo recibieron

#AlianzadeMedios | Por Beatriz García de Amapola

Chilpancingo

Este 24 de agosto los maestros y maestras se pararon frente a dos líneas: la pandemia y el reinicio de clases, que para muchos es salir a la calle, recorrer comunidades y visitar a sus alumnos que carecen de internet y televisión para tomar las clases a distancia, como el gobierno federal lo estableció.

En la Ciudad de México la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) hizo una encuesta a 2,203 maestros ante los protocolos anunciados para el regreso a clases.

Algunos de los datos que esta encuesta arrojó es que 97.7 por ciento está de acuerdo con que la enfermedad sea considerada riesgo de trabajo en la normatividad educativa y en la legislación laboral, 37 por ciento de los profesores son de la población de alto riesgo por la edad, entre 48 y 55 años; 32 por ciento padece diabetes, 27 por ciento tiene obesidad, y 20 por ciento hipertensión.

Amapola. Periodismo transgresor dialogó con líderes magisteriales de Guerrero, de las regiones Montaña baja y alta, Centro y Acapulco, para conocer desde distintas aristas cómo el virus trastocó al magisterio.

Algunos ya no regresarán a sus aulas porque el SARS-CoV-2 acabó con sus vidas.

Deficiencias en el servicio médico

El martes, la secretaria general de la delegación DIII-16-02 de la CETEG, Reyna Bello de Jesús, responsabilizó al Estado por la salud del secretario general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG), Arcángel Ramírez Perulero, quien ese día estaba hospitalizado en el hospital de El Quemado en Acapulco por contagio de la Covid-19.

Ingreso el 30 de julio pasado. Al secretario general no querían recibirlo en el Hospital del Quemado, hasta que la Comisión Política de la CETEG gestionó con autoridades sanitarias y educativas un espacio para el dirigente, sólo así lo recibieron. Murió esta mañana tras casi un mes de luchar por su vida.

Los trabajadores de la educación en el país están afiliados a los servicios médicos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). En estas clínicas los profesores deberían ser atendidos de cualquier enfermedad como el coronavirus.

La profesora manifestó que el caso del secretario evidencia al sector salud, porque el profesor debería de estar en un hospital del ISSSTE, pero ante la falta de especialistas, infraestructura, medicamentos y equipo médico, el maestro tuvo que ser internado en otro hospital.

Expuso en ese momento que el profesor estaba internado en un hospital público, pero que la atención de alguna manera se pagaba. Se está pagando honorarios, medicamentos y toda la atención que implica. Las palabras de la secretaria son: “lo público ya se acabó”.

El coordinador de la Comisión Política de la CETEG en la región Centro, Fredy Gutiérrez Mayo, dijo que Ramírez Perulero, antes de enfermarse, coordinaba una mesa a nivel nacional con el director general del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, justo para ver que mejoraran la atención de sus compañeros que enfermaron en la pandemia.

Según el líder regional, los familiares de los profesores que se contagiaron de la Covid-19 lo buscaron, y mediante el director general, él veía que se les diera la atención que necesitaban, pero no fue suficiente, porque las carencias de este sistema de salud quedaban expuestas.

Fue entonces, compartió, que sus compañeros se atendieron como pudieron con un médico particular. Tenían temor de asistir a una clínica del ISSSTE por la calidad del servicio. Supo que otros maestros con síntomas leves decidieron aislarse, tomar algún remedio casero y esperar que el virus se fuera. La CETEG no tiene una cifra exacta de los profesores que enfrentaron esta situación.

La Montaña alta que de por sí es golpeada por la discriminación y la pobreza no es la excepción para el magisterio en tiempos de pandemia.

En entrevista, la representante de Gestoría Laboral de la CETEG en esa región, Carmela Mateos Pérez, lamentó que en Tlapa el ISSSTE tampoco sea funcional para los pacientes con Covid-19.

Los pacientes, explicó, deben formarse desde las tres de la mañana para apartar lugar y a las seis de la mañana recibir una ficha, sólo así aseguran una consulta ese día.

Si van al Hospital General y se enteran que son profesores no los aceptan, los remiten al ISSSTE. Por ese motivo algunos maestros solicitan su alta voluntaria, aunque les digan que están graves, pero se terminan recuperando en sus casas del virus, contó la maestra.

La situación que mencionó la maestra es drástica: “sabemos que ingresan bien, no hay medicamento, no hay equipo y es entregarlos para recibir las cenizas”.

La representante de la Comisión Política de la CETEG en Acapulco, Adolfina Bautista Vázquez, coincide con lo que dijeron sus compañeros.

Acapulco es el municipio con mayor número de casos de coronavirus en el estado, por ese motivo hay más temor en los profesores que presentan síntomas o tienen el virus.

La maestra dijo que hay compañeros que además de tener síntomas de la Covid tiene alguna enfermedad crónica, y su principal miedo es empeorar al asistir al ISSSTE, cuando quizá ni siquiera están graves.

“El ISSSTE va a tener un programa especial para cuando regresemos a clases presenciales. Las personas de 60 años o más del sector educativo, el docente que esté dando las clases y empiece a sentir síntomas, de inmediato se le va a dar la atención, se le va a dar el confinamiento de 14 días mientras se le hacen estudios”, reveló.

Para la maestra es incongruente esta decisión. Consideró que la atención la deberían recibir todos, porque hasta los jóvenes se están contagiando y mueren. La atención debe ser desde ahora y no esperar las clases presenciales.

El secretario de la organización 8, Montaña baja, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Orlando Gallardo Ramos, confirmó lo dicho por los profesores.

“Por mi experiencia, lo que me ha tocado ver es que muchos compañeros ni siquiera intentan ingresar a esta institución por temor. Mejor no se arriesgan, hay compañeros que ni siquiera lo dicen, guardan su cuarentena. Otro sí nos buscan para ser canalizados”.

La imagen corresponde a la toma de las oficinas de la Dirección de Personal, este miércoles 24 de agosto,  para exigir el pago de los seguros de vida a las familias de maestros fallecidos por Covid. Fotografía: Beatriz García / Archivo

Es probable que unos 200 profesores hayan muerto por Covid en Guerrero

El 13 de julio, antes de que Ramírez Perulero fuera internado por el coronavirus, declaró que en un cotejo de casos que hizo con el secretario de Educación en el estado, Arturo Salgado Urióstegui, más de 100 compañeros, entre docentes, administrativos, de intendencia y jubilados fallecieron por la Covid-19.

El profesor Fredy Gutiérrez indicó que desde que dio la declaración el secretario hasta esta fecha la cifra de muertes pudo duplicarse, porque la pandemia no cesa.

Señaló que en la región Centro tiene un aproximado de 25 a 30 compañeros docentes, administrativos y personal de intendencia, que han fallecido por el SAR-CoV-2.

La profesora Carmela Mateos Pérez lamentó que también entre 25 a 30 maestros han fallecido en la Montaña alta, aunque esta cifra son de los que le han reportado o se ha enterado, y no descarta que sean más.

La información que tiene la dirigente es que la mayoría de estos trabajadores de la educación fallecidos no presentaban ninguna enfermedad crónica que los empeorara con la Covid-19, motivo por el que tendrían más probabilidades de vivir.

Para la profesora en la Montaña alta la muerte de varios profesores por el virus fue sorpresivo.

“Estamos trabajando para presentar nuestra necesidad a las autoridades educativas, independientemente de los que hayan fallecido, necesitamos proteger a la familia”, indicó.

En Acapulco, la profesora Adolfina Bautista tampoco cuenta con un registro de profesores contagiados y que fallecieron, pero conoce el caso de unos 10 profesores que en este momento están contagiados.

La cifra de fallecidos es similar a la que aproximaron sus compañeros en las otras regiones: 25. Sabe que el número es mayor, porque no todos se reportan.

El panorama de la maestra es que la mayoría de los fallecidos presentaban alguna enfermedad crónica como la diabetes e hipertensión, que los hizo más vulnerables.

“La enfermedad es cierta”, expresó la maestra. Pidió a la población cuidarse, porque ve relajamiento pues muchos no están usando cubrebocas incluso en lugares con mucha gente.

El pago de gastos funerarios, otro problema

El lunes profesores de la región Centro tomaron varias instalaciones de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) para exigir el pago del Seguro de Marcha, que consiste en el pago de gastos funerarios de maestros, administrativos y de intendencia.

Los adeudos son desde el 2014, y de esta pandemia dijo Reyna Bello que estaban solicitando el pago para 60 familias.

La aseguradora MAPFRE cerró sus puertas desde marzo, y desde esa fecha están detenidos los pagos, tampoco se pueden hacer trámites.

Adolfina Bautista dijo que las familias de sus compañeros fallecidos están batallando para que se les pague el seguro, justo por el mismo motivo por el que los profesores de la región Centro se manifestaron.

Pidió al gobernador Héctor Astudillo Flores y al secretario de Educación faciliten estos trámites, porque es cansado para los familiares que además traen el dolor de su familiar fallecido.

El secretario de la organización 8 Montaña baja del SNTE confirmó que el trámite sí es tardado. Aseguró que sí se le está dando trámite.

El trámite dura unos dos meses y medio. Porque primero se debe esperar que se le dejen de pagar las quincenas al fallecido, pues después de morir todavía cobran tres quincenas. Luego se tiene que tramitar la hoja de servicio y obtener el formato de baja.

El profesor aceptó que hay pagos rezagados que no se han hecho. Aunque advirtió que la protesta de los maestros de la CETEG el lunes tiene más tintes políticos.

En el caso de la Montaña baja aseguró que se está dando un trato especializado. Se comunican con las familias de los compañeros difuntos para asesorarlos en el procedimiento que hay que seguir. El viernes fue la última reunión virtual con familiares víctimas.

Los dos frentes: la pandemia y el reinicio a clases

Desde el 24 de agosto las maestras y maestros están enfrentando dos situaciones: la pandemia y el reinicio a clases.

A la profesora Carmela Mateos Pérez le preocupa que en la Montaña alta la mayoría no cuenta con señal de internet, televisión y en este tiempo de lluvias constantemente la energía eléctrica se va, entonces los alumnos y alumnas no tienen la posibilidad de tomar las clases por televisión.

Esta situación hace que los profesores salgan y visiten comunidad por comunidad a sus alumnos, poniéndose en riesgo a un contagio, o que ellos contagien a alguien.

A Adolfina Bautista también le inquieta saber cómo se van a suplir en las aulas a los profesores que en Acapulco fallecieron, aunque seguramente los directivos asumirán la responsabilidad mientras no haya un responsable de los grupos.

“Es una labor delicada del maestro porque se está arriesgando mucho. Pero también nuestros alumnos necesitan la atención, no podemos formar más obreros como ya lo decían los reportes”, subrayó la profesora.

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