Sader abre puerta a uso de semillas transgénicas de maíz

Sader abre puerta a uso de semillas transgénicas de maíz

Organizaciones de la sociedad civil rechazan el decreto presidencial propuesto por la Secretaría de Agricultura, el cual abre una puerta a los permisos para uso de semillas transgénicas y al herbicida glifosato

Por Daliri Oropeza

Foto: Greenpeace España

Organizaciones de la Sociedad Civil como GreenPeace en conjunto con la Campaña Sin Maíz no hay país rechazaron y denunciaron de nuevo el decreto presidencial modificado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), en el cual adiciona un artículo que abre el uso de la semillas de maíz transgénicas. Aseguran que están engañando al presidente pues no prohibe explícitamente los transgénicos, ni el glifosato.

Las organizaciones aseguran que lejos de prohibir explícitamente los transgénicos y el uso del  glifosato, añade este artículo que no significa cambios en la situación actual, del decreto presidencial publicado primero el 25 de junio y luego el 4 agosto del 2020, donde pide más investigaciones sobre el glifosato.

“Hacemos un llamado al presidente de México a que ponga orden a los titulares que buscan sorprender y traicionar su confianza para que cumpla su palabra de que en  su gobierno no habrá maíz transgénico y que de manera progresiva se prohibirá el uso de glifosato hasta eliminar su uso”, denuncian en un comunicado.

La investigadora y directora para América Latina del grupo de ETC, Silvia Ribeiro, ya había advertido en Pie de Página que la trampa de la propuesta de la Sader es que “en lugar de que diga: ‘vamos a hacer una transición para la prohibición’, dicen: ‘vamos a hacer un estudio donde participen otra vez las industrias’. Por si fuera poco, quieren que lo pague el Conacyt. No quieren que se vaya a una transición escalonada. Lo que quieren es que se vaya a otra investigación. Y al final vamos a decir: no va a haber transición en 2024. Además, que no sabemos qué gobierno va a estar”.

El artículo que adicionó la Sader, publicado en la página de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) el 23 de octubre de el 2020, dice:

Artículo Sexto. – Como medida especial de protección al cultivo de maíz, se instruye a las autoridades competentes en materia de bioseguridad para que, en el ámbito de su competencia y de conformidad con la normativa aplicable, analicen la posibilidad de no otorgar permisos para la realización de actividades con semillas de maíz genéticamente modificado.

Las organizaciones denuncian que la redacción “deja abierta la posibilidad de analizar si se otorgan o no permisos para el uso de estas semillas lo que va en contra de lo prometido en diversas ocasiones por el presidente Andrés Manuel López Obrador”.

Este decreto lo que hace es programar y coordinar más estudios técnicos que determinen la seguridad de la sustancia química denominada glifosato, entre instancias gubernamentales como Semarnat, Conacyt, Secretaría de salud y Economía.

Sin embargo, tanto científicos, académicos y organizaciones de la sociedad civil han denunciado que ya hay suficientes evidencias de los efectos en el medio ambiente y en la salud del uso de glifosato y transgénicos.

La investigadora Silvia Ribeiro detalló que hay dos estudios importantes en México: uno es en Jalisco, donde detectaron la presencia de diferentes agrotóxicos, uno de ellos el glifosato, en orina de niños.

El otro de la UNAM, donde analizaron la presencia de residuos de glifosato en alimentos en México, y lo que tuvieron fue un porcentaje muy alto de glifosato tanto en tortillas como en todos los elementos que tienen maíz o soya.

El glifosato en México se usa sobre todo en cultivos industriales, pero también se usa en cultivos más pequeños como herbicida y se también en jardinería. No solo en usos agrícolas. Es en este momento el herbicida más usado en el mundo, también en México.

El presidente López Obrador, explica Ribeiro, dijo en campaña que no iba a permitir transgénicos en México. Sin embargo, su gobierno ha permitido la siembra de algodón transgénico. Es un algodón tolerante a varias cosas, no es sólo al glifosato.

La s organizaciones denunciaron que ya ha más de mil 108 investigaciones científicas que existen efectos adversos del glifosato en la salud y el ambiente en el mundo. Además ha sido catalogado como probable cancerígeno por la a Agencia Internacional de Investigación de Cáncer (IARC) desde 2012.

“Greenpeace México y la Campaña Nacional sin Maíz no hay País recientemente levantamos la voz para exigir la publicación del decreto presidencial para la prohibición de transgénicos y glifosato para proteger la integridad de México como centro de origen del maíz y de numerosos cultivos, entre ellos el chile, el frijol, la calabaza, la vainilla, el algodón, el aguacate, el amaranto, el chayote, el cacao y el maguey. Sin embargo este decreto no los protege”.

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