La corrupción de Odebrecht bailó al ritmo jarocho

La corrupción de Odebrecht bailó al ritmo jarocho

Surgen nuevas revelaciones de pagos que realizó la firma brasileña a empresas fantasma en Veracruz; las transacciones ocurrieron mientras Javier Duarte amasaba poder y se alistaban los detalles de la construcción de Etileno XXI.

Por Andrea Cárdenas y Rodrigo Soberanes / Quinto Elemento Lab

Ilustración: Carlos Álvarez

La constructora Odebrecht realizó una serie de transferencias millonarias a empresas fantasma en Veracruz entre 2009 y 2011. Estas operaciones, hasta hoy desconocidas, ocurrieron mucho antes que los supuestos pagos indebidos por 10.5 mdd a Emilio Lozoya.

Odebrecht envió a dos empresas jarochas 3.9 mdd utilizando un par de offshore creadas específicamente para repartir sobornos, y una de estas empresas veracruzanas también envió al menos 7.4 mdd a Odebrecht, según revelan documentos confidenciales en poder de la fiscalía brasileña a los que tuvo acceso Quinto Elemento Lab.

El carnaval de dinero que viajó de Brasil a Veracruz constituye una nueva pieza de información en el entramado de corrupción del caso Odebrecht en México, donde hasta ahora las autoridades solo han investigado los presuntos sobornos que recibió el exdirector de Pemex entre 2012 y 2014.

Las autoridades no han detallado qué papel jugaron los envíos de dinero entre Odebrecht y las empresas veracruzanas, aunque exdirectivos de la compañía confesaron que hicieron aportaciones a la campaña de Javier Duarte y el propio exgobernador acusó que fue presionado por el expresidente Enrique Peña Nieto para agilizar trámites en favor de Odebrecht para la planta petroquímica Etileno XXI.

Las offshore que realizaron los pagos fueron Constructora Internacional del Sur e  Innovation Research Engineering and Development Ltd. (IREAD), controladas por Olivio Rodrigues Júnior, el más importante operador de la red de sobornos de Odebrecht. Las empresas jarochas fantasma que recibieron los recursos fueron Construcciones Joint Venture y Blunderbuss Company de México, según los registros internos de Odebrecht en poder del Supremo Tribunal de Justicia de Brasil obtenidos por la Red de Investigaciones Periodísticas Estructuradas de la que es integrante Quinto Elemento Lab.

Odebrecht creó una estructura de empresas en paraísos fiscales para ocultar los pagos ilegales que repartía entre políticos de América Latina, y en Veracruz se montó una red de compañías fachada diseñadas para encubrir los recursos ilícitos que la constructora movía a esa entidad.

Por primera vez se conoce que Constructora Internacional del Sur, la offshore montada en Panamá, envió 1.8 mdd en 2009 a Construcciones Joint Venture, una empresa creada por quienes en la vida real son un estudiante de 19 años y un operador de maquinaria pesada de Tuxpan.

De la otra empresa, Blunderbuss Company —cuyos movimientos financieros ya habían sido reportados parcialmente por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad— ahora se sabe que no solo recibió 2.1 mdd en 2010 y 2011, sino que también hizo transferencias hacia la offshore de Odebrecht por un monto de 7.4 mdd. Los supuestos accionistas de Blunderbuss son un vendedor de seguros y un despachador de gasolina en Poza Rica.

 

Vende en tianguis y ‘recibe’ millones

José Octavio Delgado Sánchez vende ropa en uno de los tianguis que se mueven por diversos lugares de Tuxpan. En 2006 era un joven estudiante y, según el Registro Público de Comercio, aportó 25 mil pesos para fundar junto con su socio Erick Iván Lira Cruz, la firma Construcciones Joint Venture SA de CV.

El domicilio que se dio de alta para Delgado es una modesta vivienda donde reside su familia, ubicada en la congregación Santiago de la Peña, a las afueras de Tuxpan y a un costado de la autopista que lleva a Poza Rica. En esa casa su padre tiene una tienda de abarrotes.

Vivienda de la familia de José Octavio Delgado, el supuesto accionista de una empresa que recibió millones por parte de Odebrecht. Fotografías: Rodrigo Soberanes

Vivienda de la familia de José Octavio Delgado, el supuesto accionista de una empresa que recibió millones por parte de Odebrecht. Fotografías: Rodrigo Soberanes

Quinto Elemento Lab visitó la casa de los Delgado, no estaba el hijo pero pudimos hablar con su padre, también Octavio. Dijo ignorar cómo es que el nombre de su hijo aparece vinculado a Construcciones Joint Venture y aseguró que su hijo no tiene ninguna relación con la industria de la construcción.

Octavio padre dijo que recientemente se dieron cuenta que había “un asunto con Hacienda” y desde enero pagaron a un contador para aclarar el tema y desvincular el nombre de José Octavio de la empresa en la que aparece como socio de Erick Iván Lira Cruz, a quien el padre dijo no conocer ni haber escuchado mencionar antes.

Tres años después de haber sido creada, la compañía recibió seis millonarios pagos de Odebrecht, según revelan estados de cuenta bancarios del Departamento de Operaciones Estructuradas, la oficina a cargo de repartir los sobornos de la constructora brasileña.

El otro supuesto accionista, Erick Iván Lira Cruz era un operador de maquinaria pesada y el acta constitutiva de la empresa indica que aportó otros 25 mil pesos para fundar Construcciones Joint Venture. Cuando la compañía fue creada, se anotó como comisario a Octavio Evaristo Lira, un hermano de Erick que entonces era operador de una motoconformadora y que ha sido beneficiario de programas sociales del DIF de Tuxpan.

Los hermanos Lira registraron como su domicilio el kilómetro 6.5 de la carretera a Cobos, una zona industrial donde tienen su sede otras empresas de construcción y de maquinaria pesada, muy cerca del puerto de Tuxpan. 

Quinto Elemento Lab pudo constatar que nadie en la zona conoce a los hermanos Lira. Ni los guardias de seguridad ni los trabajadores de la zona habían escuchado antes sobre ellos o acerca de la empresa Construcciones Joint Venture.

El apoderado legal de Construcciones Joint Venture es Enrique Orta García, cuyo nombre aparece en el padrón veracruzano de Morena y en la lista del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de contribuyentes con créditos fiscales cancelados.

Calle Ébano, en la colonia Chapultepec de Poza Rica donde supuestamente vivía el apoderado de las empresas fantasma.

Además, Orta también aparece como apoderado de Blunderbuss, de otras tres empresas supuestamente fundadas por los hermanos Lira y de otras compañías que han sido incluidas por el SAT en su lista de empresas fantasma. Nadie en la cuadra donde supuestamente vivió en Poza Rica dice conocerlo y el inquilino que renta la vivienda asegura que la casa estaba abandonada desde antes que ellos llegaran.

Una búsqueda en el registro público mercantil de Veracruz arrojó que junto con Construcciones Joint Venture y Blunderbuss fue creada una madeja de 12 empresas fachada que comparten nombres de supuestos accionistas, comisarios y apoderados.

Por ejemplo, Erick Lira también aparece como accionista de la empresa de construcción Building Sarogas de México, junto con su hermano Octavio.  Mientras que sus hermanos Edgar y Eduardo, uno soldador y otro operador de grúas y ambos beneficiarios de programas asistenciales para personas de bajos recursos, aparecen como dueños de otras dos empresas en Tuxpan: Joint Venture Systems y Servicios Civil Electromecánicos, compañías creadas el mismo día y por la misma notaría.

En Joint Venture Systems aparece como accionista y administrador único Felipe Alejandro Fernández Zamora, un guardia de seguridad del café La Parroquia que en sus tiempos libres trabaja vendiendo celulares y videojuegos por internet.

Quinto Elemento Lab contactó a este comerciante de 42 años que vive en un conjunto habitacional del Infonavit y se mostró incrédulo al conocer que es el dueño y administrador de una empresa; era la primera vez que escuchaba el nombre de la compañía y dijo no conocer a nadie de los presuntos accionistas, comisarios y apoderados.

La notaría que vio nacer todo este enjambre de empresas es la Número 2, de Héctor Manuel Sánchez Galindo. El notario negó que las empresas hayan sido dadas de alta con él, pese a que las actas constitutivas y los registros de comercio así lo indican.

Notaría 2 en Tuxpan, donde se dieron de alta las empresas fantasma.

Además del mismo notario, comisarios y apoderados, las empresas tienen otra cosa en común: no tienen actividades comerciales documentadas en registros en México o el extranjero, ni cuentan con oficinas ni tienen una marca registrada. Tampoco tienen teléfono ni una página web o perfiles en redes sociales.

Las otras empresas que comparten los mismos apoderados, socios, contadores y comisarios y que se entrelazan con las compañías a las que Odebrecht transfirió pagos millonarios son Damorsa Company de México, Outsized Company de México, Accelerator Company de México, Minesweeper Company de México, Taskmistress Company de México, Adding Machine Company de México, Bathymetry Company de México, Bloodsuckers Company de México y Geodesia y Asociados. 

Todas estas compañías, con excepción de una, ya fueron incluidas por el SAT en su lista de empresas fantasma. Sin embargo, las autoridades no han confirmado si estas compañías tuvieron alguna participación en el entramado de Odebrecht.

El misterio de los pagos

Las transferencias de recursos entre Odebrecht y las firmas veracruzanas, sucedieron durante la época de Duarte y mientras la filial de Odebrecht se alistaba para la construcción de la planta Etileno XXI, considerada por la propia constructora como la más grande inversión jamás realizada por una empresa brasileña en el exterior.

Los primeros pagos hacia las empresas jarochas se registraron en julio de 2009, el mismo mes en que Duarte fue electo como diputado federal. También hubo pagos cuando estaba en curso su campaña a la gubernatura y las transacciones continuaron varios meses después de que resultara ganador en los comicios del 4 de julio de 2010. 

Las transacciones también sucedieron durante los dos meses previos a la subasta que lanzó Pemex para el suministro de etano en Etileno XXI, en la que resultó ganadora la empresa mexicana Idesa y la filial de Odebrecht, Braskem. Los pagos continuaron después de que Pemex y Braskem firmaran el contrato en febrero de 2010 y siguieron hasta un año después, mientras se alistaban los detalles de la construcción de la planta.

El exgobernador —encarcelado por lavado de dinero y asociación delictuosa— reveló el mes pasado desde prisión que el expresidente Peña Nieto lo presionó para favorecer a Odebrecht. Duarte y su equipo legal declinaron aportar más detalles para este reportaje.

El exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, dijo en su denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) que Odebrecht dio dinero ilegal para ganar el contrato de Etileno XXI, lo cual fue negado por Braskem Idesa.

Un portavoz de Braskem afirmó que la empresa desconoce las transacciones que se hicieron con las firmas fachada en Veracruz. “No tenemos conocimiento. Somos empresas completamente diferentes. Los negocios de la constructora Odebrecht no están relacionados con los negocios de Braskem Idesa”, dijo en una nota enviada a Quinto Elemento Lab.

La FGR declinó comentar acerca de las transferencias de Odebrecht a las compañías veracruzanas “debido a que son investigaciones en curso” y la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales tampoco respondió a un cuestionario que se le hizo llegar, pese a que los directivos de Odebrecht confesaron haber hecho pagos de medio millón de dólares a la campaña política de Veracruz y de 350 mil dólares a la de Tamaulipas.

Las empresas fantasma se han convertido en uno de los mecanismos más utilizados para ocultar el origen ilícito de recursos derivados de hechos de corrupción, dijo Keyla Vargas, especialista en seguridad y prevención de lavado de dinero del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia. 

“En México han sido sumamente útiles justamente porque permiten a las autoridades que participan en esquemas de corrupción expedir comprobantes fiscales para justificar gastos que no se realizan”, dijo Vargas.

 

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Este reportaje es parte de las publicaciones de la Red de Investigaciones Periodísticas Estructuradas, liderada por la organización IDL-Reporteros, de Perú, y que integran reporteros de Brasil (O Globo), México (Quinto Elemento Lab), Venezuela (Armando Info), Uruguay (Sudestada), Panamá (La Prensa) y Argentina (La Nación).

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