Mario Marín se queda en la cárcel, le dictan auto de formal prisión

Mario Marín | Flickr

La semana pasada el Juzgado Segundo de Distrito en Quintana Roo rechazó la petición de que pudiera seguir el juicio bajo arresto domiciliario


#AlianzadeMedios | Por Ernesto Aroche Aguilar de Lado B

El exgobernador de Puebla, Mario Marín Torres, seguirá encarcelado mientras el juicio en su contra continúa, acusado de ser uno de los autores intelectuales de la tortura que sufrió la periodistas Lydia Cacho a manos de policías estatales en diciembre de 2005. El Juzgado Segundo de Distrito en Quintana Roo le dictó el auto de formal prisión esta madrugada.

Se reúnen los elementos del delito de tortura y se acredita la probable responsabilidad de Mario Plutarco Marín Torres en el delito, según se lee en el documento que se leyó en el juzgado.

La noticia fue dada a conocer, y celebrada, por la organización Artículo 19, la cual lleva la representación legal de la periodista desde hace varios años, y la ha acompañado en su peregrinar por instancias nacionales e internacionales, entre ellas la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, para obtener justicia.

Esa búsqueda de justicia le ha permitido obtener ya una disculpa pública por parte del gobierno mexicano a enero del 2019, por una resolución de la ONU.

Disculpa que, por cierto, fue expresada por la actual secretaria de Gobernación y ministra en retiro, Olga Sánchez Cordero, a quien se le atribuye el voto que exoneró de facto a Mario Marín cuando su caso llegó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El delito de tortura que se le imputa al priista contempla una pena que podría alcanzar hasta los 12 años de prisión.

Esperamos –dijo Aracely Andrade, abogada en Cancún de Lydia Cacho– un proceso feroz que puede durar hasta dos años. Se trata de un aparato muy grande con recursos muy grandes. Este auto de formal prisión no es aún justicia, es apenas el inicio del proceso para alcanzarla.

La abogada calificó de inédito que se esté llevando a juicio no sólo a un gobernador, sino que además se le esté acusando como autor intelectual en una acusación de tortura contra una periodista.

Siempre vemos a los autores materiales, eso es lo ‘fácil’, lo complicado es llevar al banquillo a quien lo ordenó. A mi que me tocó vivir esto con Lydia en 2005, y vinieron por ella un convoy de cinco vehículos, todo un aparato para sancionar ordenado por el gobernador, en el que detrás estaba la defensa no de Kamel Nacif sino de Succar Kuri.

Por el momento, tanto Kamel Nacif, el otrora llamado rey de la mezclilla, y Adolfo Karam Beltrán siguen prófugos; al primero se le tiene ubicado en Líbano, del segundo se presume que sigue en el México.

Mario Marín lleva su defensa; Lydia en el exilio

En su cuenta de twitter, Lydia Cacho aseguró que durante la sesión en la que se resolvió el auto de formal prisión para el priista, este “lucía displicente y seguro de que el juez no le daría auto de formal prisión. Dice que no quiere abogados, que él llevará su propia defensa, pero detrás sigue la red de abogados del poder aliados a Kamel Nacif y Gamboa. Seguimos en la batalla”.

La periodista vive en España desde el 2019, pues tuvo que dejar el país luego de sufrir agresiones e incluso la ejecución de sus mascotas.

En las páginas del diario El País publicó las siguientes líneas: “Escribo este texto desde España, donde me encuentro protegida en desplazamiento forzado por la violencia de la delincuencia organizada de mi país en mi contra”.

Hubiera querido estar en el hogar que me construí en Quintana Roo (México) desde hace casi dos décadas, pero de allí me vi obligada a huir tres meses después de que girara la orden de aprehensión internacional en contra de tres hombres de poder: el exgobernador de Puebla Mario Marín, el multimillonario Kamel Nacif Borge y el exjefe de la policía de Puebla Adolfo Karam Beltrán.

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