Así son las mujeres que son desaparecidas en Sinaloa

Así son las mujeres que son desaparecidas en Sinaloa

Joven, de complexión delgada, tez morena clara, cabello lacio y largo, las características predominantes entre las mujeres desaparecidas en Sinaloa.

Por Scarlett Nordahl en Revista Espejo

De complexión delgada, cabello largo, lacio y negro, ojos café obscuro, tez morena clara, labios medianos y joven, ese es el perfil de la mujer que es desaparecida en Sinaloa.

En México hay un total de 24 mil 821 mujeres que continúan desaparecidas y no localizadas. En la entidad la cifra alcanza los 576 casos, de los cuales el 88.3 por ciento se dieron de 2010 a la fecha.

El registro de la Comisión Nacional de Búsqueda brinda los rangos de edad que tenían al momento de ser desaparecidas las mujeres, niñas y adolescentes que continúan sin ser localizadas en el estado desde los años 60 a la fecha:

  • El 5 por ciento tenía entre 0 y 10 años
  • El 26.43 por ciento contaba con 10 a 19 años al momento de ser desaparecidas
  • El 26.95 por ciento tenía de 20 a 29 años
  • El 17.73 por ciento tenía entre 30 y 39 años
  • El 9.21 por ciento entre los 40 a 49 años
  • El 4.52 por ciento entre los 50 a 59 años
  • El 1.56 por ciento tenía 60 o más años

En Hasta Encontrarles se realizó un análisis de un total de 30 fichas de búsqueda de mujeres desaparecidas que continúan activas y se encontró que la tez más común entre las víctimas es la morena clara con 50 por ciento; la blanca le sigue con 33.3 por ciento; mientras que la morena representa el 16.6 por ciento.

En cuanto a la complexión, la característica que más predomina es la delgada, con 53.3 por ciento; le sigue  la mediana con 20 por ciento; la robusta con 16.6 por ciento; quedando al final la regular con 10 por ciento, aunque esta última se utiliza como medida estándar para describir a la persona.

Otras de las características que resaltan son que uno de cada dos casos las mujeres desaparecidas tenían el cabello largo, lacio y café obscuro/negro; el 24.8 por ciento tiene ojos café oscuro medianos; mientras que 46.6 por ciento tiene labios medianos.

De estas fichas el 34.7 por ciento tiene alguna particularidad como usar tatuajes y perforaciones.

VIOLENCIA FAMILIAR, UNA DE LAS CAUSAS DE LA DESAPARICIÓN DE MUJERES

En un análisis presentado en el 2021 por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB), que fue presentado con el apoyo de la delegación de la Unión Europea en el país, se concluyó que la violencia de género es la principal causa detrás de este delito.

La cual se ve representada en el feminicidio y la trata o el secuestro con fines de explotación, explotación sexual o explotación sexual con fines comerciales.

Priscila Salas Espinoza, líder del colectivo feminista No Se Metan Con Nuestras Hijas, manifestó que al menos existen 9 delitos relacionados con la desaparición de niñas, adolescentes y mujeres, de los cuales coinciden con aquellos identificados en el análisis antes mencionado, pero se añade la violencia familiar, donde se manifiestan la económica, psicológica y sexual.

“Tenemos todos estos delitos que están relacionados con la desaparición de niñas, adolescentes y mujeres, y para determinar qué es lo que está sucediendo en el contexto de nuestro estado es muy importante darle seguimiento a lo que el fiscal anterior (Juan José Ríos Estavillo) ya había aceptado”, comentó la activista y defensora de los derechos de las mujeres en Sinaloa.

Para Salas Espinoza, el hablar de cifras es agotador, pues solo se cuentan a las desparecidas pero no se habla de las acciones que se están emprendiendo. Se suma la indiferencia y la nula apertura de parte de la Fiscalía General del Estado para escuchar a las colectivas.

“Hemos intentado retomar con la nueva fiscal los acuerdos que se habían tratado con la anterior administración, pero ella no quiere. Se niega a escucharnos, recibirnos e implementar medidas en el sentido que hace falta. Para nosotras es triste ver que esté pasando esto”, lamentó.

Glorimar López García fue desaparecida en Mazatlán, Sinaloa el 29 de octubre de 2020. Hasta el momento su familia continúa buscándola. Fuente: Cortesía de la familia

EL CASO DE GLORIMAR, LA ENFERMERA QUE FUE DESAPARECIDA EN MAZATLÁN

Glorimar López García tenía 26 años, al momento de ser desaparecida. En su ficha de búsqueda la joven, que se destacaba como enfermera, es descrita como una mujer de complexión robusta, de tez morena clara, con ojos café oscuro, cabello largo y negro.

Los avances en la carpeta de investigación del caso de Glorimar López García, una enfermera que fue desaparecida en Mazatlán el 29 de octubre de 2020, mientras se encontraba en la casa de sus suegros ubicada en el fraccionamiento Misiones, existen porque la familia de la joven asumió el papel de investigadores y han ido recopilando datos que den explicación de qué pasó ese día.

“El día 28 por la noche estuvimos platicando con ella, conversando y todo muy bien. Ella quedó de venir el 29 por la mañana, como era su rutina cuando ella se iba al trabajo”, dijo Gerardo López Acosta, padre de Glorimar.

Ella venía, dejaba a las niñas aquí y se las cuidamos, ya al mediodía regresaba por ellas cuando salía de trabajar. Pero no llegó. Cuando pasó (la desaparición), estaba en casa de sus suegros, nosotros no sabemos cómo sucedieron las cosas. Sabemos lo que ellos nos han contado”.


Glorimar continúa hasta la fecha sin ser localizada

Gerardo, quien en sus tiempos libres sale a buscar a su hija junto a los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, recuerda que al ver que no llegó esa mañana de inmediato trató de localizarla junto a su familia, fue ahí cuando se enteraron de que un grupo armado se la había llevado a ella y a su pareja de nombre Ismael.

Ese mismo día acudió a la agencia del Ministerio Público Especializada en Desaparición Forzada de Personas, se lanzó una ficha de búsqueda y se activó el protocolo Alba.

En cambio, la familia de Ismael, padre de las hijas de Glorimar, no presentó ninguna, denuncia por su desaparición

“La denuncia la pusieron como a los dos meses, ellos decían que no la ponían porque no tenían un acta de nacimiento. Nosotros la encontramos entre los papeles de Glorimar y se la entregamos a Fiscalía para que se la llevaran y por eso la pusieron”, dijo Claudia García Ramírez, madre de Glorimar.

Al ver la renuencia con la que los suegros de su hija se encontraban en cuanto a poner la denuncia, comenzaron a recabar pruebas que le diera sentido a la versión de los hechos que la familia de la pareja y padre de las tres hijas de la joven enfermera presentaban.

Encontraron que Glorimar, previó a su desaparición, hizo las compras como acostumbraba, cocinó albóndigas, su platillo favorito, y acostó a dos de sus hijas. Antes de perder total comunicación, sostuvo una conversación con su hermana donde le planteaba la posibilidad de separarse de su pareja e independizarse.

“¿Y si me separo? ¿Me ayudarías a buscar una casa y con la renta en lo que me acomodo? Por si se me atora la carreta”, escribió la joven a su hermana vía Whatsapp.

Los padres de Glorimar y su hermana han continuado buscando, han tenido acercamiento con la actual fiscal, Sara Bruna Quiñonez, con el secretario de gobernación del estado y con el mismo gobernador, Rubén Rocha Moya para exigir la pronta aparición de Glorimar.

La carpeta de investigación entró a una pausa indefinida y a la espera de avances, como la maleta que Claudia le preparó a su hija para llevársela de viaje cuando regrese.


Zumiko Lizbeth continúa sin conocerse su paradero.
 Fotografía: Cortesía de la familia

DESAPARECER ANTES DEL PROTOCOLO ALBA: EL CASO DE ZUMIKO

Zumiko Lizbeth Félix Ortega tenía 21 años cuando fue desaparecida. En su ficha de búsqueda se describe a la joven como una mujer de complexión mediana, tez morena clara, ojos grandes de color café obscuro, en ese momento su cabello estaba teñido de rubio con mechas, aunque su verdadero tono es negro y lacio. Además en medio de los hombros, en la espalda, tiene tatuados cuatro pajaritos, una paloma y un corazón. 

El 9 de febrero de 2016, Zumiko Lizbeth Félix Ortega fue invitada por su cuñado a buscar un regalo para la novia del joven. Él pasó por ella a su casa, estaba cercano el día de San Valentín y quería lucirse con su enamorada, relató su madre Irma Lizbeth Ortega Higuera.

Zumiko aceptó ayudarlo, se subió a la camioneta de su cuñado y se fueron, sin decirle a dónde irían a buscar el presente.

El día transcurrió, era tarde y no regresaban. Fue hasta las 09:45 de la noche, aproximadamente, cuando Lizbeth le marcó por teléfono a su hija, quería saber dónde estaba y ella respondió. Le dijo que estaba bien, que se encontraban en El Estero de Juan José Ríos, una localidad agrícola ubicada en el norte del estado de Sinaloa, eso fue lo último que sabría de ella.

“Me dijo que la policía los estaba siguiendo; su voz estaba agitada, la escuché mal, la sentí mal. Podía escuchar a través del celular la sirena de una patrulla, le insistí y me seguía diciendo que estaba bien. Me dijo que estaba por El Estero. Su compadre le dijo que se tenían que bajar, le dije que no me colgara y que no se bajará. Después escuché como se echaron a correr, le pedí que no colgará y ella me dijo “Te amo mamá”, y me colgó”, recordó la madre de Zumiko, quien ahora forma parte del colectivo Rastreadores Fe y Esperanza en Ahome.

Desde el momento en que interpuso la denuncia en el Ministerio Público, Lizbeth se sintió señalada y juzgada. Emitieron una ficha de búsqueda, le hicieron prueba de ADN y, similar al caso de Glorimar, los últimos avances que presenta la carpeta del caso de Zumiko, están ahí porque Lizbeth los encontró y recopiló.

Zumiko Lizbeth Félix Ortega fue desaparecida el 09 de febrero de 2016. Fue hasta el 18 de mayo de 2022 que su caso se incorporó bajo el protocolo Alba. 

“Una como madre quiere saber que va de avance en la investigación y pues ellos solo preguntaban qué era lo que yo sabía. O sea que era lo que yo había investigado, yo los enteraba a ellos, querían que los ayudará con informes, y creo que es injusto porque el trabajo es de ellos, de la autoridad”, recordó Lizbeth con indignación.

PROTOCOLO ALBA PARA BUSCAR A MUJERES DESAPARECIDAS

En septiembre de 2018, en el marco de la XXXV sesión ordinaria del Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, se acordó la instalación del Protocolo Alba en las entidades federativas en las que aún no operaba.

“Aquí no había un protocolo, una manera de encontrar a las niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas. La fiscalía lo único que hacía era tomar la denuncia y darle el tratamiento que se le da a cualquier otra. Eso a mí me pareció escandaloso”, recordó la activista Priscila Salas Espinoza.

“Me puse a investigar en Sinaloa cuáles eran los pasos y sí había alguien que había procurado implementar el protocolo. Me di cuenta que era obligatorio para todos los estados de México, que Sinaloa estaba incumpliendo con esa sentencia, que estaban siendo omisos y no garantizando los derechos humanos”.

En conferencia de prensa, el titular de la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada, José Luis Leyva Rochín, realizó un recuento de las estadísticas de los últimos tres años, donde habló sobre aquellas relacionadas al Protocolo Alba.

“En el 2020 hay que recordar que empezó a aplicarse el Protocolo Alba a partir de la conformación del comité técnico en febrero de 2020. A partir de esa fecha, a la terminación del año, se activaron 54 fichas, de esas 54, 39 están desactivadas y pendientes de desactivar 15. En el 2021 son 75, 60 desactivadas y 15 están pendientes. Y en el 2022 van activadas 42, 31 desactivadas y 11 sin desactivar hasta la fecha”, apuntó Leyva Rochín ante los medios de comunicación en Culiacán.

Priscila Salas Espinoza, aseguró que como colectivo le han brindado seguimiento al cumplimiento efectivo del Protocolo Alba, pieza fundamental para poder localizar a aquellas mujeres que no han regresado a casa, pero consideran se quedó trunco y no hay voluntad, ni ganas de garantizar los derechos humanos de las niñas, adolescentes y mujeres que son víctimas de este delito.

“Es que es así, si tú o yo hubiéramos desaparecido antes del 2019, nadie nos hubiera buscado. Parece ser que lo que quieren es actuar para que las estadísticas se modifiquen pero, por ejemplo, presumen que los feminicidios van a la baja, pero la desaparición de niñas, adolescentes y mujeres no está a la baja, son muchísimas las que están desaparecidas y si no hay cuerpo, si no lo buscan, no hay delito que perseguir”, señaló Salas Espinoza.

***

*Scarlett Nordahl es feminista y periodista sinaloense. Investigadora para el proyecto #HastaEncontrarles, corresponsal en Mazatlán para Fórmula Noticias y colaboradora de Revista ESPEJO.

Este trabajo fue realizado para Global Organized Crime Index (https://ocindex.net/) y Global Initiative Against Transnational Organized Crime (GITOC)

Sin comentarios aún.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Comparta su opinión. Su correo no será público y será protegido deacuerdo a nuestras políticas de privacidad.