Sin acuerdos, vecinos de Iztacalco logran parar extracción de su pozo de agua

Un grupo de vecinos de las colonias Viaducto Piedad y Nueva Santa Anita se reúnen afuera del pozo de esas colonias para colocar carteles de protesta en contra de la extracción desmedida. Foto: Arturo Contreras

*Esta nota fue realizada por Pie de Página, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.


La Alcaldía Iztacalco aceptó dejar de extraer aguas del pozo que surte a las colonias Santa Anita y Viaducto Piedad, después de que vecinos lo clausuraron por la extracción desmedida. Ahora piden un estudio de factibilidad técnica y la creación de un pozo de captación como medida de mitigación. 

Texto y Fotos: Arturo Contreras Camero

CIUDAD DE MÉXICO.- A una semana de que los vecinos de las colonias Nueva Santa Anita y Viaducto Piedad clausuraran su pozo comunitario por la cantidad desmedida de pipas, con las que la Alcaldía Iztacalco extraía agua para venderla, los vecinos no solo demandan un estudio de factibilidad para conocer la capacidad del pozo, además, piden que se haga una trinchera de absorción pluvial para la recarga del acuífero que lo alimenta.

La semana pasada, después de denunciar que se extraían más de 600 mil litros por día de ese pozo, y que el líquido era vendido entre mil 800 y tres mil 800 pesos (dependiendo de la distancia y la capacidad de la pipa) en colonias cercanas de esa misma demarcación, los vecinos clausuraron el pozo Nueva Santa Anita. El día siguiente, el alcalde, Armando Quintero, aseguró que no se llenaría ni una pipa más y que se abriría una mesa de diálogo con los vecinos, misma que se llevó a cabo el viernes 17 de marzo.

“El alcalde reconoció que en realidad había una mala coordinación entre la Alcaldía y Sacmex –el Sistema de Aguas de la CIudad de México, encargado de llevar el líquido a toda la capital– y dijo que se comprometía a regular esa situación. Por su parte, el representante de Sacmex dijo que no estaba en conocimiento de la extracción. Tan es así que al otro día llegó una cuadrilla a cambiar el candado del pozo, que era controlado por la Alcaldía, cuando es atribución de Sacmex”, cuenta al respecto Francisco Yedra, uno de los vecinos del lugar que estuvo durante la reunión.

A pesar de haber tomado el pozo por iniciativa propia y para defender sus recursos, los vecinos no se niegan a compartir el líquido con otras colonias. Sin embargo les preocupa no solo la falta de líquido en sus hogares, sino también que la extracción desmedida pueda afectar el subsuelo, causando afectaciones a sus casas.

“Ellos señalan que las pipas iban para la Agrícola Oriental, pero ya nos contactamos y ahí hay vecinos que nos dicen que por allá no llega ninguna pipa, porque ellos sí están conectados al suministro del Lerma. Que envidia nos daría de la cantidad de agua que sale de la llave”, cuenta Juan Carlos Granados, otro de los vecinos que salieron a defender el pozo.

Los vecinos cuentan que tanto la Alcaldía como Sacmex quedaron perplejos ante la organización vecinal, y que incluso reconocieron que, por el estiaje de la temporada y por que no habían podido completar otros trabajos para llevar agua al centro de la ciudad tenían que echar mano de los pozos de otras colonias.

“Ellos mismos reconocieron que habían tenido un problema en San Gregorio (en Xochimilco) y que los pobladores no les habían permitido disponer del recurso allá, y que por eso tenían que estar con las pipas acá”, cuenta Juan Carlos Granados.

Un par de instructores de futbol preparan los materiales para su clase en una cancha semipública, operada por la Alcaldía Iztacalco. Foto: Arturo Contreras

Opacidad en recursos

El uso que ha dado el alcalde Armando Quintero al pozo que está en la esquina del parque de la colonia, no es exclusivo de ese pedazo del terreno. En esa misma cuadra hay un par de salones de usos múltiples y una cancha de futbol. Todos, cobran sus servicios a través de la administración del parque, que depende de la Alcaldía. Sin embargo, los vecinos no tienen claridad del destino de esos recursos

“Si vienes como vecino, tienes que pagar por usar el espacio. Antes, todo este terreno era un panteón, pero en los 70 se convirtió en un campo de futbol llanero, de ahí, por ahí del 86 los vecinos requerimos que se construyera un parque y fue en el 89 que se perforó el pozo, que como tenía el parque, contaba con un área de recarga”, cuenta al respecto Juan Carlos, que a sus 42 años, ha pasado toda la vida en esta colonia.

La cancha de futbol privatizada llegó en 2003, cuando el hoy alcalde Quintero, dirigía la demarcación como delegado. Después. construyó un salón de usos múltiples junto a uno que ya existía, solo para cobrar el uso de ambos, Los vecinos aseguran que la administración del parque no maneja efectivo, pues todos los pagos se hacen a una cuenta, de la que ignoran el manejo o el destino.

Actualmente, por las noches llegan muchas personas de otras colonias a jugar partidos de futbol en una cancha de pasto artificial, enrejada y con iluminación, lo que molesta en cierta medida a los vecinos, por el paso incesante de personas ajenas a la colonia y los riesgos de seguridad que ello implica.

Por ello, durante la reunión del viernes solicitaron a la alcaldía mover la cancha de futbol a un deportivo cercano y usar ese espacio para construir una trinchera de recarga hidráulica. Además, piden que se aclaren las irregularidades de la extracción de pipas, su destino y los recursos que generaron. Y que el Sistema de Aguas presente un estudio de factibilidad de ese pozo para saber su calidad y capacidad de extracción.

Hasta el momento no ha habido respuesta de la Alcaldía, sin embargo, los vecinos esperan tener respuestas la próxima semana, durante otra mesa de seguimiento.

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