Fallo condenatorio contra segundo coautor del asesinato del reportero Israel Vázquez

Fallo condenatorio contra segundo coautor del asesinato del reportero Israel Vázquez
Ilustración: Pop Lab

*Esta nota fue realizada por Pop Lab, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.


Por Verónica Espinosa

Testimonios acreditaron de forma suficiente que el crimen fue una represalia al trabajo periodístico del reportero salmantino; sentenciado José Luis N participó en planeación y ejecución del crimen con un tercer implicado, cuya identidad salió a relucir


José Luis N escuchó de frente al juez penal federal Rubén Yair Caballero declararlo culpable del homicidio calificado del periodista Israel Vázquez Rangel, reportero de El Salmantino, después de 21 audiencias de un proceso que fue alargado todo lo posible por dilaciones de la defensa del inculpado.

Las pruebas presentadas fueron suficientes para que el juez determinara que hubo premeditación, alevosía y ventaja en este crimen, cometido, según lo expuesto, por un afán de venganza contra Israel por su cobertura periodística de la inseguridad e incidencia criminal para El Salmantino.

José Luis es no solamente el segundo coautor material de disparar en contra de Israel esa madrugada del 9 de noviembre de 2020 en la calle Villa Salamanca 400 (el primero, Martín Eduardo López, fue sentenciado a 20 años al confesarse culpable). También es señalado por participar en la planeación del crimen, junto con Martín Eduardo y otro hombre identificado como Juan Armando, “El Gordo” o “El árabe”.

El juez tomó en cuenta testimonios, peritajes de balística, criminalística y forense que determinaron que los disparos hechos por José Luis y por Martín Eduardo causaron la muerte del periodista.

Israel Vázquez Rangel. Foto: especial.


Pero también aclaró que, aunque algunos peritajes o los peritos que atestiguaron pudieron cometer errores de fechas o de explicaciones -que fueron resaltados por la defensa de José Luis- él mismo tuvo la posibilidad de ver, durante el desahogo de las pruebas, los videos tanto del C5i (Centro estatal de control y comunicaciones) como de otra cámara de seguridad.

A estas videograbaciones se sumaron las del propio teléfono celular de Israel, mismo que permaneció activado cuando éste recibió los primeros disparos que lo tumbaron al piso, donde posteriormente recibió otros más y hasta que llegaron los paramédicos a brindarle la primera atención, para después trasladarlo en ambulancia al hospital de Pemex.

Este último video, además de registrar los sonidos de los disparos, grabó algunas voces. Una de ellas con una orden determinante, que durante el juicio la Fiscalía afirmó que fue dada por José Luis a su cómplice “El tacones” mientras Israel Vázquez yacía en el suelo ya herido: “¡Remátalo!”.

“Un reportero estimado en Salamanca”

Tras el fallo condenatorio expuesto este miércoles, los detalles de la audiencia serán explicados por el propio juez el próximo martes 12 de septiembre en una sala del Centro de Justicia Penal Federal en Guanajuato, donde se llevaron a cabo las 22 audiencias de este proceso.

Para esa nueva audiencia, la Fiscalía especial para la atención de delitos cometidos contra la libertad de expresión (FEADLE) presentará algunos testimonios y pruebas, a fin de que el juez determine la individualización de las sanciones.

Por lo pronto, este miércoles, al emitir el fallo condenatorio, el juez dijo haber valorado pruebas aportadas y desahogadas durante el juicio, inicialmente reunidas por la Fiscalía general del estado y presentadas por la FEADLE, que atrajo este caso en el año 2021.

El juez remarcó en principio la plena identificación de Israel Vázquez como periodista, así como las referencias de que se trataba de un reportero muy conocido, popular y estimado en Salamanca.


El juez se enfocó en dos testimonios fueron fundamentales para demostrar más allá de toda duda razonable la responsabilidad y participación de José Luis en el crimen: el primero fue un vecino de “El Gordo” que escuchó de manera directa e indirecta la planeación del crimen y lo ocurrido cuando éste fue cometido, pues conoció desde el momento en que se planeó, cuando se dispuso de la vida de otra persona para que sus restos fueran colocados en la calle Villa Salamanca 400.

Igualmente supo cuando los dos autores materiales acudieron a cometer el crimen y posteriormente al menos uno de ellos, José Luis, regresó al lugar donde se ideó todo.

Este testigo ratificó durante el juicio lo que declaró al inicio de la investigación, además de que señaló directamente al inculpado en la sala de audiencia, el primer día del juicio.

El segundo es un bombero que ofreció su testimonio de manera anticipada, pues debió salir del estado antes del juicio por amenazas de muerte. Este testigo narró que, al acudir a acompañar a su esposa al trabajo esa madrugada en la calle Villa Salamanca 400, presenció cuando los dos coautores materiales acudieron en una motocicleta a dejar unos restos humanos a plena calle; que vio llegar al reportero Israel Vázquez para hacer una cobertura de lo que se consideraba como un hecho delictivo, y que vio cuando los dos responsables llegaron en una motocicleta verde con negro, de la que bajaron y le dispararon inesperadamente al reportero.

Entre ambos hicieron 12 disparos, siete de los cuales le dieron al reportero en distintas partes del cuerpo.

Israel falleció más tarde, cuando era atendido en el hospital de Pemex en Salamanca. La autopsia reveló que siete de los disparos le provocaron varias lesiones, pero 3 de las balas fueron mortales, al lesionar órganos vitales como el pulmón derecho y el hígado.

Las balas que causaron estas heridas mortales correspondieron a dos armas: una de calibre 9 milímetros y otra de calibre 45. Una de estas armas fue identificada en otro hecho delictivo (en otra carpeta de investigación) lo que permitió ubicar a José Luis y que éste fuera, a fin de cuentas, identificado como coautor del homicidio calificado de un reportero que ese 9 de noviembre salió a hacer su trabajo.

El juez desestimó la mayoría de los argumentos que la defensa de José Luis presentó en los alegatos finales, al considerarlas subjetivas. La abogada del hoy condenado pretendió evidenciar, a lo largo del juicio, que Israel recibió una atención médica deficiente y que “pudieron haberle salvado la vida”.

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