Guatemala cumple una semana de paro indefinido
*Esta nota fue realizada por Pie de Página, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.
Texto: Redacción Pie de Página
Foto: Leopoldo Batiz y Omar Pérez / Prensa Comunitaria
CIUDAD DE MÉXICO.- Este domingo se cumplieron siete días del paro nacional convocado por los 48 Cantones de Totonicapán, la Alcaldía Indígena de Sololá y otras autoridades indígenas para defender la democracia en Guatemala. La semana transcurrió con un aumento progresivo de toma de carreteras,y la suma de otros sectores de la población, como transportistas, comerciantes, pequeños empresarios, médicos y universitarios.
También ha implicado la paralización del tránsito vehicular en carreteras en los 22 departamentos del país. Las protestas demandan la renuncia de los fiscales que intentan boicotear los resultados electorales del pasado 20 de agosto, en donde fue electa la fórmula de Bernardo Arévalo y Karin Herrera.
Sublevación indígena
El lunes 2 de octubre, líderes indígenas de Guatemala convocaron a un paro nacional indefinido en demanda de la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchinche y el juez Fredy Orellana.
Tres días antes, la Fiscalía allanó por cuarta vez el Tribunal Supremo Electoral y decomisó varias cajas con los votos de las elecciones.
“Nos declaramos en paro nacional indefinido, haciendo una convocatoria a todos los ciudadanos y organizaciones del país a sumarse a la protesta», declararon en un un comunicado de los 48 cantones de Totonicapán.
Durante ese día, unos 200 líderes indígenas comenzaron un plantón en la sede de la Fiscalía y 21 carreteras fueron bloqueadas, incluyendo la concurrida entrada norte de Ciudad de Guatemala. Seis días después, las barricadas ya bloquean 64 carreteras.
La resistencia
Después de una semana, el resultado del paro es incierto. Pero la gente sigue en las calles resistiendo, mientras la demanda de renuncia de los fiscales crece con los días.
Estados Unidos ha pedido que se respeten los resultados electorales y que se garantice el cambio de mando en enero de 2024.
Funcionarios locales empezaron a renunciar por presión de sus pobladores y el jueves 5, un bloque de empresarios se separó de la postura política conservadora de las cámaras empresariales. El viernes 6, se sumaron los estudiantes de dos universidades privadas y el personal sanitario de un hospital público.
«Hasta ahora no hemos tenido represión, solo provocaciones y amenazas por parte de grupos de choque del gobierno», cuenta un activista, vía whats app.
«El pueblo está muy motivado, quienes no participan en las barricadas se organizan para que no falten insumos. Sin embargo, las cortes siguen sin resolver a favor los amparos de semilla y aliados. Hay un gran debate sobre si las resoluciones qué ha emitido últimamente la Corte de Constitucionalidad son correctas o no ya que sus comunicados y respuestas suelen ser muy ambiguos».
El gobierno retiró permisos de descanso a la policía, para estar alertas, pero el fin de semana pasó sin mayores complicaciones. Y este lunes se prevé que continúen las protestas.
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