La gestión adecuada del agua podría orillar a una reconversión productiva en Sinaloa

La gestión adecuada del agua podría orillar a una reconversión productiva en Sinaloa
Ilustración: Revista Espejo

*Esta nota fue realizada por Revista Espejo, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.


Por Josué Piña

El 92 por ciento del agua de la que disponemos en Culiacán es destinada al sector agrícola.

Culiacán, Sin.- Tan solo en el municipio de Culiacán, el 92 por ciento del agua de la que disponemos está destinada al sector agrícola, mientras que tan solo el 8 por ciento restante es para el abastecimiento público, de acuerdo a datos del economista Rafael Figueroa Elenes.

“Esta proporción tan alta que se destina a la agricultura genera distorsiones y alteraciones en la distribución del agua porque algo que todavía hace más grave el asunto, es que de esa gran cantidad de agua que se destina a la agricultura, se desperdicia casi el 40 por ciento del agua”, explicó.

El especialista comentó que en las últimas décadas la agricultura ha perdido peso en la estructura productiva en la entidad, ya que las personas ocupadas en el sector terciario la superan por mucho; sin embargo, informó que los productos que se siembran en el presente demandan una mayor cantidad de agua.

Factores como el cambio climático reflejado en menos precipitaciones pluviales, la mala administración de los recursos hídricos, aunado al crecimiento poblacional de Culiacán y la expansión urbana, es decir, a que llueve menos, la agricultura requiere más agua y que somos muchas más personas demandando el vital líquido, hace que la presión que existe sobre el uso del agua sea cada vez más fuerte.

“Las presas si comparamos el almacenamiento que tienen ahora, con el almacenamiento que tenían hace 40 años, por ejemplo, nos daremos cuenta que las presas almacenan apenas entre el 20 y el 30 por ciento de lo que almacenaban en aquellas épocas”, expuso Figueroa Elenes.

***

Un largo periodo de sequía culminado con lluvias prolongadas como las que se registraron recientemente en el estado de Sinaloa tras el paso del huracán Norma, hace que tanto especialistas como autoridades planteen la posibilidad de cambiar el modelo económico en el campo sinaloense.

En el estado existe una superficie agrícola de 850 mil hectáreas de riego, más otras 700 mil hectáreas de temporal, siendo la gran mayoría de estos terrenos destinados a la siembra de maíz, produciendo entre 4 ó 5 millones de toneladas anualmente en nuestra región.

En esta coyuntura climatológica, recientemente el gobernador Rubén Rocha Moya comentó que analiza la posibilidad de proponer a los agricultores la siembra de frijol negro y pinto, en vez de maíz, lo anterior como una medida para disminuir el gasto de agua en la siembra de este grano, y además, recudir la superficie de este cultivo que demanda mucha más cantidad de agua que otros productos.

MIRAR AL FUTURO

Por su parte, el subsecretario de Agricultura del Estado, Ramón Gallegos, precisó a Espejo que esta propuesta solo es un programa emergente que podría arrancar el próximo ciclo agrícola en Sinaloa mediante agricultura por contrato, opinó que lo mejor sería ir visualizando a futuro toda una reconversión productiva en el estado.

“Sí, por supuesto debemos de analizar para que no pasen estas caídas tan drásticas de mercado en la comercialización del maíz como la que tuvimos en este año. Sabemos bien que estamos supeditados a lo que la Bolsa de Chicago establece en los precios futuros”, explicó.

El funcionario señaló que lo que se debería de comenzar a hacer es no establecer volúmenes de maíz en demasía para que no tenga una caída estrepitosa en el mercado, como lo que ocurrió este ciclo.

“Recordemos que los únicos que tienen asegurado un precio de garantía por el cultivo de maíz son los productores pequeños de hasta 10 hectáreas. Entonces, es una buena alternativa para los productores que establecen un mayor volumen de hectáreas, obviamente el frijol no es la misma rentabilidad que la del maíz, pero sí es una buena opción a diferencia de cultivos como el garbanzo o el frijol claro, el cártamo y el sorgo, que si se produce demasiado, baja el precio”, indicó.

Al respecto, el director de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el investigador Irvin Mijail Soto, opinó que es pertinente ir pensando en la reconversión productiva, ya que es necesario transitar hacia cultivos  que utilicen menos cantidad de agua, pero que al mismo tiempo sean rentables en términos económicos para el productor.

“De tal manera que no vaya ciegas a producir cualquier cultivos nomás por no cultivas maíz”, sugirió.

“Lo que le interesa al productor es el precio que pueda haber en el mercado, que además ese fue un problema este año, rondaba el precio en los 5 mil pesos, además de que el precio era bajo en términos de precio internacional, el tipo de cambio estaba depreciado, entonces, eso hacía que el precio final era bajo”, sostuvo.

No obstante, el académico consideró que está dinámica ya no va a poder ser con la producción del maíz en la entidad, por lo que los agricultores ahora tendrán que analizar qué cultivos les dé ese mismo rendimiento.

Para darnos una idea del panorama, Mijail Soto dio a conocer para 2050 en el planeta habrán unas 10 mil millones de personas, aumentando con ello cuatro veces la producción mundial de alimentos, pero con mucho menos agua disponible.

En contraste, explicó que se espera que para ese entonces la disponibilidad del agua disminuya en un 40 por ciento; por lo tanto, la tendencia marca a que el uso o la gestión del agua se vuelva cada vez más importante para los gobiernos y para los productores.

Por su parte, la productora Altagracia González, opinó que el tema de establecer un programa de siembra de frijol negro y pinto tiene que ser viendo la necesidad que hay en el mercado. Dijo que si bien la reconversión productiva podría ser una solución para los agricultores de Sinaloa, es algo que se tiene que hacer de manera integral.

“Hay que hacer un ordenamiento de producción de acuerdo a necesidades, de acuerdo a costos de producción, de acuerdo a la vocación misma del terreno, y sobre todo la disponibilidad de tierra. Ese esfuerzo tendríamos que construir los productores, el gobierno y también en este caso, los compradores o las cadenas comerciales que distribuyen nuestros productos”, comentó.

“Si todos queremos sembrar maíz no es porque queramos, es porque es lo único que nos puede dar una rentabilidad o por lo menos que no salgamos en números rojos. Porque con los frijoles, garbanzos y sorbo hemos salido en números rojos, porque no hay un ordenamiento. Estamos produciendo algo que en el mercado está saturado, no porque nosotros los estemos produciendo en abundancia, sino porque hay una importación con un mercado desleal”, consideró.

Sin comentarios aún.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Comparta su opinión. Su correo no será público y será protegido deacuerdo a nuestras políticas de privacidad.