Esperando la última ola

Antonio Merlin, pescador de 55 años, posa para una fotografía en el lugar que ocupó su casa, destruída por la erosión marina causada por el cambio climático. La comunidad de El Bosque ha sido devorada por el mar, que avanzó mas de 1500 metros arrasando sus calles y viviendas.
02/05/2024
Foto: Gustavo Graf.

*Esta nota fue realizada por Pie de Página, parte de la alianza de medios de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes leer la original.


Este portafolio fotográfico explora como la comunidad de El Bosque ha sido devorada por la erosión marina causada por el cambio climático. Sus habitantes han visto como el mar avanza hacia ellos, inexorable, destruyendo sus casas, robándoles su pasado, su modo de vida y dejándolos con un futuro incierto.

Texto y fotos: Gustavo Graf

TABASCO.- «Aquí estaba mi casa, mis hijos y mis nietos nacieron aquí», dice Antonio Merlin, pescador de 55 años y fundador de El Bosque.

El Bosque es un pueblo que se encuentra en en la costa del estado de Tabasco, en una delgada franja de tierra ubicada entre la desembocadura del Río Grijalva y el Golfo de México. Fue fundado hace unos 50 años por gente que venía de los Tuxtlas, en Veracruz, y que encontró su hogar en este lugar. Hasta hace cinco años vivían ahí unas 90 familias dedicadas a la pesca, en casas construidas con el esfuerzo de años, y el mar estaba a mil 500 metros de distancia de la última calle del pueblo.

En 2019, las familias se dieron cuenta que el mar avanzaba hacia ellos. Cada ciclón, cada norte acercaba más el agua a sus puertas y no retrocedía como antes. Las olas rompían en las paredes de sus casas y erosionaban los cimientos hasta que, una a una, fueron destruídas.

En noviembre de 2022, los pobladores lanzaron un grito de auxilio. Durante una conferencia de prensa denunciaron la falta de apoyo del gobierno mientras sus casas eran arrasadas por la erosión marina causada por el cambio climático. Pedían una reubicación para la comunidad ante la realidad que los azotaba: tenían que dejar sus casas, abandonar el lugar donde habían nacido sus hijos y donde estaban todos sus recuerdos y sus experiencias. Seguir viviendo ahí era imposible.

La burocracia gubernamental reaccionó tarde y se mueve lento. Con poca ayuda del gobierno municipal, pasaron meses después del llamado de la comunidad para que el Congreso del estado y la Sedatu por fin liberaran recursos y un terreno para la reubicación de El Bosque. Pero el terreno luce abandonado y sin avance en las obras de construcción de las nuevas casas.

Panorámica de la comunidad de El Bosque, donde se ven las casas destruidas por el avance del mar. La comunidad de El Bosque ha sido devorada por la erosión marina causada el cambio climático. 13/11/2023 Foto: Gustavo Graf.

Hoy solo queda una docena de familias viviendo en la comunidad, en casas improvisadas de lámina, sin agua potable ni servicios. Quieren mantener su modo de vida como pescadores, pero no saben si eso será posible después de que abandonen El Bosque.

La temporada de huracanes y ciclones de este año está encima y los habitantes que aún están en la comunidad tienen miedo. Una tormenta más y tendrán que abandonar todo para salvar la vida.

También la temporada de pesca es cada vez peor. Hace unos años les permitía generar lo suficiente para vivir todo el año y ser una comunidad económicamente autosustentable. Ahora tienen que salir más lejos en sus lanchas y estar más tiempo en el mar para capturar los suficientes peces para ganar un poco de dinero. Las familias que están desplazadas ahora pagan renta en las colonias cercanas, Rovirosa y La Victoria, o en la ciudad de Frontera.

A pesar de todo, la comunidad de El Bosque es una comunidad llena de vida que encontró en la organización interna la fuerza para ser escuchada. Si no hay final feliz para este pueblo, su lucha por una salida digna continúa.

Para el gobierno esta experiencia representa la oportunidad para establecer un protocolo piloto para los desplazados climáticos en México. Vendrán muchos más

Cristina y su hijo Anthony llevan unas sillas y una bandera mexicana que rescataron de la guardería local de El Bosque. 12 de Noviembre 2022. Foto Gustavo Graff
Celia Figarola llora frente a lo que queda de su casa, destruída por la erosión marina causada por el cambio climático. La comunidad de El Bosque ha sido devorada por el mar, que avanzó mas de 1500 metros arrasando sus calles y viviendas. 07/11/ 2022. Foto: Gustavo Graf
Sarahí juega con su hermano Alexis en lo que queda de su casa, destruída por la erosión marina causada por el cambio climático. La comunidad de El Bosque ha sido devorada por el mar, que avanzó mas de 1500 metros arrasando sus calles y viviendas. 20/04/2023. Foto: Gustavo Graf.
Niños juegan en la rivera del Río Grijalva a la espera de que sus padres regresen luego de una noche de pesca en altamar. El Bosque, una comunidad que depende de la temporada de pesca para sobrevivir, ha sido devorada por el mar que ha avanzado mas de 1500 metros arrasando sus calles y viviendas. Foto: Gustavo Graf.
Mujeres «garulean» (descargar la pesca de las lanchas y llevarla a la bodega para ser pesada y refrigerada) luego de que los pescadores regresen a tierra después de una noche de pesca en altamar. El Bosque, una comunidad que depende de la temporada de pesca para sobrevivir, ha sido devorada por el mar que ha avanzado mas de 1500 metros arrasando sus calles y viviendas. Foto: Gustavo Graf.
Pescadores descargan las lanchas luego de una noche de pesca en altamar. El Bosque, una comunidad que depende de la temporada de pesca para sobrevivir, ha sido devorada por el mar que ha avanzado mas de 1500 metros arrasando sus calles y viviendas. Foto: Gustavo Graf.
Javier Reyes Merlin, apodado El Pulga, camina junto a los restos de su casa, destruída por la erosión marina causada por el cambio climático. La comunidad de El Bosque ha sido devorada por el mar, que avanzó mas de 1500 metros arrasando sus calles y viviendas. Foto: Gustavo Graf.
Yaziel, de 9 años, ayuda a sus padres a salvar sus pertenencias en lo que queda de su casa, después de que quedara inhabitable. El Bosque, un pueblecito de pescadores de la costa del Golfo de México, ha sido engullido por la erosión marina provocada por el cambio climático. El Bosque, Tabasco, México. Foto: Gustavo Graf
Andrés Palma y su familia posan para una foto en lo que queda de su casa, después de que quedara inhabitable. Foto: Gustavo Graf
Un niño ve una película en una tableta en su casa de El Bosque, un pueblecito de pescadores de la costa del Golfo de México que ha sido engullido por la erosión marina provocada por el cambio climático. Desde que la escuela fue destruida, más de 30 niños en edad escolar se quedaron sin clases, algunos acudieron a las escuelas de los pueblos más cercanos y otros perdieron el año escolar. 10 de febrero de 2023. Foto: Gustavo Graf
Emily, acompañada por su abuela Guadalupe y su madre Rubí, hace su tarea con su teléfono en total obscuridad, luego de que la red eléctrica fuera destruída durante una tormenta. La comunidad de El Bosque ha sido devorada por el mar, que avanzó mas de 1500 metros arrasando sus calles y viviendas. Foto: Gustavo Graf.
Habitantes de El Bosque cargan sus pertenencias en una camioneta mientras se preparan para regresar a su comunidad después de que las autoridades locales les pidieran que abandonaran el refugio de Frontera, Tabasco, donde vivieron un par de semanas después de que una tormenta dejara sus casas inhabitables 13 de Noviembre 2023. Foto: Gustavo Graf

Gustavo Graf (@gustavograf_ )es Licenciado en periodismo, fotógrafo documental freelance que se enfoca en la investigación de temas contemporáneos de la sociedad mexicana, explorando cultura e identidad a través de ensayos, fotografía en las calles, retratos y proyectos a largo plazo, en tópicos como el medio ambiente, la migración, la vida en las comunidades indígenas y los fenómenos urbanos de la Ciudad de México.

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