Tequixquiac: donde el maíz sigue latiendo

Tequixquiac: donde el maíz sigue latiendo
Foto: Zona Docs
*Este trabajo fue publicado originalmente en Zona Docs que forma parte de Territorial Alianza de Medios. Aquí puedes consultar su publicación.
A finales de abril y a principios de mayo, la tierra de Tequixquiac se prepara para recibir las semillas que se convertirán en grandes mazorcas para los meses de agosto y septiembre. Sus paisajes se pintan de un verde intenso y los amaneceres y atardeceres se convierten en un gran espectáculo a la vista de pobladores, vecinos y visitantes.
Sus raíces se hunden en una historia de 35 mil años, cuando los primeros cazadores-recolectores de Mesoamérica comenzaron a domesticar esta planta. Hoy, como entonces, los agricultores escarban la tierra con sus manos, para alimentar a su ganado. Pero el maíz, símbolo de vida, enfrenta nuevas batallas: clima impredecible, plagas voraces y un mercado que olvida su valor. Este es el relato de un lugar donde con trabajo, dedicación y paciencia, el maíz sigue latiendo.
Texto y fotografías por Alejandra González Solís / @gonzalezsolisalejandra/ @AleGonSol
Tequixquiac ocupa el tercer lugar en el Estado de México como productor de maíz, donde de un 100%, el noventa por ciento, es forrajero, y el porcentaje restante es en grano para la empresa tortillera o es exportado a otros estados, es decir, su mayor producción se destina a los establos lecheros como silo de maíz, en término medio, pues no llega a su proceso final.
Se estima que la producción de silo de maíz en Tequixquiac al año, es alrededor de 80,000 a 10,000 toneladas. De acuerdo con cifras recabadas en el Plan de Desarrollo Municipal 2022-2024 de Tequixquiac, el 42.3% del uso de suelo es de actividad agrícola, mientras que el 64.8% corresponde a actividades agropecuarias. El principal tipo de cultivo trabajado es el maíz, seguido de la alfalfa, avena, trigo y algunas legumbres.

Las cifras a nivel nacional enmarcan la situación local: Algunos datos del Censo Agropecuario 2022 del INEGI, muestran que el maíz blanco ocupó el primer lugar por superficie sembrada o plantada, así como la producción de los principales cultivos, anuales y perennes, que fueron cultivados mediante agricultura a cielo abierto en México en el año agrícola 2021-2022.
Por otra parte en Panorama Agroalimentario Maíz 2024, se mencionan cifras de acuerdo con SIAP-SADER, del año agrícola 2023, durante dicho periodo se sembraron 6.94 millones de hectáreas de maíz en México, es decir un 0.5 % mayor que el año anterior.
El Panorama enmarca que durante el año agrícola 2023 cinco estados concentraron 56.7% de la producción nacional: Sinaloa (24.2%), Jalisco (12.7%), Michoacán (6.9%), Estado de México (6.6%) y Guanajuato (6.4%).
En cuanto al consumo de maíz grano, éste aumentó en los últimos cinco ciclos comerciales (2018/19 – 2022/23). El SIAP-SADER proyecta que el consumo de maíz blanco disminuya a 9.6% la tasa anual, mientras que el de maíz amarillo crezca a una tasa de 5.1%.
El maíz amarillo destaca en el consumo pecuario, con 74.5% del total, mientras que el maíz blanco, la mayor cantidad es de consumo humano, como la tortilla, alimento indispensable en la canasta básica de la población.
Algunos datos la aplicación meteoblue arrojan que el cambio anual de la temperatura de Tequixquiac ha ido en aumento, sin embargo, el último año la cantidad de lluvia aumentó:
En este contexto, los ejidatarios de Tequixquiac comparten con Somos el Medio cómo realizan su labor, los desafíos que enfrentan y cómo preservan el cultivo de maíz en su comunidad.
Omar González: un arduo trabajo que alimenta al ganado
Omar –originario de Tequixquiac y vecino de la colonia del Sol- cuenta que el maíz lo siembra para alimentar a su hato, empieza a trabajar su milpa a finales de abril y principios de mayo, escarbando y volteando la tierra, para que se vaya aflojando.
“Se riega tres días seguidos, ya a los diez o doce días se voltea con la rastra, se rastrea y ya se siembra el maíz, para que salga parejita la siembra, para que el maíz salga juntito”.
Explica el proceso que sigue para que la planta crezca adecuadamente.
“Ya después de sembrar, esperamos veinte días más o menos para que nazca el maíz, se le echa otro riego y así cada veinte días durante seis meses”.
Menciona los principales tipos de maíz que existen: el temporal y el híbrido. “Hay uno de tres meses y otro de seis meses, el de temporal es de tres meses, se puede sembrar dos o tres veces al año y el híbrido de seis, es cada temporada”.
Para Omar el sembrar maíz se traduce en alimentar a su ganado, y expresa preocupado que la gente en ocasiones no piensa en eso y se roba las mazorcas. “Luego decimos, encontramos a gente robándose los elotes, pero miren el trabajo que es”.
Don Pascual: un ejidatario que le gusta generar empleo
Pascual Galván –habitante de Tequixquiac y vecino de la Colonia San Mateo- menciona que cultiva, selecciona y trata la semilla del maíz en el periodo de abril-mayo-junio, -llamado temporal-, enfatizando que no tiene mucho riego, y que también cultiva el híbrido o de largo periodo, sembrando a más tardar en abril-mayo.
Don Pascual cuenta que cultiva distintas semillas, él adquiere el maíz de la empresa Asgrow, pero también siembra semilla criolla de color azul, blanco, entre azul y blanco; y rojo, que utilizan como temporal.
Relata con entusiasmo los detalles paso a paso del proceso que lleva a cabo para cuidar el crecimiento del maíz. Menciona que el proceso ideal para sembrar, es primero remojar la tierra, sin embargo, por lo regular siembra en seco pues donde él siembra los riegos esperan su turno.
“Los riegos se le ponen a veces cinco riegos en su vida, a veces se le ponen seis, siete, según como como se vengan las lluvias y pues como también alcancen la rotación de los riegos cuando se rola. Al maíz le ponemos enraizador, adherente y un insecticida para que proteja de la plaga del suelo”.
Expresa que la planta necesita de los insecticidas en cierto periodo de tiempo para mantenerse, así como los químicos que le agregan para que se desarrolle y enfatiza en el avance de la tecnología al aplicarlos.
“Posteriormente cuando ya el maíz tiene tres, cuatro hojitas, le aplicamos los ingredientes que se utilizan para poder combatir las plagas. Ya sea con el tractor, con mochila o hasta con el dron, la tecnología pues ha avanzado. Hay que meterle los ingredientes que hoy en día son eficientes para que desarrolle más la planta para que de mejor producción, que se llene más la mazorca”.
Galván expresa que el maíz sufre también de otros inconvenientes, como la mala hierba en cada cierto tiempo. Y menciona que el gobierno les proporciona abono orgánico, el cual les da mucho resultado para el problema, sin embargo, confiesa que no realizan de manera correcta el proceso, pues no cuentan con el equipo adecuado para hacer una composta.
“También se viene mucha maleza, la cual hay que combatir con un sellador y posteriormente todavía cuando ya tiene más o menos de 20 o 30 centímetros volvemos a aplicar otro herbicida para proteger la maleza y dejar el cultivo libre”, añade.
Otra de los inconvenientes por los que han tenido que pasar, es indudablemente el cambio climático, pues la temperatura con el paso de los años ha ido en aumento y por ende se ha visto reflejada en el proceso de siembra.

¡Pierde tiempo la planta, pierde desarrollo, pierde todo!
Don Pascual expresa preocupado que las altas temperaturas, han afectado el proceso por el que pasa su cultivo, pues los riegos en la zona son rolados y de esperar de 17 a 20 días normalmente, en el tiempo de astiaje aumenta de 30 a 33 días:
“Pierde tiempo la planta, pierde desarrollo, pierde todo. No se puede hacer otra cosa, porque no hay manera de llevarle el agua antes”. “Y el agua pues es muy buena porque trae nitrógeno, se lo deposita al corazón de la planta”.
Galván menciona que además de la falta de agua, surgen otros problemas, como las fuertes granizadas que dañan a la planta.
“También nos han pegado mucho las granizadas, cuando caen y la planta está chiquita, pues todavía se puede desarrollar, pero cuando la está agarrando que está jiloteando el maíz no da, se hace vano el elote, eso nos ha pasado y pues también son cuestiones que no podemos evitar contra la naturaleza no hay defensa, sin e, embargo, pues le seguimos echando ganas con el mismo entusiasmo, con la misma fe y con el corazón”.
A pesar de las inclemencias del clima, de las plagas, de todo el tiempo e inconvenientes que se presentan, al final Don Pascual y todos los ejidatarios de Tequixquiac, logran su cometido para alimentar a su ganado con el silo de maíz.
El proceso de ensilado
Galván cuenta cómo llevan a cabo el proceso de ensilado, donde para la conservación del silo este no debe estar en contacto con el oxígeno:
“Cuando el elote está maduro, mazozo, es cuando lo silamos con una máquina y lo depositamos en los lugares donde lo pisamos, lo tratamos y el proceso para que se conserve bien el silo, debe ser que no tenga entrada de aire que no tenga entrada de agua y que esté bien pisoneado”.
Añade que después de cierto tiempo queda listo para alimentar a los animales.“Y también se le aplica un sellador a la parte de la cubierta para protegerlo. Y ya después de 25 o 30 días ya lo podemos aplicar al ganado. En ese tiempo su proceso ya terminó y podemos aplicarlo”.
Don Pascual incluso menciona que dura bastante tiempo y se puede seguir usando. “Puede durar años sin que se toque si no se destapa. Si el año que entra tenemos de hace dos años, pues de ese aplicamos”.
El maíz que se cultiva en Tequixquiac está destinado casi en su totalidad para el ganado, de acuerdo con ciertas razones, según Don Pascual, pues no cuentan con el equipo adecuado para llegar al proceso final del grano.
Nosotros no tenemos una criba como tienen las empresas
Galván menciona que ellos seleccionan la semilla a la antigüita, sacan la mazorca, le quitan la parte de abajo y dejan la parte de arriba sin utilizar, por último, muelen el maíz que les sobra que no pasa la selección, y lo mezclan con alimento para ganado: “Nosotros no tenemos una criba como tienen las empresas para poder seleccionar el tamaño de los granos”, expresa con sinceridad.
Y añade:
“Hay muchas inconveniencias, no tenemos las instalaciones adecuadas para tenerlo. Anteriormente lo metía yo allá en un cuartito que tengo, pero le entra humedad, por debajo del piso de la calle en este tiempo que llueve y pues se echa a perder”.
Sin embargo, cuenta que durante un tiempo sí realizaron el proceso completo para el grano. “Ya nada más cultivamos o cosechamos el que vamos a seleccionar y no hacemos el otro proceso porque apenas nos alcanza lo que sembramos para el ganado”.
Don Pascual menciona que la semilla de maíz que él siembra, la compra cada cinco años, “Compro un bulto de semilla este año y lo siembro en una parcela, lo cultivo, lo selecciono después, y lo vuelvo a sembrar en las parcelas, pero lo hago cuatro años más o menos”.
Y adquiere una nueva para que no se mezcle con la de otras milpas.
“Al quinto año vuelvo a comprar otro bulto de semilla seleccionada, porque como los vecinos de las parcelas, siembran de otras variedades, se va mezclando por el polen. Entonces ya no va siendo la original y pues vamos metiendo cada cinco años nueva semilla”.
Por otra parte, Don Pascual menciona que sí reciben apoyo de las autoridades, pero muy poco, pues solo una vez al año reciben abono y tienen que comprar aparte abono orgánico para que les alcance.
Se ha intentado que nos apoyen para las instalaciones, pero no ha habido suerte
Galván cuenta que el gobierno les ha brindado poco apoyo, durante un lapso de 20 años “Los apoyos que se han recibido aquí han sido en cuestión de maquinaria. Se recibió hace 20 años el apoyo para un tractor y para una rastra, para un aspersor, no junto, pero posteriormente otros años después para una sembradora, para una empacadora y para un subsuelo”.
Expresa con sinceridad que ve difícil un apoyo más allá del equipo que han recibido, pues existe un gran encarecimiento:
“Se ha intentado que se apoye para las instalaciones, pero no ha habido suerte, no hemos salido afortunados o pues definitivamente también hay veces que no es costeable porque las empresas que hacen las instalaciones las encarecen muchísimo”.
Para Don Pascual cultivar maíz es una herencia y enseñanza de su padre, “Yo creo que viene desde las raíces, mi papá pues a eso se dedicaba, era campesino y la escuela que nos dio era cultivar la tierra con fe, con amor, con cariño y pues le hemos seguido echando ganas”.
“En mi caso pues soy jubilado de una empresa, no tendría yo ni necesidad de hacer esto, pero me encanta producir el maíz, me encanta el ganado y sobre todo me encanta generar empleo. Y eso es lo que a mí me nace, lo que me llena, me satisface y me entretiene, esa es mi vida” expresa contento.
Don Enrique: un ejidatario que informa
Enrique León, –habitante de Tequixquiac y vecino de la Colonia San Mateo- quien se dedica al comercio y al campo, comparte con su comunidad información acerca del daño de los transgénicos, por medio de la fachada de su papelería.
Expresa que cuando el maíz se ve del mismo tamaño y da una o dos mazorcas, es transgénico, a diferencia del criollo “Entonces, te das cuenta que ese no es bueno, no es apto para el consumo humano, pero para los animales lo usan. No es que sea apto, pero lo usan”.
Don Enrique cuenta que primero investigó, para posteriormente mandar a pintar la pared de su papelería con un fotógrafo y pintor de Tequixquiac llamado Rafael, y desde el 2005, ha perdurado el mensaje y la imagen que fueron plasmados ahí.
“Aquí la gente cuando les platiqué eso hace más de 20 años no me entendían, no sabían ni lo que estaba yo hablando. Había poca difusión” menciona con franqueza.

El maíz para el ganado
Ricardo Trejo, director de Fomento Agropecuario del municipio, comenta que Tequixquiac ocupa el tercer lugar como productor de maíz en el Estado de México y explica que los principales maíces que se cultivan en el municipio, son los temporales y de alto rendimiento.
“Tenemos maíces precoces, amarillos híbridos, que son los que se siembran. Estos van más para la industria ganadera, pues, va enfocado a las engordas, por el alto contenido de carbohidratos que contiene este maíz”.
Menciona el tiempo en el que se debe sembrar cada uno de acuerdo con sus características. “Contamos con materiales de ciclo intermedio y de ciclo largo. Los de ciclo largo se siembran alrededor de mediados de abril, a principios de mayo, intermedios y más adelante los precoces porque ya las fechas ya nos ganan”.
Expresa que por las altas temperaturas algunos ejidatarios deciden no sembrar el maíz temporal.
“Y los temporales que regularmente se empiezan a sembrar desde el 15 de mayo, según las creencias de aquí de la zona. Pero ahorita con la temperatura no muchos han sembrado el maíz temporal. Tenemos maíces blancos, amarillos y también tenemos azules. Esos son los criollos, los endémicos de aquí de la zona. Principalmente, son los que radican aquí”.
Trejo expresa que, a pesar de ser productores, el consumo humano de maíz en el municipio es muy poco, las personas dedicadas a la venta de tortillas en Tequixquiac, tienen la posibilidad de adquirir el grano de Sinaloa y de Hidalgo a un precio más bajo, y menciona que incluso ellos exportan a Hidalgo. Además, menciona que otra de las razones probables por las que no utilizan el maíz para ese fin, es por egoísmo e indiferencia entre los productores.
Comenta que probablemente esté en lo correcto, pues sí podrían utilizar el mismo maíz que cultivan en su localidad. “Imagínate si nosotros siendo productores no abastecemos nuestra zona, vamos a otros lados y traemos a otro precio. Cuando en realidad casi te viene saliendo lo mismo por el gasto de combustibles y logística”.
Por tal razón, menciona que solo 10% está destinado para realizar tortillas o lo exportan.“Tenemos productores que siembran su maíz temporal o maíces híbridos que nos llegan a adquirir aquí, que se asemejan a un temporal y que lo usan para su consumo. Pero en realidad lo que consumen es mínimo, entonces el resto lo venden a la industria”.
Un proceso interrumpido
Trejo explica cómo el crecimiento del maíz es interrumpido para llevar a cabo el proceso de silo.“Los maíces de ciclos largos tienen alrededor de 180 a 190 días para que lleguen a su madurez, para que lleguen al grano ya hecho. Pero dentro de esos ciclos hay una interferencia. El ensilado de maíz lo debes de meter alrededor de los 150 a 160 días, agarrándolo con una materia seca del 30 al 35%.”
Ricardo menciona las razones por las cuales el maíz debe tener ciertas características para la salud de las vacas. “Ésta es la materia óptima para meterlo al ensilado de maíz. Por qué existe una digestibilidad en el animal y si es más seco, el grano lo defecan completo. Lo que se aprovecha es el almidón que trae el grano para que le dé energía a la vaca y produzca la leche”.
Trejo cuenta que durante los últimos meses del año, la maquinaria para ensilar o para trillar el maíz, se puede ver en las calles de Tequixquiac “Regularmente aquí en los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre vamos a ver muchas ensiladoras por aquí por la zona y ya en noviembre, diciembre y enero, vamos a ver alguna trilladora que ande trillando el maíz que dejaron madurar, lo muelen y lo ocupan para las dietas, ya sea para la engorda o para la producción lechera”.
De acuerdo con Trejo la producción de silo de maíz en Tequixquiac al año es de alrededor de 80,000 a 10,000 toneladas.
Ricardo menciona que en cuanto al maíz eloteado muy pocas personas lo comercializan con ese propósito. “A lo mejor del 10%, un 8% de grano y el 2% a lo mejor lo elotea”.
“Vienen personas aquí agiotistas que son los que compran el elote y simplemente dejan la planta, en este caso la pueden ensilar, pero en realidad ya su valor nutrimental ya no va a ser el mismo porque ya no lleva grano. Sin embargo, le pueden sacar buen provecho al elote realizado porque lo venden tierno”, expresa con sinceridad.
Los efectos del cambio climático y otros desafíos
Trejo expresa preocupado que la falta de agua es uno de los principales problemas que se les presentan al cultivar.
“Ahorita estamos pasando por el cambio climático, las altas temperaturas. Contamos con 16 unidades de riego aquí en la zona, que están vigentes, pero de esas 16, a lo mejor 10 están bien consolidadas y tienen el agua suficiente, las otras no. Los maíces híbridos son de alto rendimiento, pero al ser de alto rendimiento también van a tener algunas desventajas como es el exceso de agua del riego y si no llueve, pues es lógico que se van a empezar a secar, a marchitar.
La poca disponibilidad de agua es un factor para que los maíces no se desarrollen adecuadamente y uno de los factores es la logística de riego en la localidad.
“Regularmente aquí los riegos los van rolando, entonces tiene que darse vuelta a todos los productores, a todos los usuarios de las unidades de riego para que vuelvan a obtener un riego” menciona.
El calentamiento global es un factor grave para los cultivos, pues se presentan plagas que se deben combatir rápidamente.
“Otro problema que tenemos son las plagas, son muy objetivas aquí en el maíz por las altas temperaturas, entonces, hay que hacer aplicaciones. También por los cambios de temperatura se vienen enfermedades como rollas, hongos, nematodos y enfermedades bacterianas”.
Ricardo también expresa que cuentan con plantas ya establecidas, y en sus suelos con un banco de semillas, sin embargo, estas son malas para el cultivo.
“Entonces existe una competencia de nutrientes. Y si nosotros tenemos una alta demanda de estas malezas en el suelo, va a haber competencia con los nutrientes que nuestro maíz necesita. Entonces, desafortunadamente, si no las atacamos, esta maleza va a absorber esos nutrientes y nuestro maíz se va a quedar abajo”.
Trejo cuenta que los controles químicos en el cultivo, son necesarios para atacar las plagas y malezas de una forma más eficaz, y hace hincapié acerca de que el glifosato lo dejaron de utilizar hace tiempo.
“Glifosato ya no lo aplico desde hace unos cinco años, porque es un producto que aparte de que ya está prohibido, es muy residual, entonces sí afecta, ya no hacemos uso de glifosato aquí en la zona”.
Menciona que otro problema que tienen, es el robo desmedido de elote, sin embargo, este no es para consumo humano.
Apoyo al campo
Ricardo asegura que por parte del municipio existe un apoyo. “A nosotros nos aprueban un subsidio el cual lo tenemos que distribuir para todo el año, porque no nada más lo aplicamos en el maíz, lo aplicamos en la avena y en la alfalfa”.
Explica que a pesar de no ser una fuerte cantidad lo que se les proporciona, debido a que el costo de la producción del maíz sube cada cierto periodo, les proporcionan un subsidio en cada saco de maíz.
“Cuando sale el programa del maíz, nosotros tratamos de agarrar un buen precio de inicio de año con las empresas maiceras, para que ellos nos respeten un precio y el productor también vea que ese precio le conviene, porque cada año suben los costos en la producción de maíz”.
“El apoyo que les damos, es un subsidio de más o menos 400 a 500 pesos por saco de maíz. Y les pedimos su documentación, en este caso, que comprueben con certificado parcelario que es su propiedad, su INE, una constancia domiciliaria y la ubicación del lugar donde van a sembrar el maíz” afirma.
Trejo cuenta que no necesariamente a todos los cultivos se les aplican agroquímicos, pues existen productos emergentes, es decir, después de la siembra, después de que el maíz emerge.
“Hablando con agricultura de conservación, podemos hacer el uso de feromonas, son chupones que atraen a la plaga. Aquí las plagas que más tenemos en la zona es el gusano cogollero, que ataca el cogollo interno de la planta y se va comiendo la hoja. El trips, que es una plaga, también son chupadores”.
Finalmente, Ricardo explica cómo la plaga actúa en la planta y cómo lo combaten por medio de aplicaciones, las cuales resultan ser una alternativa al uso de pesticidas.
“El picudo va rasgando la savia de la hoja y va dejando una ventanita. Chicharrita es una plaga nueva aquí en la zona, ésta transmite un virus a la planta que la va secando, es un gusano chupador también. Tenemos chapulín, caracol. Pero en específico con cogollero existe una feromona que actúa directamente en su sistema nervioso y en su encéfalo y lo confunde. Entonces, para que exista la reproducción, pues lógico debe de existir una hembra. Entonces, el macho accede a esa feromona cuando nosotros le ponemos jabón con agua y ahí cae la larva y ya de esa manera no se logra reproducir. Entonces ahí como que amortigua un poco este el uso de los pesticidas, pero sí tienes que hacer aplicación” concluye.
El cultivo de maíz en Tequixquiac está dirigido en su mayoría, para alimentar a su hato. Es una actividad primaria de gran importancia, para brindar alimento al ganado de la localidad, que después brindará leche y sus derivados.
Sin embargo, el cultivo de maíz en el municipio tuvo que adaptarse al avance científico, pues a pesar de que siembran variedades nativas, también cultivan maíces modificados genéticamente, debido a las condiciones climáticas, económicas y contextuales, así como a las necesidades de los productores.

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