Durante la 133 jornada por Ayotzinapa y México, las madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos marcharon del Ángel de la Independencia al Hemiciclo a Juárez. Denunciaron que, a 11 años y un mes del crimen de Estado, el Ejército sigue ocultando información clave y que el gobierno de Claudia Sheinbaum continúa con la simulación y el silencio institucional.
Por Mario Marlo / @Mariomarlo Fotografías: Denisse Ureña / @denisseure_
A 11 años y un mes de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, las madres y padres de los jóvenes volvieron a las calles para exigir verdad y justicia. En la 133 jornada por Ayotzinapa y México, denunciaron la falta de avances en las investigaciones y la nula voluntad del gobierno federal encabezado por Claudia Sheinbaum.
La marcha inició en el Ángel de la Independencia, encabezada por las familias que portaban las lonas con los rostros de sus hijos. Detrás de ellas se sumaron contingentes de normalistas, sindicatos, colectivas feministas, organizaciones sociales, la comunidad otomí y personas solidarias.

Desde el altavoz, don Melitón Ortega, tío del estudiante desaparecido Mauricio Ortega Valerio, me’phaa de la Montaña de Guerrero, denunció que las investigaciones “siguen estancadas” y acusó al Ejército de encubrir su responsabilidad.
“No estamos pidiendo otra cosa, sino que se realicen las investigaciones a fondo para encontrar a los 43. El Ejército tuvo participación activa y hoy se niega a entregar toda la información que tiene en sus manos”, afirmó.
Mientras los contingentes avanzaban por Avenida Reforma, resonaban las consignas: “¡Ayotzi vive, la lucha sigue! ¡Por qué los asesinan si son la esperanza de América Latina! ¡AMLO decía que todo cambiaría, mentira, la misma porquería!”.

En el Antimonumento +43, el abogado Isidoro Vicario criticó que las autoridades federales hayan programado actos culturales el mismo día de la jornada, lo que calificó como un intento de obstaculizar la movilización. “A pesar de los muros y los obstáculos, seguiremos alzando la voz —dijo—, porque en el país ya son más de 133 mil las personas desaparecidas”.
Ahí, doña Hilda Hernández, madre de César Manuel González Hernández, realizó el pase de lista de los 43 normalistas, los tres asesinados y Aldo, quien permanece en coma desde aquella noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero.

La marcha concluyó en el Hemiciclo a Juárez, donde se realizó un mitin donde Doña Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio Bautista, tomó el micrófono y expresó
“Seguimos en las calles gritando por la presentación con vida de nuestros hijos. No podemos olvidarlos. Queremos saber dónde están, cuándo nos los van a regresar y cuándo nos van a decir la verdad”.

Por su parte, don Bernabé Abraján, padre de Adán Abraján de la Cruz, exigió al Ejército Mexicano la entrega de los 800 folios clasificados, la investigación sobre los 17 jóvenes trasladados al 27 Batallón de Infantería, la extradición de Tomás Zerón de Lucio y el enjuiciamiento de José Ulises Bernabé.
“Tantas líneas hemos exigido a este gobierno y no hay ninguna respuesta, pero vamos a seguir luchando para que nos den solución. Después de los 43, siguen desapareciendo muchas personas más”.
Las familias lamentaron la falta de voluntad política del actual gobierno y denunciaron la represión y sabotaje a sus actividades. El pasado 26 de septiembre, recordaron, las autoridades colocaron muros para impedir su paso en la capital.
“Nos quieren silenciar, pero no pueden con el amor de madres y padres que buscan a sus hijos”, concluyó una de las madres en el mitin.
A pesar del cansancio y los años de impunidad, las familias reiteraron que seguirán marchando cada 26 de mes hasta conocer la verdad y encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos. “Las lágrimas se quedan en nuestras comunidades —dijo doña Hilda—, pero aquí seguimos, porque nuestros hijos merecen volver a casa”.









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