“Hilando historias, tejiendo esperanza”, un libro que visibiliza la lucha de mujeres defensoras y periodistas en México
*Este trabajo fue publicado originalmente en Zona Docs que forma parte de Territorial Alianza de Medios. Aquí puedes consultar su publicación.
En el Museo del Periodismo, Cimac presentó Hilando historias, tejiendo esperanza, una obra que reúne testimonios de mujeres defensoras de derechos humanos y periodistas. Durante el acto, las participantes denunciaron la crisis humanitaria que enfrenta Jalisco y la falta de protección para quienes ejercen la defensa de la vida y la libertad de expresión.
Por Mario Marlo / @Mariomarlo
En medio de una creciente violencia contra quienes defienden derechos humanos y ejercen el periodismo, el pasado viernes 10 de octubre se presentó en el Museo del Periodismo y las Artes Gráficas el libroHilando historias, tejiendo esperanza. Mujeres defensoras de derechos humanos y periodistas en México, una publicación de Comunicación e Información de la Mujer (Cimac) que reúne relatos sobre resistencia, esperanza y memoria de mujeres que enfrentan el riesgo de contar la verdad.
La presentación, encabezada por Cirenia Celestino Ortega, integrante de Cimac, contó con la participación de María González Valencia, defensora de derechos humanos; Rosaura Patricia Magaña Rivera, madre buscadora; Dalia Souza López, periodista y directora de ZonaDocs; Sonia Serrano Íñiguez, periodista y conductora de radio y televisión, Priscila Hernández Flores Periodista; y María Guadalupe Ramos Ponce, abogada y defensora de los derechos de las mujeres.
Desde las primeras intervenciones, las participantes coincidieron en que el libro es un reconocimiento colectivo a la labor de quienes, pese a los riesgos, siguen denunciando las violencias del Estado y acompañando a las víctimas. “El derecho a defender derechos es un derecho en sí mismo. Es un derecho invisibilizado, poco protegido y no reconocido”, señaló María González Valencia, quien alertó sobre la crisis de violencia que vive Jalisco, donde —dijo— ocho personas defensoras han sido asesinadas entre noviembre de 2024 y la fecha.
González Valencia destacó que el estado ocupa el primer lugar nacional en desapariciones y el segundo en hallazgos de restos humanos. “Vivimos en territorios controlados por grupos criminales y empresas trasnacionales en complicidad con autoridades. Enfrentamos una crisis humanitaria que el Estado se niega a reconocer”, afirmó.
Por su parte, Rosaura Patricia Magaña Rivera, madre buscadora, compartió la experiencia de quienes, ante la omisión institucional, han aprendido a investigar y a defender sus propios derechos:
“Nos hemos enseñado a la fuerza a defendernos, porque el Estado no cumple su obligación de garantizar la seguridad. Una madre siempre va a estar al pie buscando a sus hijos, aunque eso implique revictimización y desgaste emocional”,dijo.
La periodista Dalia Souza López, directora de ZonaDocs, subrayó la importancia del acompañamiento entre mujeres defensoras y periodistas:
“Todas hemos llegado aquí gracias a todas. Frente al dolor, encontramos esperanza al ver cómo otras continúan luchando”, expresó. Souza advirtió que las madres buscadoras son hoy el sector más asediado por el Estado, junto con defensoras del territorio y del derecho a la vivienda. “Hemos aprendido a organizarnos fuera de los márgenes del Estado, creando formas de reparación desde la solidaridad y la empatía”, agregó.
A su vez, la periodista Sonia Serrano Íñiguez habló de los riesgos que enfrenta el periodismo en contextos controlados por el poder político y económico. “Antes de publicar una investigación, una piensa qué puede pasar al día siguiente. ¿Por qué tenemos miedo nosotras y no quienes cometen los abusos?”, cuestionó. Serrano denunció la presión institucional para imponer agendas informativas y la violencia digital que viven las periodistas por su labor. “En estados como Jalisco, donde el control de los recursos públicos limita la libertad de prensa, ejercer el periodismo es cada vez más peligroso”, advirtió.
Por último, María Guadalupe Ramos Ponce, defensora y académica, reflexionó sobre la evolución del vínculo entre periodistas y defensoras:
“Antes nos mirábamos con distancia, ahora caminamos juntas porque enfrentamos las mismas violencias”, dijo. Recordó actos de represión ocurridos durante movilizaciones por la presentación de personas desaparecidas en Jalisco, y destacó los impactos emocionales y físicos que estas experiencias dejan en las activistas. “Nos enfermamos de vivir estas situaciones, pero seguimos acompañando porque no podemos dejar solas a las demás”, sostuvo.
A lo largo del evento, las participantes coincidieron en la necesidad de fortalecer los mecanismos de protección estatal y nacional para periodistas y defensoras, dotándolos de perspectiva feminista y enfoque de género. También exigieron que los casos de agresión se investiguen con criterios que reconozcan el riesgo específico que enfrentan por su labor. “La impunidad sigue siendo la regla. No hay investigaciones con enfoque de derechos humanos ni de género. Por eso seguimos aquí, exigiendo justicia, verdad y reparación integral”,subrayó González Valencia.
El libro Hilando historias, tejiendo esperanza fue descrito como una obra colectiva que visibiliza las violencias estructurales y los procesos de resistencia de mujeres que ejercen el derecho a defender derechos. Cada testimonio —explicaron— es una muestra de la capacidad de las mujeres para transformar el dolor en acción colectiva.

No comments yet.