Gobierno federal interviene en el caso de Lesvia
Funcionarios de la recién creada Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) de la Presidencia de la República retomaron el caso de Lesvia Gómez Entzin, indígena de San Cristóbal baleada en el rostro por su esposo en una comunidad de Amatenango.
Ella perdió la vista y teme que el responsable sea liberado y la familia le arrebate a sus hijos.
Fuentes de la CEAV informaron que arribaran a Chiapas el lunes próximo para entrevistarse con la sobreviviente del feminicidio, con autoridades de justicia del Estado para conocer el proceso legal, y con diversas instancias de apoyo a la mujer y la niñez, además con activistas de derechos humanos que solicitaron la intervención de este organismo federal.
La CEAV, que entró en funciones el pasado mes de enero, tiene como propósito brindar a las personas en condición de víctimas, herramientas idóneas que ayuden a hacer efectiva la atención y la reparación integral, considerando que esta labor es esencial para el sistema nacional de atención a víctimas como órgano de estado.
La semana pasada, el “Comité Ciudadano Justicia para Lesvia” envió una solicitud a la Presidenta de la CEAV María Olga Noriega Sáenz, explicando la difícil situación de Lesvia, quién sobrevive con sus tres hijos con el apoyo de sus papas y personas solidarias. Ella aún requiere atención médica, tiene dos proyectiles aún en el rostro, no puede ver y ha recibido amenazas de muerte.
Solicitan que se “evalué puntualmente el caso con el objetivo de valorar si es candidata a la compensación” y detallan que la mujer originaria de la comunidad Napité, del municipio de San Cristóbal de Las Casas, en julio pasado fue agredida en la comunidad La Merced, del municipio de Amatenango, por su esposo Jorge Navarro Hernández.
El sujeto llegó borracho y se enojó porque ella no había cortado unas manzanas, así que le disparó en el rostro, estuvo internada más de un mes primero en el Hospital de las Culturas en San Cristóbal y después en el Hospital Regional de Tuxtla Gutiérrez.
Esta preso en el penal de El Amate por el delito de feminicidio en grado de tentativa. La víctima pide justicia “que no salga de la cárcel, que lo castiguen porque yo estoy sufriendo, ya me quitaron un ojo, y él aunque está encerrado, está comiendo bien, está mirando cómo está amaneciendo, él puede ver la noche, y yo no puedo ver nada”.
Además es víctima de amenazas, sus papás, la apoyan como pueden pero ella debe hacerse cargo de sus tres menores hijos. Hasta el momento, con la solidaridad de algunas activistas solicitó al gobierno del Estado una pensión vitalicia pero aún no le han respondido.
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