Zoé Robledo, un aspirante a gobernador que busca la presidencia nacional del PRD

Por:  Sandra de los Santos/ Ángeles Mariscal/ Isaín Mandujano /Sarelly Martínez

El Senador Zoé Robledo en una entrevista colectiva con las y los integrantes de Chiapas Paralelo. Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

El Senador Zoé Robledo en una entrevista colectiva con las y los integrantes de Chiapas Paralelo. Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

 

Zoé Robledo revela, en entrevista con Chiapas Paralelo, que desea presentarse como candidato a gobernador por Chiapas en el 2018, pero lo que busca en estos momentos es la presidencia del comité ejecutivo del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a nivel nacional.

En sus aspiraciones a dirigir el PRD tiene el aval de los fundadores de este instituto político, como Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas: “De hecho fue la profesora Ifigenia quien, en un desayuno, me planteó la posibilidad de presentarme como candidato, porque a mí ese tema no pasaba por mis coordenadas”.

En cuanto a la gubernatura por Chiapas dice que falta mucho pero que no niega sus deseos de estar en las boletas electorales en 2018: “No me gustan las simulaciones, decir que no, cuando es algo que sí deseo. Lo demagógico sería decir: ‘Estoy ahora en el trabajo del senado y en su momento lo pensaré’. No, no es así. Desde ahora digo que sí me interesa ser gobernador por mi estado y trabajaré para lograrlo”.

Cruzada contra las “tribus”

La entrevista con el Senador Zoé Robledo se realizó en sus oficinas, ubicadas en el lado poniente de Tuxtla Gutiérrez. Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

La entrevista con el Senador Zoé Robledo se realizó en sus oficinas, ubicadas en el lado poniente de Tuxtla Gutiérrez. Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

Todo empezó, recuerda, cuando la profesora Ifigenia Martínez le dijo que debería participar en el proceso de renovación de la dirigencia del PRD, “porque si de algo adolece el partido y que debería incorporar, es la falta de transparencia, y ése un tema que tú como senador lo has trabajado a fondo”.

Hasta ese momento, comenta, no había pensado en participar como candidato a dirigir el PRD, pero que la sugerencia de Ifigenia Martínez lo llevó a reflexionar y a decidirse por participar en el proceso, porque además, venía avalada por otros fundadores como Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.

Eso lo pudo comprobar más tarde cuando se reunió con cada uno de ellos y escuchó el análisis que habían hecho de este partido y la confianza que tienen en su candidatura: “Si lo principal que le queda de este partido es el prestigio de estos fundadores, vale la pena hacerles caso y a partir de eso fue que dije: ‘¡voy a entrarle!’”.

Está consciente, por supuesto, que el PRD es un partido en declive, que ha desdibujado sus principios y que las diferentes corrientes (“tribus”), en su afán de poder, lo han desmantelado, incluso subastado.

–Con Agustín Basave, que parece ser el ungido, se dice que el PRD se abriría a los externos, con lo que se desvincularía de las “tribus”. ¿Está de acuerdo con ese punto de vista?

¿Queremos tener un dirigente externo de a de veras? Van tres nombres: Carmen Aristegui, el padre Alejandro Solalinde y el poeta Javier Sicilia. Ellos sí son externos. Están fuera del sistema de partidos. Por supuesto que ninguno de los tres aceptaría, pero ellos sí son de fuera y reconocidos, con lo que se enviaría un mensaje, de que alguien con calidad moral podría arreglar todo el cochinero en el PRD. Lo otro es una simulación. Agustín Basave no es externo. Ya había sido candidato. Esto manda un mensaje que no hay un proceso real de renovación.

–¿Qué se debe hacer para que el proceso de elección apunte realmente hacia una dirigencia que renueve al partido?

Primero, restarle poder a las corrientes. Las corrientes son como las plurinominales cuando se hizo la famosa Lope con Reyes Heroles en el 77 y luego en el 97, tenían una lógica: lograr que el Congreso tuviera pluralidad. Ese era el principio de la representación proporcional. ‘Como la oposición no gana en ningún distrito o por lo menos no se reconoce su victoria, entonces hay que generar el espacio de la pluralidad’. Hoy ya hay espacios para la oposición en el Congreso. Simplemente en este Congreso hay espacio para ocho partidos y un independiente. Si la norma alcanzó su objetivo pues esa norma deja de ser pertinente.

“Lo mismo sucede con las corrientes. Muchos dicen: ‘Es que las corrientes fueron fundamentales para lograr la cohesión de las diferentes manifestaciones de izquierdas del PRD’. Es totalmente cierto, pero en un momento en donde: 1) había una gran diferencia entre troskistas, maoístas, marxistas, izquierda revolucionaria, etc. y 2) cuando se tenía un solo registro en donde había que amalgamar a varios otros partidos, que era el registro justamente del Partido Comunista. Pero eso fue en 1988.

“Hoy ya las corrientes no son una manifestación de diferentes ideologías de izquierda. Uno no puede pensar que Bejarano, los Chuchos y Bautista, que son las corrientes más grandes, tengan diferencias programáticas respecto a la recaudación o a las políticas públicas.

“Ahora son espacio de toma de decisiones y de poder. En el PRD, el presidente no puede nombrar las 17 secretarías, porque se reparte entre las corrientes. Si Nueva Izquierda tiene el 40 por ciento del consejo, le toca el 40 por ciento de las secretarías. Un partido no puede funcionar así”.

Transparencia y alianzas solo con la izquierda

Durante la entrevista, el senador del PRD habló de sus aspiraciones de dirigir su partido a nivel nacional y de la situación política de Chiapas. Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

Durante la entrevista, el senador del PRD habló de sus aspiraciones de dirigir su partido a nivel nacional y de la situación política de Chiapas. Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

Zoé Robledo ha hecho suyo el tema de la transparencia en todos los niveles de la administración pública, empezando por el senado y por los partidos políticos. Cuando crearon Tres de Tres, pensó que en el PRD no habría problemas, que todos participarían gustosos, pero a la fecha ningún senador lo ha acompañado en actividades relacionadas con el tema.

Cuando decidió insertarse en el proceso de la renovación de la dirigencia expresó sus ideas a través de un artículo que publicó en el periódico Reforma en donde analizó los nueve puntos aprobados por el consejo político para el relanzamiento del PRD.

En el punto de Transparencia, en donde el consejo había expresado que se debía asumir este asunto dentro de la agenda prioritaria de la línea de acción del PRD, Zoé Robledo, más pragmático, propuso: “Transparencia significa que todos los diputados o candidatos al PRD a cualquier cargo que hagan Tres de Tres y que todos los dirigentes hagan lo mismo, y una más: el PRD maneja casi mil millones de pesos anuales solo de gastos ordinarios de prerrogativas: que los trasparente todos, hasta el último centavo, que diga cómo se los gasta”.

Sobre las políticas de alianzas, el consejo asentó que son coyunturales, pero él precisó que solo deben realizarse con la izquierda. Explica su punto de vista:

“Las alianzas con el PAN del próximo año, que es muy probable que sí se den, van a terminar desdibujando al PRD, porque se tienen estados en donde no ha habido alternancia partidista, como Veracruz, Tamaulipas, Hidalgo, que son los que tienen elección el próximo año. Entonces van a poner en el centro de la discusión el hecho de que la alianza vale la pena si es para sacar al PRI. Yo lo que les digo es que eso no debería ser el argumento, sobre todo no debería ser el horizonte. ¿Qué es lo que yo creo? Que la gran oportunidad o por lo menos así lo indican los resultados electorales de la elección pasada es que lo que puede resultar lo más desafiante para el PRI y para su mantenimiento de proyecto en el poder es la unidad de la izquierda. ‘Ah, me dicen, pero es muy complicado: Andrés Manuel no quiere saber nada del PRD; Movimiento Ciudadano quiere seguir por su propia cuenta, el PT ya perdió su registro’. Sí, es muy complicado, pero es lo que más vale la pena, porque de otra manera, el PRD puede ser simplemente comparsa.

“Yo no ubico un escenario en el cual el PRD pueda tener un candidato propio y pedirle al PAN que lo acompañe. No hay un supercandidato en el PRD. Esa figura no existe. Mancera honestamente no lo es. ¿Qué es lo que podría desafiar al PRI, al PAN o al independiente, incluso? Es la unidad de las izquierdas. ¿Eso significa que Andrés Manuel debe ser candidato, sí o sí? No. Tampoco. Pero esa debería ser la ruta dentro de tres años. Si así se hubiera pensado en el 2012, quizá la izquierda hubiera ganado la presidencia. Y no porque hubiera dos partidos, sino porque había dos proyectos distintos, de AMLO y de Marcelo Ebrard”.

Dice que el PRD debe abrirse a las candidaturas externas ciudadanas sin militancia, porque era un ejercicio que el PRD hacía de manera permanente: “¿Cuántos periodistas, artistas o intelectuales que no militaron en el PRD pero que llegaron a ser diputados o a algún espacio porque el PRD veía en ellos alguna posibilidad de tener un liderazgo social? Eso se acabó. Es lo que yo creo que debería de volverse a abrir”.

Otro aspecto, indica, es la falta de identidad del partido: “Para un mexicano de cualquier estado o de cualquier municipio haber sido gobernado por el PRD o por otro partido no hay una diferencia. Es decir, el PRD no construye alternativas de gobierno que se traduzcan en políticas públicas. Tuxtla Gutiérrez es una ciudad que gobernó el PRD y no es una ciudad que tenga más derechos o una relación distinta a favor de la protección de minorías o una destacadísima inversión en transporte público, por encima del transporte privado. Lo mismo sucede con los legisladores. Han habido legisladores que han votado para penalizar el aborto, y son del PRD, lo cuales cualquier otra parte del mundo lo expulsarían del partido. Al PRD le dejó de importar qué hacían sus funcionarios electos una vez que alcanzaban el poder. Le importaba mucho que obtuvieran votos, pero después los dejaban al libre albedrío de decir: ‘ahora haz lo que tú quieras y si lo que estás haciendo no tiene un reflejo en una política de izquierda no tiene importancia’”.

Zoé Robledo, senador por Chiapas. Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

Zoé Robledo, senador por Chiapas. Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

¿Si fuera presidente del PRD buscaría a Andrés Manuel López Obrador, entonces?

Desde luego que sí lo buscaría. Por una razón muy simple: cuando el PRD decide ir a buscar a Andrés Manuel lo hace sin haber modificado absolutamente nada: ni de sus conductas, ni sus reglas internas.

“Yo creo que si Andrés Manuel ve que el PRD está en un proceso de transformación, que hay liderazgos nuevos, que no  llevan enemistades irreconciliables con él, podría haber una reacción diferente de su parte. Es cierto que el PRD tiene diferencias con Andrés Manuel, pero tiene más diferencias con el PAN; entonces la lógica ideológica es ir hablar con él y no es irle a rogar, no se trata de rogarle, el asunto es la transformación de la izquierda”.

–¿Cuánto daño le hicieron estas corrientes al PRD? ¿Están conscientes de la imagen que tiene luego de lo de Iguala o de las escisión de sus fundadores?

–Hay quienes están conscientes y quienes no. Hay quienes piensan que siguiendo la misma receta  pueden medio transitar. Quisieron administrar la crisis. Quien sí se dio cuenta fue Carlos Navarrete. La salida de Navarrete es el acto más a contracorriente que se ha vivido en muchos años. Cuando alguien que ya había tenido la dirigencia de un partido, sorteado la crisis, de pronto llega y dice: ‘me voy’. Es un parteaguas.

“Navarrete sí se dio cuenta que ya no estaba aportando nada, y quiso que la sacudida fuera tan grande, que sólo la salida anticipada del presidente la podía provocar.

Pudo haber salido de un discurso llamando a la transformación y refundación del partido, pero no lo hizo y por eso yo sí creí y quiero seguir siendo optimista de pensar que el acto de Navarrete iba a equipararse con una transformación profunda.

“El Congreso del PRD donde se cambiaron estatutos, se hizo más por obligación que por vocación de transformar algo. Porque el INE ya le había dicho al PRD que tenía que actualizarse por los temas de la Reforma Política, los temas de paridad y por ser sujeto obligado de transparencia.

“Ellos dicen que el Congreso transformador vienen después, habrá que ver si es cierto eso, antes se tiene que elegir a la Presidencia. Si sigo en este proceso es porque quiero al menos dejar testimonio de cuál es el partido que yo quiero y que hoy podría volver a ser la fuerza de izquierda que logre el objetivo de la unidad de la izquierda en el 2018”.

–Si no es Zoé, ¿Quién podría dirigir al PRD con un perfil idóneo? Y en qué momento tu dirías yo sí me abro.

–Si hubiera un externo que venga de la sociedad civil, desde el periodismo o que de luchas como son los casos de Solalinde, Aristegui o Sicilia, yo me bajo. El problema es que ellos quieran ser presidentes del PRD.

“Si el Ingeniero Cárdenas regresara al partido, yo creo que él debería ser el presidente. No por un asunto de juventud, sino para ubicar la enfermedad y ver cuál puede ser el remedio. Cárdenas es un político que sigue manteniendo una estatura moral poco cuestionable. Nunca ha estado vinculado a ningún escándalo de corrupción. También creo que hay gente valiosa en el PRD pero no se está apuntando. Miguel Barbosa podría ser un magnífico presidente y ha sido un crítico de muchos momentos recientes del PRD.

Incorporar a jóvenes

Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

Foto: Roberto Ortíz/ Chiapas PARALELO.

Zoé Robledo es un senador de 36 años, que tiene estudios de ciencia política en el Instituto Tecnológico Autónoma de México y que escribe artículos de fondo para varias publicaciones.

Es hijo de Eduardo Robledo Rincón, exgobernador de Chiapas, y sobrino de Edgar Robledo Santiago, un profesor que permeó con su actividad el quehacer educativo en la entidad.

Tanto en sus escritos periodísticos, como en su actividad como senador ha sido crítico de la clase política a la que pertenece, porque dice que debería hacer suya la transparencia; también ha encabezado marchas por la democracia, como sucedió a raíz de los resultados electorales en Tuxtla Gutiérrez, y se ha mostrado escéptico a varias acciones del gobierno estatal.

Sobre los jóvenes, dice que el PRD se mantiene distante de este tema, pero que debe hacer algo si desea recuperar a sus votantes.

“He planteado que si el PRD no se constituye como un partido de jóvenes, no va a tener futuro. Para el 2018 van a haber 15 millones de nuevos votantes, 50% menores de 30 años. El momento donde va a haber más electores jóvenes va a ser en el 2018, y el PRD no le dice absolutamente nada a los jóvenes, a los que nacieron después de 1980.

“Hay jóvenes perredistas que hacen su chamba y además con mucha creatividad, pero no es un partido que se haya preocupado o que tenga en su agenda la renovación generacional. No se ha conectado con los jóvenes, y hay otros partidos que tienen mejor estructurada su forma de participación juvenil, a pesar que en el Congreso se logró que se acordara una acción afirmativa para jóvenes en candidaturas y en la dirigencia. Hoy en el secretariado tendría que haber algún joven menor de 30 años.

“La que propongo es una idea de partido que ya está pasando en todas partes del mundo. En muchas de las democracias modernas están surgiendo movimientos de izquierda que tienen que ver poco con los partidos tradicionales. Jeremy Corbyn acaba de ganar la presidencia del Partido Laborista Inglés, un legislador británico que no tiene nada que ver con los laboristas de Tony Blair. Nadie apostada a que pudiera ser líder del partido, y seguramente va a ser el candidato del Partido Laborista a Primer Ministro. Él gana en el momento en que se conecta con los jóvenes no por ser joven –tiene 60 años– sino en el momento de empatar sus causas.

–¿Su apuesta es tirar entonces hacia los jóvenes? ¿Plantea un relevo generacional?

–Sí. El PRD tiene una clase dirigente que ya cumplió su ciclo. Y no porque tengan mas de 60 años, sino porque no se han ido actualizando. El líder latinoamericano que más conecta con los jóvenes es José Mújica, de Uruguay. Ahí esta Bernie Sanders del Partido Demócrata en Estados Unidos. No es un asunto de edad, sino de transformar el discurso y encontrar que los jóvenes no son una suerte de entelequia que  tiene que ver con el deporte y el esparcimiento. Los jóvenes ahora tienen oros preocupaciones, como conseguir trabajo o lograr que la educación sea sinónimo de movilidad social.

–Pero todo choca con la fuerte presencia de las “tribus”. ¿Hay posibilidades de que se mantengan y no intervengan? ¿Qué tanta confianza tienes en que no intervengan?

–No quiero sonar ingenio. Sé que el mantenimiento del control del partido les preocupa y ocupa a las ‘tribus’. Lo que yo sí creo es que si después de este momento tan crítico que está viviendo todo este sistema de partidos, sobre todo el PRD, si después de esto no hay una forma de decir cosas y ser convincente de que se puede hacer un camino distinto a lo que se ha hecho en mucho tiempo, y que un camino distinto es el que te puede llevar a resultados distintos, entonces es pensar que el sistema democrático puede presidir de los partidos y punto.

“Porque también puedo tener otro camino yo. Mejor cambio mi discurso, me acomodo a las ‘tribus’ y a lo mejor en algún momento puedo ser presidente del PRD. Pero no es eso lo que me interesa. Quizá por eso tengo un discurso que va en contra de lo que están planteando las ‘tribus’, y choca con ellas”.

“Quiero ser gobernador” 

Al final de al entrevista, le preguntamos de sus aspiraciones a gobernar Chiapas. Responde que desea estar en las boletas en el 2018: “Creo que sería mentiroso decir que no tengo aspiraciones para el 2018 porque claro que sí las tengo. Hoy no sé cuál es la mejor plataforma para hacerlo, hoy quiero creer que sigue siendo el PRD. Por supuesto, que todos los indicadores que uno pudiera tomar en cuenta desde la dependencia o independencia del partido a nivel estatal con el gobierno del estado se podría pensar que es una locura; pero yo hoy creo que el PRD puede ser esa plataforma”.

Pero aún se le ve alejado de Chiapas, sus temas aún siguen siendo de la agenda nacional y pareciera que Chiapas le queda lejos, no está metido en los temas de Chiapas. ¿Cómo ser un buen candidato a gobernador cuando no está metido, o al menos eso pareciera, en los temas locales?

Yo cuando manifiesto que tengo interés en el 2018 lo hago hoy, en este mes de octubre del 2015. Lo que hice los tres primeros años en el senado lo hice porque existía una coyuntura en el Congreso de reformas estructurales y vi que era necesario tener una participación activa y no testimonial.

“El Senado es tan demandante como uno quiera hacerlo. Uno puede ir pasar lista y no llegar y pensar que el trabajo del senador sólo es en el recorrido proselitista que luego se hace. Yo en los primeros tres años dije: ‘si el país está entrando en transformaciones que finalmente le van a terminar afectando a Chiapas, sí me interesa formar parte y estar ahí para proponer, debatir y ser parte de esas transformaciones. De otra manera yo me sentiría un senador testimonial y me sentiría culpable de eso, aunque hubiera estado en Chiapas todos los días.

“Mis temas siguen siendo nacionales, pero Chiapas no se abstrae de la nación. Cuando yo trabajé en la Ley General de Transparencia lo hice pensando que el último estado que va a entrar a esa lógica va ser Chiapas y si hay un chiapaneco involucrado en ese diseño podemos adelantar y avanzar mucho más rápido procesos que de otra parte sí nos hubiera sido lejanos.

“Para mí, estar en los temas nacionales nunca ha sido estar lejos de Chiapas. Vengo cada fin de semana. Si yo tuviera un reproche por no estar en Chiapas regalando gorras y playeras, pues, es un reproche que yo estoy dispuesto a asumir. Pero, lo que pasa en Chiapas se discute en el Senado. Lo que pasó a nivel electoral se discutió en el Senado porque lo pusimos en la agenda. A veces lo que yo hago en el Senado o lo que hago en México va ser difícil que se vea en los medios por una razón muy simple: no les pago. Chiapas ha estado muy presente en el Senado en estos tres años a partir de una agenda que he tratado de impulsar.

“Además no creo que exista un proyecto político exitoso en el 2018 que repita lo que ya se ha estado haciendo, es decir: apareciendo de manera reiterada en los medios de comunicación, hacer recorridos en los que se promueven las prebendas y regalos como la forma de generar lealtades”.

Reitera, sin embargo, que lo inmediato es ganar la presidencia del PRD. Eso no parece alejarlo de su aspiración para el 2018 por el contrario está convencido que cada vez se acerca más.

 

 

 

Un comentario en “Zoé Robledo, un aspirante a gobernador que busca la presidencia nacional del PRD”

  1. pepe toño
    21 octubre, 2015 at 7:58 #

    asi que este es el gallo de Chiapas paralelo?

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