Honra el Papa Francisco a Samuel Ruiz García, el obispo defensor de los pobres

En el Encuentro Nacional con los Pueblos Indígenas

En el Encuentro Nacional con los Pueblos Indígenas

El Papa Francisco puso fin hoy a décadas de exclusión de una Iglesia que optó por los pobres, que rescató las raíces ancestrales autóctonas e inculcó una visión liberadora.

En el interior de la catedral de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, el Papa Francisco oró hoy frente a la tumba del obispo Samuel Ruiz García y la bendijo, lo que ha sido interpretado por los más cercanos por el jTatik Samuel como una integración o reivindicación a la labor construida a lo largo de 50 años.

El Papa Francisco frente a la tumba de jTatik

El Papa Francisco frente a la tumba de jTatik

“El hecho de que el Papa Francisco tenga un momento de oración, de silencio frente a la tumba de jTatik Samuel es sumamente significativo, es avalar un trabajo, un caminar de 40 años. Muy semejante al obispo defensor de los pobres, Fray Bartolomé de las Casas, al principio de la época de la colonia”, dijo el párroco de Bachajón, José Javier Avilés Arreola, miembro de la Compañía de Jesús.

El padre que llegó a Chiapas en 1984 y fue adoptado por las comunidades indígenas tzeltales, recordó que jTatik Samuel fue caminando con el pueblo, convirtiendo su corazón, dejándose pastorear por su pueblo. “Agradecemos a Dios el que jTatik Francisco haya pedido venir a esta Diócesis pobre, una Diócesis que económicamente hablando tiene poco que ofrecer. Pero con una gran riqueza de caminar en defensa de sus derechos, una pastoral integral que hemos llevado por muchos años, eso es lo que viene a fortalecer jTatik Francisco, a hablarnos del perdón, a decirnos que podemos seguir caminando con las ilusiones de este pueblo, de seguir siendo libre y seguir luchando por su propia tierra, por sus recursos, desde la palabra de Dios, desde el evangelio, desde el ayuno, desde la comunión, desde el perdón. A eso nos invita jTatik Papa Francisco”, dijo el religioso también conocido el padre Pepe Avilés.

Avilés recordó que el obispo Samuel Ruiz García fue un obispo incomprendido, tanto así que le cancelaron desde el Vaticano la ordenación de diáconos casados, y por 14 años no hubo ordenaciones. Fue gracias a la gestión del actual obispo Felipe Arizmendi Esquivel como se logró que por fin el año pasado el Papa Francisco levantara el veto y se reiniciaron las ordenaciones de diáconos.

Explicó la importancia de esos diáconos, y que no es el diácono que se ve ayudando en las misas pues los de esta Diócesis son verdaderos pastores que dirigen a su comunidad, pero hay también pastoras, pues los Diáconos caminan con sus esposas.

“Los diáconos no conciben un servicio que sea individual, caminan los dos juntos, van en comunión. En ese sentido de equidad de género, occidente tendrían mucho que aprender porque saben trabajar en pareja”, subrayó.

Según el padre Heriberto Cruz Vera, el gesto del Papa reconoce a esa iglesia que se construyó de opción por los pobres. Lo que el Papa Francisco ahora pregona –añadió– Samuel Ruiz ya lo hacía y predicaba en las comunidades indígenas de Chiapas, pero Juan Pablo II y Benedicto XVI, jamás lo quisieron respaldar.

Cruz Vera señaló que por muchos años, la Iglesia que construyó Samuel Ruiz era considerada por el Vaticano como una “Iglesia irregular”. Muchos gobernantes quisieron expulsarlo de Chiapas y muchos jerarcas religiosos dentro de la propia Iglesia católica hicieron todo para removerlo pero si bien no pudieron sacarlo tampoco el Vaticano hizo algo para hacer lo que ahora hizo el Papa Francisco: reivindicarlo.

Al igual que Cruz Vera, otro de los más cercanos colaboradores de Samuel Ruiz García, Joel Padrón y Gonzalo Ituarte destacaron la visita de Francisco, la llegada de un Papa  por vez primera en sus casi 500 años de creación.

El Papa Francisco comió hoy donde comió jTatik por 40 años, desde esta Catedral donde el obispo Samuel Ruiz García consolidó y marcó su línea pastoral con el Sínodo Diocesano de 1995 al 2000 que encabezó el propio obispo Samuel Ruiz.

Sínodo que marcó la pauta a seguir entre toda la feligresía y la estructura religiosa de la Diócesis, de tal manera que llegue el obispo que sea, no podrá romper o cambiar la herencia de Ruiz García.

“La visita del Papa es un aliento, esperanza y fuerza para renovar nuestra alma a una Diócesis que ha optado por los pobres desde hace más de 50 años, no excluyendo a todos los demás, pero es muy comprensible”, concluyó el padre José Javier Avilés Arriola, párroco de la Misión de Bachajón.

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