Sectores de la sociedad en Chiapas hacen urgente llamado al diálogo
Coinciden en que no se debe aplicar la reforma educativa como está actualmente
La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Chiapas ha unido hasta el momento, a líderes religiosos, empresarios, organizaciones ciudadanas, insurgentes, además de padres y madre de familia, académicos y personas independientes. Estos sectores coinciden en que la reforma educativa no se puede aplicar en esta entidad sin considerar las condiciones de pobreza y subdesarrollo general; y por tanto llaman al gobierno federal a abrir una mesa de diálogo con el magisterio.
El más reciente llamado al diálogo lo hizo el Arzobispo de Tuxtla, Fabio Martínez Castilla, quien a nombre de la Arquidiócesis pidió que se analicen las causas y raíces de la situación que ahora se presenta ante las protestas por la reforma educativa.
Hizo un llamado al diálogo entre las partes, donde no se simule resolver el problema ni se actúe como “dueños de la educación”. Sino se considere “el bien común, las necesidades sociales, las características de la cultura y la dinámica de conocimientos”. Sabemos que cualquier ley humana es perfectible.
Propuso a la Iglesia ser parte de una mediación para el diálogo entre las partes involucradas, ofreciendo espacios y medios en la búsqueda de soluciones.
Por su parte, los miembros del Consejo Interreligioso de Chiapas, compuesto por líderes de diferentes religiones, en una carta pública expusieron que apoyan la petición del magisterio de un diálogo con el gobierno federal.
“Pueden quizá no ser atendidas todas sus peticiones, porque pudieran no ser adecuadas, pero tienen derecho a ser escuchados. De lo contrario, no vemos cómo se puede abrir un canal de solución a este conflicto, que está afectando mucho a la sociedad chiapaneca”.
El mismo llamado y planteamiento hizo hace una semana el obispo de la Diócesis de la San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi. El líder religioso de la zona indígena de Chiapas dijo a los maestros: “Es su derecho y su deber marchar por la defensa de lo que en justicia les corresponde. Si en verdad la reforma educativa les perjudica, no dejen de manifestar su inconformidad. La resignación pasiva ante lo que en verdad fuese una injusticia, no es digna de ustedes”.
Por su parte, integrantes de esta Diócesis, primero el Pueblo Creyente compuesto por el sector indígena, y este día la Comunidades Eclesiásticas de Base que integra por mestizos, han manifestado mediante peregrinaciones su respaldo absoluto al movimiento magisterial.
Pueblos indígenas y no indígenas también han realizado manifestaciones de apoyo a los maestros. Para este lunes representantes de las 52 comunidades del municipio de Huixtán, dieron a conocer que harán manifestaciones de apoyo al magisterio, “para exigir se abrogue la reforma educativa, se detenga la masacre de maestros y salgan la policía federal de Chiapas y los estados”.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) también ha manifestado de manera abierta su apoyo al movimiento de la CNTE, y señalado que la protesta es contra el cúmulo de reformas que ha venido implementado el gobierno de Enrique Peña Nieto. Por ello señala que a las protestas y acciones para detenerlas se han unido otros sectores, y advertido que se unirán otros más, entre ellos el grupo insurgente.
El sector empresarial, que en movimientos magisteriales anteriores a este se ha opuesto a las protestas, en esta ocasión ha mantenido silencio, y en casos concretos, como el sector de los gasolineros, ha colocado mantas afuera de sus negocios con leyendas como “Sí al diálogo”.
Mientras, los padres y madres de familia en general han realizado desde el inicio del movimiento magisterial muestras de apoyo, que van de marchas y manifestaciones, hasta entrega de recursos económicos y en especie.
Lo mismo han hecho ciudadanos de manera independiente y anónima, así como otros sectores, entre ellos el médico, el de maestros universitarios y redes de mujeres. Una de ellas, REPARE, en un reciente comunicado rechazaron la incursión de corporaciones policíacas federales y estatales “cuyo propósito ha sido criminalizar la legítima lucha del magisterio violando deliberadamente los derechos humanos y de la ciudadanía que ha resultado afectada por los excesos policíacos”, a la par que se suman al llamado al diálogo.
El gobierno federal, hasta el momento, no ha dado respuesta a estos llamados y se ha negado a instalar una mesa de diálogo con la CNTE.
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