La noche en que las ventas en una librería superó a las de Liverpool

Foto: Osiris Aquino/ Chiapas PARALELO.

Se nos ocurrió llegar a la venta nocturna de la librería José Emilio Pacheco del Fondo de Cultura Económica en plena hora pico de las compras  –en eso de las 8:00 de la noche-. En el estacionamiento del Centro Balún Canán de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), en donde está ubicada la Librería ya no cabía ni un carro más. Los automóviles tenían que acomodarse en los estacionamientos de las facultades cercanas o de rectoría.

Cuando entramos a la librería a mí me pareció ver una escena de la película “loca por las compras” –una comedia romántica ñoñisima- en la que un grupo de mujeres hace colas para entrar a un outlet de ropa y zapatos. En el filme la tienda es una locura, las compradoras toman una y otra prenda, hacen enormes filas para pagar. Así era el ambiente a esa hora en la librería José Emilio Pacheco; pero de vez de ropa y zapatos,  las personas de todas las edades lo que  llevaban eran libros.

“Esto parece una venta nocturna de Liverpool” le alcancé a decir a mi acompañante antes de que decidiéramos cada uno agarrar su rumbo para poder movernos por la librería y encontrar lo que buscábamos.

Yo tenía muy claro lo que quería y me fui directo a esa zona, pero los libros que buscaba como no eran editados por el FCE su descuento no eran tan generoso como el de otras obras.

Mi segunda parada fue en los estantes de la literatura infantil y de adolescentes. Mientras conversaba con una señora sobre los precios de los libros, su hijo de unos 10 años de edad se me acercó para recomendarme  “la señora más mala del mundo”. Ya había leído ese texto y hablamos unos minutos sobre el cuento  y otros que estaban rebajados. El niño estaba, genuinamente, emocionado por compartir sus recomendaciones, pero en medio de toda esa gente era imposible detenerse por mucho rato a conversar con alguien.

Foto: Osiris Aquino.

En los estantes de “10 pesos” –parada obligatoria para cualquiera- coincidí con Juan Pablo Zebadúa –colaborador de Chiapas Paralelo y docente de la Unach-, como quien se resuelve a cruzar el mar nosotros decidimos  pasar las largas filas para llegar a los libros de antropología. A esas alturas ya llevaba un par de libros en las manos, pero la pregunta era “¿Cómo le voy hacer para pagar?”. “Los precios te hace querer comprar varios, pero las colas que hay te las quitan” me comentó Osiris Aquino, compañero colaborador  de Chiapas Paralelo.

Para ese momento mi acompañante ya se me había perdido -¿Cómo un hombre que mide casi dos metros se me puede perder?-, pues, así estaba el lugar de tantas personas y con pocas posibilidades de tránsito.

En medio de ese montón de gente, un chavo preparatoriano se me acercó para preguntarme si cuál libro le recomendaba comprar. Me contó que su profesor Joselito Toala de la preparatoria número 7 les habló de la venta nocturna y les recomendó ir a comprar: “un amigo de la prepa llevaba así, así de libros” –me decía admirado mientras hacía las señas con su mano de un enorme bulto-. A la conversación que habíamos iniciado en medio de la larga fila se nos unió una de sus compañeras de la escuela, que no se decidía por cuál edición de “Drácula” llevarse.

Las largas filas y la inusual venta nocturna de este 30 de Agosto no fue obra de la casualidad. Hace unas semanas se dio a conocer de la posibilidad de que la librería sea cerrada y hubo un llamado de parte de diferentes organizaciones para acudir este día de manera masiva a comprar libros como una forma de exigir que permanezca. “El fondo se queda” se llamó la campaña en redes sociales que resultó ser todo un éxito.

Ya varios compañeros de Chiapas Paralelo lo han comentado en sus respectivos textos de la importancia de que el Fondo de Cultura Económica se quede, y de la responsabilidad social que tiene la Unach de financiar espacios como la librería José Emilio Pacheco.

Es la lectura, estúpidos

No cierren la librería del Fondo de Cultura Económica

Los niños y niñas que llegan a los talleres; que se han encontrado con “la señora más mala del mundo”; las y los jóvenes que descubren su gusto por la lectura no se pueden quedar sin este espacio que genera un contexto que facilita la posibilidad de que haya un acercamiento a la lectura.

Será difícil que las autoridades de rectoría de la universidad decidan cerrar la librería o “traspasarla” después de la respuesta de la ciudadanía. El acudir de forma masiva a la venta nocturna fue la manera más propositiva que se pudo haber encontrado para mandar el mensaje: “El fondo se queda”.

PD. Los descuentos en la librería continuarán este viernes 31 de Agosto en el horario habitual. Yo, como “compradora que se respeta en una venta nocturna” dejé “escondiditos” algunos libros que ya no me animé a pagar por la largar fila, pero este viernes –con calmita- ya voy a comprarlos.

 

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